Como hace una semana este diario dio a conocer la historia de Luciano Quiroga, otro rosarino busca construir su carrera en el mismo Tomelloso CF. Este quizás más conocido para el fútbol local por su no muy lejano paso por Central Córdoba. Matías Mologni edifica su futuro y habló con El Hincha para contar sus vivencias y su actualidad en el Viejo Continente. “Acá en Tomelloso estoy viviendo el mejor momento de mi carrera, sin dudas. Siento que realmente en este club están valorando lo que yo puedo dar. Por eso es que tanto en lo anímico como en lo futbolístico estoy en mi mejor momento”, comienza haciendo una pintura de su presente.
Pero esta no es la primera vez que “Mati” viaja al exterior. Hace unos años tuvo su bautismo en España cuando se desempeñaba en el Torneo Argentino defendiendo la casaca de Real Arroyo Seco: “Unos empresarios españoles a través de un intermediario argentino me vieron y decidieron llevarme a Nigran CF. En ese momento fue una mezcla de sensaciones inolvidables donde sentí mucha alegría de sólo saber que iba a ser mi primera experiencia en Europa y que me marcaría por el resto de mi carrera”, recuerda. Y agrega: “Logré adaptarme fácilmente, ya que la vida en España es algo similar a la de Argentina, aunque en 2008 cuando me tocó venir por primera vez tenía 19 años y fue como un sueño. Una hermosa experiencia que me sirvió para madurar y crecer en lo futbolístico”.
Seis años después y tras un regreso al país donde siguió creciendo como jugador y logró mostrarse al público durante la temporada 2012/13 con la camiseta de Central Córdoba, surgió nuevamente la posibilidad de trasladarse a España. Ni bien apareció la chance no lo dudó y armó las valijas. Con los sueños a cuesta volvió a subirse al avión y emprendió el viaje. “Esta vez es diferente a la anterior. Hoy en día lo tomo como una realidad y una oportunidad que me da la vida para llegar a lograr el sueño de todo jugador que es jugar en Primera División”.
Claro que todo sueño conlleva consigo mismo sacrificio. Nada es gratis ni se logra sin esfuerzo. Por eso quizás lo más difícil para cualquier persona sea el desarraigo a las costumbres y los afectos. Si bien en su caso la adaptación es algo que no lo complicó, ya que muchas tradiciones y hábitos diarios son comunes a los que se viven por estos lugares, la distancia con la familia es lo más complejo de sobrellevar. “Hace poco que estoy (NdR: llegó en octubre del año pasado) y todavía no tuve la posibilidad que me venga a visitar mi familia, pero nos mantenemos (habla por él y su novia Sofía con quien vive allá) en contacto a diario con ellos por teléfono o a través de las redes sociales”.
La tecnología de hoy en día ayuda a sobrellevar la distancia pero no logra evitar el contacto humano y las costumbres familiares. Esos son algunos aspectos de los que más se extrañan: “Acá me faltan las reuniones familiares, mis sobrinitos (Katy y Gian), el comer un asado en la casa de mis tíos Ale y Paula, el juntarme con mis amigos, pero sobre todo lo que más se extraña sin las charlas acompañadas de mates con mi mamá”. Y si bien todo eso le hace falta, se consuela sabiendo que falta poco para volver a vivirlo: “Queda poco para que termine la liga y ahí volveré de vacaciones a disfrutar todo eso”.
En lo futbolístico, el “ascenso español es parecido al nuestro, pero no tan popular. No viven esa euforia que nos caracteriza a nosotros. Lo que sí es más rápido y táctico, se juega más en equipo”, cuenta sobre el nivel mientras recuerda una de las tantas anécdotas que le tocó vivir en este tiempo: “Durante la charla del entretiempo de un partido donde el equipo había estado medio dormido, el entrenador me hace parar para dar un ejemplo y dice ‘así hay que marcar’ y me dio un codazo en el pecho que casi me mata (risas). Al menos al otro día en el entrenamiento me felicitó por haber convertido el gol que nos dio la victoria”.
Viviendo en el mismo complejo que Luciano Quiroga y Facundo Zampa (el otro rosarino del equipo), comparte los días junto a su novia Sofía y cuando pueden se hacen el tiempo para conocer y también visitar algunos amigos que el fútbol le dio como Mario Paglialunga (está en Zaragoza), situación que inmediatamente remonta a sus comienzos y su amor por Central: “En inferiores compartí con muchos chicos que llegaron a Primera como Mario (Paglialunga), Ángel Di María, Nahuel Valentini, Martín Rivero, Gervasio Núñez, Jorge Broun, Nery Domínguez, Ezequiel Videla y Julián Di Cosmo, entre otros”. Y agrega: “Como hincha sigo todos los partidos por Internet. Al equipo lo noto bien y más después del triunfo en el Clásico, que seguimos atentamente y donde no faltó el folklore con Lucho y Facu (Quiroga y Zampa, ambos leprosos), pero siempre con respeto y cariño. Aunque indudablemente un club de la envergadura de Central tendría que estar mucho mejor; pero se va por el buen camino”.
La gran jugada
Son esos instantes que van más allá de un triunfo o un festejo, son esos momentos personales que quedan en el recuerdo personal. Todos los jugadores tienen esa gran jugada que siempre se les viene a la memoria. Y Matías tiene la suya. Por la Copa Argentina y jugando para Central Córdoba contra All Boys fue el autor de un caño que recorrió los distintos medios y que incluso llegó a transformarse en el más visto del canal de You Tube de “Fútbol Para Todos”. La imagen que ilustra esta nota lo dice todo…
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