Investigadores de la facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario proponen controlar la eficiencia de calefones solares de forma remota para mejorar rendimiento, venta de equipos y confianza en la energía renovable. El mercado de los aparatos que reemplazan los tradicionales a gas o electricidad ha crecido y se pueden conseguir calefones nacionales o importados –en su mayor parte de China– con un valor que va de 5 a 10 mil pesos. Según los cálculos de los investigadores, en 10 años se amortiza el costo del equipo e instalación con lo que ahorra de energía tradicional, ya sea gas o electricidad, aunque en este último caso el plazo es sensiblemente menor. Una de las integrantes del proyecto que busca fondos y participación en la instalación de aparatos en la edificación de viviendas sociales dependientes de la Nación, Virginia Scotta, explicó la iniciativa a El Ciudadano.
En 2010 alumnos y profesores del posgrado de la Facultad de Ingeniería de la UNR vieron con saludable preocupación el crecimiento de los calefones solares tanto en casas particulares como luego en viviendas sociales conforme lo dispuesto por uno de los programas dependientes de Nación. Controlar la eficacia de los aparatos sería, pensaron en ese momento, primordial para productores, usuarios y potenciales compradores. Si funciona mal porque el ambiente en el que está instalado requiere de un revestimiento de lana de vidrio, por ejemplo, todos pierden: menos ventas, desconfianza en lo adquirido y descreimiento a una forma de ahorro energético hogareño.
Dos años más tarde la inquietud se convirtió en un proyecto: “Laboratorio remoto móvil de energía solar térmica. Innovación tecnológica para ensayos/soluciones conducentes al ahorro energético”. Surgió en el marco de la Maestría en Energía para el Desarrollo Sostenible y quedó preseleccionada entre 3 mil proyectos dentro del concurso nacional de innovaciones, organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. El logro llevó a los investigadores a presentar el dispositivo en el complejo Tecnópolis ese mismo año.
Para todos
Según la investigadora, los comercializadores de calefones solares en Argentina instalan los aparatos de un modo estándar, sin tener en cuenta las condiciones climáticas del lugar en donde va a funcionar. “No es lo mismo instalarlo en Santa Fe, Salta o Mendoza. Para que la gente no se aleje de la tecnología y la termine bastardeando pensamos en un dispositivo que controle de forma remota la temperatura del calefón, y su eficiencia con un programa de computadora”, apuntó Scotta, quien también se desempeña como directora del departamento de carreras de postgrado de la Escuela de Posgrado y Educación Continua dentro de la Facultad de Ingeniería de la UNR. De ese modo, el productor o comercializador no necesita ir hasta el lugar, remover el aparato para cerciorarse de su funcionamiento, por ejemplo, cuánto tarda en calentar el agua. Con el relevamiento digital los investigadores calculan que se pueden realizar sugerencias de optimización del equipo, ya sea en la instalación o en la etapa de usuario con un manual de prácticas, por ejemplo. “En base al análisis estamos en condiciones de darles sugerencia de cómo usarlo. Depende de la cantidad de litros que puede procesar y la cantidad de personas. Lo que buscamos es concientizar y sensibilizar sobre los límites. Hay equipos que no permiten a 10 personas bañarse”, ejemplificó la investigadora. Esta información será aún más importante ya que en 2012, según anunció la Nación, se inició la instalación de 2 mil calefones solares en viviendas sociales en el conurbano bonaerense y el norte del país.
En la actualidad, el proyecto busca pasar de lo teórico a lo práctico y alcanzar al Estado nacional para que incorpore el dispositivo, el monitoreo y el tentativo manual de usuario en las viviendas sociales desarrolladas y por desarrollar. La clave, insistieron desde la facultad de Ingeniería, está en los fondos y contactos con las empresas que producen los aparatos. “En cada zona donde haya calefones se pueden instalar 10 dispositivos y brindar asesoramiento para cada lugar”, analizó la investigadora.
“La meta es obtener un mejor rendimiento que transmita confianza en la tecnología sustentable que creemos debe complementarse con el gas y la electricidad en las casas. Es una forma de contribuir a la socialización de la tecnología”, consideró Scotta. Para la investigadora, el panorama energético actual permite pensar un futuro de sustitución de energías a través de estas nuevas tecnologías que complementan las tradicionales y ligadas a la extracción fósil. “Sin embargo, el ahorro energético que significa un calefón solar es importante para el bolsillo del usuario y el medio ambiente”, agregó.
La iniciativa además encuentra un nicho singular en territorio santafesino: el año pasado el gobierno provincial lanzó el proyecto “Un sol para tu techo”. Implementado a través de la Subsecretaría de Energías Renovables, consiste en una línea preferencial de créditos ofrecida a más de 200 mil familias santafesinas cuyos hogares no poseen acceso a gas de red. A través del Nuevo Banco de Santa Fe, el crédito sólo sirve para la financiación de equipos de fabricación nacional aprobados por el Estado provincial. “Los objetivos del proyecto son fomentar la utilización de fuentes de energías renovables y ayudar a generar conciencia y a difundir hábitos de consumo sustentables”, apuntaron desde la cartera santafesina.
Otra potencialidad
El sistema remoto instalado en un calefón solar también puede, si es programado de forma específica, medir la temperatura de los alrededores. E incluso, sostienen los investigadores, ayudar a generar alertas tempranas en casos de recalentamiento de cables subterráneos de luz. “Con estos sensores se puede analizar a distancia y antes de la explosión un malfuncionamiento. Luego, cortar el suministro y reparar la red”, adelantó.
El recorrido de los académicos del postgrado de la facultad de Ingeniería local incluye haber participado en la creación de la comisión de Cambio Climático del municipio y la redacción de la reglamentación de eficiencia energética para los edificios, incluido entre los requerimientos para las constructoras. “El desafío desde siempre en la universidad ha sido salir de lo teórico y llegar a la cotidianidad con soluciones. Creemos que esta oportunidad de aportar a las energías renovables es muy importante”, concluyó Scotta.
El Banco Municipal cuenta con una “Línea Verde”
Poco tiempo atrás el gobierno provincial y el municipal presentaron una línea de crédito de 50 millones de pesos para empresas con proyectos ligados a energías renovables como la producción de calefones solares. La denominada “Línea Verde” se puede tramitar en el Banco Municipal de Rosario y posee una tasa preferencial del 17,5 por ciento –tasa nominal anual– con financiación hasta el 80 por ciento del total del proyecto. Se podrán financiar inversiones asociadas a la generación de energía renovable como instalación de paneles fotovoltaicos, generadores eólicos, biodigestores y calderas a biomasa, entre otros. Al respecto cabe recordar que el gobernador Antonio Bonfatti anticipó que una empresa china se podría radicar en la provincia con el objetivo de “renovar el parque lumínico de todas las ciudades con lámparas LED, lo que significaría un ahorro importante de energía”.
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