País

Palabras con dureza

“La elección de autoridades del PJ fue una estafa a la gente”

El titular del gremio gastronómico porteño Dante Camaño describió al acto como un "un escandalete y una vergüenza” y criticó duramente los doce años de kirchnerismo.

El titular del gremio gastronómico porteño (Uthgra) Dante Camaño aseguró que la reciente elección de las nuevas autoridades del peronismo fue “un escandalete, una vergüenza y una estafa a la gente”, y afirmó que esa organización política debe definir qué es “ser peronista”.

“Peronista soy yo, que nací en una unidad básica en Caseros y La Rioja y trabajé toda la vida. Da vergüenza lo que pasa. Los asesinos que mataron a José Rucci dicen que eran peronistas. Yo, que amo a Rucci, también lo afirmo. ¿Qué es ser peronista? ¿El estatismo muy raro de los imbéciles kirchneristas que favorecieron a los grandes capitales? ¿O el neoliberalismo de Carlos Menem? ¿López Rega o Firmenich y Galimberti? ¿Kiciloff, del ex gobierno nacional y popular, que reivindica el marxismo?”, se preguntó.

Camaño criticó duramente los doce años de kirchnerismo y señaló que a Axel Kiciloff “no le funciona bien la cabeza, a tal punto que solo administró un barcito en Palermo Holywood y lo fundió”, y aseveró que “la base de esos criminales y ladrones seriales de miles de millones fue producto del mal sistema político que, de haber funcionado, no hubiese permitido a un Lázaro Báez manejar millones”.

“Se robó tanto durante el kirchnerismo que a eso ya no se le puede llamar robo. Fueron profesionales del saqueo. Menos mal que no quemaron todo al irse”, puntualizó Camaño a la agencia Telam.

Respecto de la promocionada unidad del sindicalismo, Camaño se mostró algo escéptico, al afirmar que quizá el movimiento obrero argentino deba acostumbrarse a convivir con varias CGT; afirmó que desde los orígenes siempre hubo más de una central y “a nadie le importó” y subrayó que “esa es la naturaleza” del sindicalismo nacional.

“Siempre hubo sectores, grupos, conceptos diferentes y charlatanes que quieren un modelo sindical y el resto otro. Así es el movimiento obrero argentino. Los adalides de la libertad sindical son unos zánganos. Ni siquiera son ladrones sino imbéciles que, en aras de la libertad, destrozan todo. Hay más de 2.000 gremios en el país y, eso, no sirve para nada”, argumentó.

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