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Sociedad

La gran apuesta a descentralizar

Para la profesora Irene López, la descentralización de la oferta terciaria, entre ello la apertura de 30 nuevas carreras, despierta expectativas en barrios de Rosario: “Cuando hablamos de democratizar es para hacer llegar la educación a todos los sectores”.


El periodista y docente recientemente fallecido Tomás Bulat sostuvo que “cuando se nace pobre, estudiar es el mayor acto de rebeldía contra el sistema. El saber rompe las cadenas de la esclavitud”. Así mismo, para que estos sectores sociales accedan a la educación hace falta más que rebeldía. Ingresar y permanecer en las instituciones, en nuestro caso del nivel superior, requiere de determinadas “inversiones” donde la “rebeldía de estudiar” es una parte de la compleja trama socioeducativa.

Emilio Tenti Fanfani sostiene que “el aprendizaje requiere una inversión de diversas especies de capital, tanto por parte de la familia como del estudiante. Además de los costos de oportunidad, están los gastos que requiere el hecho de frecuentar una institución (transporte, materiales de estudio, etc.). Por otra parte, el “oficio de estudiante” requiere de una importante inversión de tiempo y esfuerzo. Al mismo tiempo, es preciso que el estudiante tenga garantizado un determinado nivel de vida, que está asociado a ciertas condiciones materiales tales como vivienda, alimentación, etc”.

La obligatoriedad del secundario (en la provincia de Santa Fe se incrementó en un 4 por ciento la matrícula en 2014) asociado, en algunos casos, a las asignaciones familiares y a planes como “Vuelvo a Estudiar”, ha permitido un aumento de las expectativas educativas importantes sectores de la sociedad. En este sentido, el Ministerio de Educación de la Nación y de la provincia de Santa Fe han incrementado la oferta terciaria oficial, apuntando a sectores que tímidamente se incorporan al nivel superior.

La provincia sumó veintitrés ofertas en el año 2014 y cerca de treinta nuevas carreras que se abrirán durante este año. Muchas de ellas se instalaron en Parques Industriales, Polos Tecnológicos, en barrios de la ciudad de Rosario como: Alberdi, Belgrano, Las Flores y Tablada y en pequeñas localidades del interior de la provincia. Durante el año pasado, la matrícula terciaria en Santa Fe se incrementó casi un 35 por ciento alcanzando los cincuenta mil estudiantes.

Irene López es profesora para enseñanza primaria formada en la conducción de instituciones educativas. Se desempeñó como docente de grado; durante más de quince años como directora y desde 2010 hasta 2013 como Supervisora General de Educación Privada. Su vinculación con la dirección de enseñanza privada la puso en contacto con los institutos superiores de gestión privada. Desde abril de 2013 es directora Provincial de Educación Superior pública de gestión oficial.

“Hemos instalado en la agenda política educativa, –sostiene López–, el acceso, la permanencia y el egreso de sectores antes excluidos de la educación superior. Este es nuestro compromiso con un reclamo social histórico que es la equidad de oportunidades. Cuando hablamos de democratizar el nivel superior, no se trata sólo de discutir algunas cuestiones al interior de las instituciones, sino de hacer llegar la educación a todos los sectores”

La directora Provincial sostiene que “es importante que la educación superior llegue a los barrios, si los estudiantes, por diversos motivos, no vienen a las instituciones hay que hacer llegar la educación superior a sus lugares. Muchas veces los que están en los “bordes” no llegan al centro, no entra en sus cotidianeidades la de ir a estudiar a las zonas metropolitanas, por eso, lo que hacemos es llevar la educación superior a éstos lugares como lo hicimos por ejemplo, con las carreras de Enfermería y Gestión de Mantenimiento de Equipos Biomédicos en barrio Las Flores, el tríptico de turismo en los barrios Alberdi y Belgrano y la carrera de Diseño Ambiental en zona sur”.

—¿Qué tipos de carreras son las que se abrirán este año en los barrios de nuestra ciudad?

