Espectáculos

La ‘Dulzura’ de Cultura Profética

“La mejor de todas las armas es el amor”, dice Boris Bilbraut, baterista de la banda portorriqueña que esta noche se presenta este jueves, desde las 22, en Willie Dixon.

Por Daniela Barreiro

Año tras año el reggae va ganando adeptos en la ciudad y las manifestaciones de este fenómeno se hacen cada vez más visibles. Esta noche los rosarinos tendrán la posibilidad de escuchar a los principales herederos del mítico Bob Marley cuando los músicos portorriqueños que integran Cultura Profética se suban, a partir de las 22, al escenario del Willie Dixon (Suipacha y Güemes) para presentar su último disco de estudio, La Dulzura.

Cultura Profética comenzó su carrera en 1996 pero no fue hasta 1998 que editó su primer disco, Canción de Alerta, exitoso debut que les dio fuerza para que la banda sacara a la venta, sólo un año después, Ideas Nuevas.

En 2001 los músicos editaron Cultura en Vivo y en 2002 Diario, material en el que comenzaron a expresar sus opiniones respecto de ciertos acontecimientos sociales y se convirtieron en una agrupación de culto y de protesta en su país de origen.

En 2005 salió M.O.T.A (Momentos de Ocio en el Templo del Ajusco), un disco con el que Willy Rodríguez (voz y bajo), Omar Silva (guitarra y bajo), Eliut González (guitarra), Boris Bilbraut (batería y voz) y Juan Sulsona (teclado) ingresaron con éxito al mercado latinoamericano.

Actualmente Cultura Profética se encuentra presentando La Dulzura, un CD que deja de lado la denuncia social directa y plantea como hilo conductor el amor. Del nuevo material, la actualidad del reggae en Latinoamérica y el legado de Bob Marley habló con El Ciudadano el baterista de la banda Boris Bilbraut.

—El material se titula “La Dulzura” y es evidentemente más romántico que los anteriores. ¿A qué se debe?

—Tuvimos muchas vivencias en los cinco años que pasaron desde el disco anterior; esas vivencias nos demostraron que una de las mejores armas para combatir muchas cosas que están mal es el amor. Creo que esto ha llegado a nosotros y se plasmó en este disco.

—Dentro del recorrido del disco pueden escucharse sonidos que escapan al reggae, como un bolero y un tango. ¿Por qué decidieron incorporarlos?

—Primero vimos que esos ritmos se asimilaban al concepto del disco y además nos marcan la llegada a Argentina. Han pasado once años desde que Cultura llegó a Argentina, al underground del país de la mano de Los Cafres. Ese choque cultural nos marcó mucho y terminamos haciendo una introducción de tango a modo de agradecimiento a los argentinos. Además estamos explorando otra vertiente, otra forma de protestar, hay muchos géneros que toman la temática del amor y decidimos explorarlas. Estamos viviendo una época en la que la gente no entiende cómo amarse bien y saludablemente. La consigna parece ser: “O estás conmigo o te mato”. Pensamos que no hay que proceder así, entonces intentamos dar otro mensaje sobre el amor para que la gente pueda tomarlo desde un punto de vista más saludable.

—En Rosario se está viviendo, desde hace algunos años, cierta popularización del reggae. ¿Creen que el género sigue ganando adeptos?

—Es el momento del reggae latino, del reggae en español. Hay muchos estilos de música nuevos pero una de las tendencias más fuertes es el reggae en español. Eso ocurre porque se está trabajando a nivel continental en lo que es Centroamérica y Sudamérica; se trabaja con tanta fuerza que seguramente vamos a ver pronto un afianzamiento del género. Nosotros abrimos una puerta, sentamos un precedente y abrimos caminos para que se reconozca este género; fuimos buscando las herramientas necesarias para ir extendiendo el mensaje. La gente se acerca al reggae porque está buscando canciones con contenido, que las letras tengan un mensaje y que lleven siempre a ser un mejor ser humano.

—“La Dulzura” contiene el tema “Verso Terso”, que critica fuertemente a la industria musical. ¿Qué sienten que está fallando?

—No hay una falla, hay una fórmula que ha pasado de moda. Las grandes industrias se quedaron afuera de la música que se escucha alrededor del mundo y por eso están tomando muchas tendencias que surgen de la gente. Fue lo que pasó con el reggaetón que era una forma de expresión urbana y después se comercializó; fue por eso que se popularizó tan rápidamente. Pero el reggae es algo más detallado y tiene su mensaje, por eso tardó en entrar en los corazones de la gente. No todo el mundo está preparado para escuchar un mensaje, la gente quiere festejar y no pensar en problemas. El reggae en cambio es la voz del pueblo, es una voz de protesta.

—Son una de las agrupaciones que más suele identificarse con Bob Marley. ¿Cuál es el legado del mítico músico que sienten que trasmiten?

—La unidad, la disciplina y la resistencia son muchas cosas pero lo que predomina es la unidad y la perseverancia. Esa es una enseñanza que va en paralelo con la educación musical que brindó. Creo que él murió sin saber cuán grande iba a ser su aporte al mundo. Había hecho una promesa y un pacto en el que se había propuesto que su música iba a ser eterna pero murió sin saber cuánto iba a trascender. Ya pasaron 30 años de su muerte y su música continúa sonando como si la hubiese grabado ayer. Hay muchos músicos que tienen su lugar en la historia como (Jimi) Hendrix, (Jim) Morrison pero creo que el sonido que tiene Bob Marley es único, sigue siendo refrescante y sus letras continúan estando vigentes después de 30 años.

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