Con la temperatura como aliada, Rosario alojó entre el sábado y ayer a la primera Fiesta Nacional del Helado Artesanal. Con múltiples stands y 31 representantes de heladerías locales, que exhibieron –y vendieron, a precios promocionales– sus productos en el Parque Nacional ala Bandera, la celebración incluyó espectáculos y sorteos entre los asistentes, para cerrar con un show de fuegos artificiales y –no podía faltar– la reina del sector. Los organizadores, pese a las buenas expectativas puestas en el evento, anoche no salieron de su asombro por la convocatoria: calculaban –y con espíritu conservador– que durante las dos jornadas pasaron unas 60 mil personas por los puestos, con una estimación similar respecto de los helados vendidos.
Las jornadas fueron organizadas porla Cámara Industrialy Comercial del Helado Artesanal de Rosario (Cicha) y el Ejecutivo local. Desdela Secretaríade Producción municipal señalaron que el objetivo es poner en relieve la calidad productiva del sector y ofrecer un nuevo espacio de encuentro familiar. La celebración, con todo, tuvo su traspié: había sido suspendida la semana anterior a consecuencia de las intensas precipitaciones que se abatieron sobre la ciudad.
Ayer el tiempo acompañó, y los asistentes pudieron disfrutar más de 200 gustos de helados, desde los clásicos hasta los nuevos sabores, como roquefort con nueces, cabernet sauvignon, fernet con coca y el llamado del Bicentenario. “Excelente, esperábamos una buena convocatoria pero superó todas nuestras expectativas”, sintetizó anoche un balance provisorio Diego Cantarello, vocero de Cicha. El comerciante aclaró que esa era la sensación, y no apenas una “frase hecha”. Estimó entre 50 y 60 mil las personas que visitaronla Fiestaen las dos jornadas, y con esa concurrencia destacó que no hubo “ningún problema” de organización o seguridad. Con lo que se animó a pronosticar que la celebración se instalará cómodamente en el calendario rosarino de eventos.
El cierre de ayer fue con un imponente lanzamiento de fuegos artificiales, que sucedió a la elección de la reina. La merecedora del premio fue Nicol Aime, una bella joven de 18 años.
Con historia
La fiesta tiene raíces: Rosario es la mayor ciudad en producción de helados en proporción a su número de habitantes. Según los registros oficiales del área de Producción, las casi 70 fábricas locales elaboran entre ocho y nueve litros anuales por persona. “La calidad de la producción se pone de manifiesto no sólo en el consumo regional sino también en el hecho que los helados locales se exportan a países limítrofes”, apuntaron desde el municipio. Esta es la razón principal por la que en 1999 Rosario fue declarada capital nacional del Helado Artesanal.
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