—Las carreras que inauguramos no existían en la educación pública de gestión estatal. No estamos abriendo carreras que ya estaban, lo que hacemos es, a la par de sostener la educación superior en todos los contextos, abrir carreras que no existían y que están teniendo una respuesta que excede nuestras mejores expectativas. Son ofertas formativas que iniciarán sus ciclos lectivos en mayo, para dar lugar a que los alumnos conozcan en tiempo y forma la propuesta. Abrimos las tecnicaturas de Enfermería, Gestión y Mantenimiento de Equipos Biomédicos en barrio Las Flores, Analista Programador e Informática Aplicada en el Polo Tecnológico del ex Batallón 121 y Ambientación de Interiores en la zona sureste.

—¿Están elaborando algunas estrategias especiales para el sostenimiento de los estudiantes de estas carreras?

—En cada institución estamos constituyendo equipos de trabajo, que en esta primera etapa se encargan de difundir la propuesta en los barrios y luego tendrán la responsabilidad de sostener a los estudiantes durante su cursado. Muchos alumnos han perdido su trayectoria estudiantil y, en oportunidades, hasta se ha quebrado la continuidad pedagógica de estos recorridos personales. La idea es que los equipos que se están formando para atender cada carrera, puedan sostener la permanencia de los jóvenes en el nivel facilitando su egreso. No estamos pensando en terciarios de “baja intensidad”, pero sí en apoyos pedagógicos para cursar las materias más difíciles de abordar por los alumnos y hasta para resolver determinadas situaciones sociales, que no permitan la continuidad de los estudios superiores en los contextos donde serán desarrolladas.

—¿La instalación de carreras fuertemente referenciada, en los barrios no daría lugar a restringir el acceso sólo a la población del lugar?

—Con la instalación de estas propuestas en los barrios intentamos pensar la educación en las grandes ciudades de manera diferente. Así como el colectivo tarda lo mismo y es la misma distancia del barrio al centro, la gente del centro podría comenzar a trasladarse hacia otras zonas de la ciudad para estudiar. Creo que vamos a tener más de un caso donde, frente a la necesidad de cursar en ámbitos públicos de gestión estatal, los alumnos se acerquen a los barrios. Intentamos que mucha gente haga el camino inverso al que se ha repetido históricamente en las ciudades grandes. Si bien es una práctica nueva y está en nivel de laboratorio, tenemos la experiencia del barrio Yapeyú (Tecnicatura en Enfermería y Tecnicatura en Gestión y Mantenimiento de equipos biomédicos) de la ciudad de Santa Fe, donde el primer año de cursado se anotaron casi exclusivamente jóvenes del barrio y hoy van alumnos de distintos sectores de la ciudad. Asimismo, la idea es priorizar a la gente del barrio que es la que eventualmente no accede a la educación superior.

Más pobres, más expuestos

Una publicación de Unicef sostiene que “las posibilidades de acceso y permanencia de los jóvenes en los diferentes niveles de educación, como así también la salida de los mismos del sistema, están altamente condicionadas por las carencias existentes en los hogares a los que pertenecen. Los alumnos de sectores sociales pobres están más expuestos a la posibilidad de repetir o abandonar, y acceden en promedio a menor cantidad de años de escolaridad”. En este contexto, el aumento de las matrículas del secundario a nivel nacional y provincial y el acceso a la educación terciaria en los barrios y localidades de la provincia de Santa Fe es un hecho positivo. No obstante ello, este programa de “experimentación” está casi en fase de laboratorio (aún no ha promocionado ninguna cohorte) falta la experiencia social, la puesta en práctica que conducirá a la ratificación o rectificación de las líneas de planificación. Para esto es prioritaria la continuidad en el tiempo y la financiación permanente del sistema educativo. El mejoramiento de los niveles en educación será una realidad si se identifican, reconocen y corrigen los problemas pedagógicos y los que subyacen en la estructura social, por eso, la respuesta no es solo académica, sino también, de condiciones de vida de jóvenes y adultos.

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