Médicos del hospital Roque Sáenz Peña iniciaron ayer una huelga que se extenderá hasta, por lo menos, este mediodía, cuando autoridades de la Policía provincial y de la salud municipal se reúnan para planificar una estrategia de seguridad. De no conseguir una respuesta favorable, los médicos extenderán el paro hasta el viernes inclusive. La medida surgió tras el episodio violento que sufrió parte del equipo del efector de salud con los familiares de una nena fallecida, quienes denunciaron mala praxis. Los médicos de la guardia aseguran que el sistema de seguridad no alcanza y que hasta no tener una respuesta de parte de la Secretaría de Salud tendrán atención restringida en la guardia. “Sólo atenderemos los casos de riesgo, no vamos a permitir que una vida corra peligro, pero aquellos que sean cuestiones ambulatorias, que puedan ser atendidos en un centro de salud u otro hospital, serán derivados”, aclaró Javier Sosa, médico de guardia del hospital. Asimismo, convocaron a una manifestación en la puerta del hospital, hoy a las 10, a la que invitaron a sumarse a toda a comunidad.
El lunes por la tarde, cuando se anunció el paro, hubo respuesta de parte de la secretaria de Salud, Adela Armando. Pero “la propuesta fue totalmente insuficiente y no tiene relación con los hechos de violencia que vivimos”, expresó Sosa, quien agregó que la funcionaria sugirió incorporar un patrullero en la zona, un policía más y un agente de Control Urbano o de la Guardia Urbana Municipal. “Ya tenemos dos policías, dos de seguridad privada y dos de Control Urbano. En los últimos tres años pasamos de tener una persona a seis, y fueron esas seis las que intentaron frenar el hecho de violencia del domingo pasado y no lo lograron. Entonces, creo que acá no se trata de la cantidad de efectivos que haya, tampoco tenemos autoridad para hablar sobre un campo en el que no ejercemos pero necesitamos una solución de inmediato”, expresó.
El suceso se desató tras la muerte de una nena, el domingo. La pequeña había sido llevada a la guardia del hospital y luego de ser atendida los médicos le indicaron que volviera a su casa. Unos días después, presentó un cuadro de neumonía y falleció. Indignados, los familiares golpearon a la pediatra y desde entonces es el reclamo de los médicos.
Sosa no descartó la posibilidad de aclarar el caso: “Se dijeron muchas cosas sobre el caso. La nena tenía una enfermedad muy grave, estaba muy comprometida y de alta mortalidad, murió acá como pudo haber muerto en el Vilela o en un sanatorio privado. De todas formas, no hay nada que justifique la violencia. Se dijo que hubo mala praxis, lo cual no es cierto, pero sí hubo un hecho de violencia gravísimo”.
Paralelamente, el médico advirtió que durante cada mes se reciben entre 40 y 50 personas heridas de arma de fuego. “Ésta es una zona donde hay muchas bandas y se enfrentan a los tiros por intereses de todo tipo. Es más, hace uno días entraron muertos tres chicos y hubo un enfrentamiento entre familias en el estacionamiento del hospital, con la policía de por medio. Es una zona riesgosa, y ya no sabemos cómo enfrentarlo. La secretaria Armando dijo que, precisamente, los vecinos son los responsables de tanta violencia. No es así porque las familias que vienen son muy humildes pero respetan el lugar y a los médicos. Pero aquellos que integran estas bandas, pueden tener un tiroteo acá mismo como en la escuela del barrio o en la capilla de la vuelta. Les da lo mismo y no queremos seguir arriesgando nuestra vida ni la de los pacientes”.
Comentarios