Ciudad

La era del Gran Hermano

El Ministerio de Seguridad instalará cámaras de alta definición en los accesos a Rosario y a Santa Fe. El monitoreo está pensado para la seguridad, pero también servirá para siniestros viales, quemas o niebla.

“Es una primera etapa: esto va de la mano con el desarrollo del 911. Hasta ahora tenemos centros de operaciones en Rosario y Santa Fe; pero con la expansión del sistema pueden aparecer otros nodos en el resto de la provincia que ameriten la colocación de cámaras”, define el secretario de Seguridad de la provincia, Horacio Ghirardi. Con su explicación, el funcionario anunció el salto del sistema de respuesta inmediata a la era del Gran Hermano: en menos de 40 días se lanzará una licitación para instalar dispositivos de videocontrol en todos los accesos a Rosario y a la capital provincial. Se trata de cámaras con una definición tal que permitan la visualización de la patente de un auto para prevención y resolución de delitos, por ejemplo, pero también para captar y emitir alerta en caso niebla, o lanzar un despliegue inmediato en casos de siniestros viales, incendios o quemas de pastizales. La idea es que los aparatos, lo suficientemente sensibles como para obtener imágenes detalladas aun de noche o con lluvia, estén instalados y funcionando en abril o mayo del año próximo. Así, a todo el que entre o salga de ambas ciudades, aunque no sonría, lo estarán filmando.

La iniciativa contempla una inversión de más de 2 millones de pesos para el control de los accesos y salidas de Rosario y Santa Fe, aunque en un futuro más o menos próximo el sistema podría extenderse a otros puntos clave del territorio santafesino, como cruces de rutas interprovinciales. “También va de la mano con el mapa del delito. Habrá lugares determinados que ameriten hacer una inversión semejante y otros donde no: se encargarán los propios municipios o el centro comercial de cada localidad”, explica el secretario Ghirardi.

El funcionario socialista insiste en que la idea tiene como fin agregar un elemento más a la seguridad pública, “pero que puede ser útil también para la seguridad vial en una emergencia, un accidente a gran escala, un incendio o ante un banco de niebla que se produzca de repente en la Circunvalación”. Es que las imágenes que se transmitan –las cámaras funcionarán siempre y tendrán un sistema de alimentación auxiliar (UPS) en caso que se les corte la electricidad– alertarán también de otro conjunto de situaciones que requieren intervención inmediata y que no se originan en el delito.

“Las circunvalaciones y el ingreso a las ciudades son nudos siempre conflictivos, fundamentalmente por la noche. Y también es un aporte a un área que ni termina siendo de la ciudad ni de nadie”, admite el secretario de Seguridad.

Así explica la sustentabilidad del plan. Las imágenes se transmitirán por conexión inalámbrica –”wireless” (sin cables) en la jerga informática– y serán captadas y almacenadas en centros destinados para ese fin. “Va de la mano con el desarrollo que Rosario y Santa Fe están haciendo con el sistema de videocámaras hacia el interior de cada ciudad: todo va a estar coordinado con ese sistema. Por ejemplo, las cámaras podrían ser accedidas tanto desde el centro de operaciones del 911 como desde los centros que monten los municipios”, apunta Ghirardi.

La idea del funcionario socialista es que las cámaras brinden un panorama exacto de todo lo que ocurre. “Los nudos tienen mayor o menor complejidad de acuerdo a cuántas intersecciones de rutas o de colectoras o de calles urbanas existan. A partir de ello se colocarán domos, que son las cámaras que giran 360 grados, y cámaras fijas. Son cámaras antivandalismo, con gran nitidez, que permiten por ejemplo acercarse y tomar un patente de un vehículo que pueda tener pedido de captura”, se entusiasma.

Así las cosas, en cada punto habrá un dispositivo del tipo domo que, según la complejidad, estará acompañado por entre dos y cuatro o bien entre cinco y ocho cámaras fijas. “Todas las que sean necesarias”, agrega Ghirardi. Y las filmaciones se guardarán durante un lapso a determinar y después se borrarán para reutilizar los soportes. Claro está, si muestran hechos concretos se almacenarán sin plazo. “La centralización la va a hacer cada una de las ciudades a través de los centros de monitoreo y acorde a las ordenanzas que establezcan el uso de estas imágenes”, explica el secretario..

Con todo, el funcionario reconoce que la instalación de cámaras –hoy cualquier persona puede instalar con poco dinero un sistema casero con una camarita web y hasta visualizar las imágenes en forma remota si las “sube” a internet– implica un salto tecnológico que están reclamando, por ejemplo, grupos de comerciantes. Frente a ello, indica que el tema deberá ser regulado: “Salvo la provincia y el municipio, los privados tendrán que pedir autorización de acuerdo a cómo esté planteado el marco regulatorio”, indica.

“Si bien esto se ha dado espontáneamente por los avances tecnológicos –insiste Ghirardi– y ya distintas empresas privadas o instituciones han colocado cámaras, en el espacio público quien tiene la potestad para reglar dónde se ponen es el municipio en el ejido urbano, y la provincia en sus ámbitos de competencia”.

“Tampoco es la idea que cada cual vaya colocando cámara como se le ocurra”, advierte el funcionario.

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