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La historia del mundo contada a través de sketches que abordan satíricamente momentos claves como la Revolución Rusa o la vida de Cristo

“La historia del mundo. Parte 2” retoma 40 años después la comedia hilarante homónima del genial Mel Brooks, reactualizando el humor propio de una época, acentuando el tono paródico y apelando a una multiplicidad de factores de la cultura popular actual como youtubers y sitcoms


Especial para El Ciudadano

Resulta cuanto  menos simpática la noticia de que, a más de cuarenta años del estreno en cines de la primera parte, llegue la secuela en formato de serie, y nuevamente de la mano de su responsable, Mel Brooks. La loca historia del mundo. Parte 1 fue una de las más populares películas del comediante norteamericano (aunque no de las mejores) y ya desde el título, y luego en los créditos finales, aquella sátira histórica prometía una continuación que finalmente se concretó, décadas después, con Brooks jugando ahora como productor ejecutivo y poniendo la voz, pero esta vez acompañado por un amplio equipo de guionistas y directorxs jóvenes que intentan agiornar un humor tan propio de una época, que hoy puede resultar un poco anacrónico.

Mel Brooks realizó un conjunto de comedias notables a lo largo de la década del 70: Locuras en el Oeste, El joven Frankenstein, La última locura de Mel Brooks, y Las angustias del Dr. Mel Brooks, principalmente, además de ser el responsable de la mítica serie El súper agente 86.

En esas comedias se jugaba con un irreverente humor paródico de sello personal, quizás algo ligado a lo que en Inglaterra hacían contemporáneamente los Monty Python, y a lo que, cercanamente, tuvo su correlación y cierre con las películas de Abraham  y Zucker desde Y dónde está el piloto? hasta La pistola desnuda.

Un humor, claro, muy propio de una época, lo cual de ningún modo le quita valor, pero que sí supone el riesgo de dejar a esta nueva propuesta anclada en el carácter de un mero ejercicio retro y nostálgico para fans.

El despliegue loco de la historia

La loca historia del mundo. Parte II, estrenada este mes en la plataforma Star+, retoma entonces en ocho episodios de 25 minutos cada uno la propuesta de aquella película de 1981 que, podría decirse, configuró una suerte de bisagra en la obra del comediante, marcada desde allí por un notorio declive creativo. Sin embargo, más allá del riesgo, el equipo que lleva adelante el proyecto logra reactualizar en parte aquellos rasgos satíricos, alcanzando algunos buenos momentos nada desdeñables.

La serie adopta el formato dado por un sucesión de sketches algo inconexos que abordan satíricamente, como en la original, diversos momentos de la historia. Algunos de ellos servirán de pivote, conformando episodios centrales sobre  los que se volverá una y otra vez, adquiriendo un mayor desarrollo a lo largo de la serie.

Otros, por el contrario, suponen irrupciones breves, pequeños bloques que interrumpen el despliegue general con chistes (muchas veces algo obvios y procaces) en los que se incorporan disímiles figuras históricas (como Graham Bell o el desembarco en Normandía)). Entre los primeros, los que sirven de base para el desarrollo, se encuentran por ejemplo los referidos a la guerra de secesión norteamericana, a la revolución rusa y a la vida de Cristo. Contando con apariciones de comediantes como Jack Black o Danny De Vito, entre muchxs otrxs.

Cambios abruptos de registro a cada instante

Fiel al estilo cultivado por Mel Brooks, el tono paródico se desboca apelando a una multiplicidad de factores de la cultura popular actual y pasada. Todo cabe en cada momento, cualquier cambio de tono, cualquier formato, cualquier registro.  De pronto es un musical, de pronto es un video de la youtuber Anastasia, de pronto una programa noventoso de MTV a lo Jackcass protagonizado por Rasputín, de pronto una sitcom de los 70, con risas grabadas y todo. Así, toda referencia y todo cambio abrupto de registro se juegan a cada instante, alcanzando, claro, algunos escasos puntos muy graciosos entre muchos otros que rozan la tontería y la obviedad.

Pero desde ya, está claro que ese es el juego planteado, mantenerse siempre al borde. Y la breve duración de cada episodio hace que cuanto menos y de algún modo dejen siempre la buena sensación de haber asistido a una comedia efectiva (y sí, un poco de otro tiempo).

Quizás, a fin de cuentas, La loca historia del mundo. Parte 2 funcione también como un homenaje y una suerte de celebración anacrónica. Un grupo de comediantes jóvenes regalando al maestro la posibilidad de esta secuela tardía que retoma y cierra una obra allí, en aquel punto de inflexión que fue la película original. No sería un hecho menor, y el resultado no deja de ser simpático.

La loca historia del mundo. Parte 2 / Star+

Creadores: Mel Brooks, Dave Stassen

Intérpretes: Jack Black, Danny De Vito, Johnny Knoxville, Pamela Adlon

 

 

 

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