Policiales

Drama repetido en zona sur

La dolorosa historia de una familia de Tablada signada por la violencia

Los Arduvino supieron llenar páginas de la sección policiales en varias oportunidades, en muchos casos como víctimas de hechos violentos. La última pérdida que sufrieron fue el viernes pasado, cuando mataron a Josué, de 21 años

Foto de Facebook

Josué Isaías Arduvino tenía 21 años y este viernes fue asesinado cuando fue a sacar la basura. La víctima se quedó hablando con unos pibes que estaban afuera de su casa, en barrio Tablada, cuando pasó una moto y uno de sus ocupantes disparó. El chico corrió intentando refugiarse pero recibió varios plomos en su cuerpo que terminaron con su vida.

Arduvino es un apellido que en la década pasada tuvo algunos de sus integrantes en las crónicas policiales, en muchas de esas ocasiones como víctima. El transitar de algunos de sus miembros por ese sendero generó hechos desgraciados para otros que buscan un camino diferente.

Lo que cuentan es que Josué era un pibe que buscaba superarse; que era amable y respetuoso, y estaba detrás de una oportunidad laboral, pero una muerte violenta le quitó toda posibilidad, como a otros de sus familiares.

En un posteo de Facebook uno de sus parientes lo despidió con mucho amor, lo describió con un alma hermosa, un pibe demasiado bueno, aseguró.

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Polli, como lo conocían en el barrio tenía sus padres fallecidos. Siempre habitaron en Beruti al 2800, zona que ha sido blanco de varios ataques armados en los últimos años. Este viernes, Polli salió de su casa a tirar la basura y se quedó charlando con otros chicos del barrio, contaron sus allegados. En un momento apareció una moto con dos ocupantes: el pibe corrió pero lo siguieron a los tiros, según la información policial.

Los disparos alertaron a la barriada, cuyos vecinos salieron a ver qué pasaba: Polli había quedado muy malherido. Lo cargaron a un auto y lo llevaron al Hospital Provincial, donde murió a poco de ingresar, contaron fuentes del caso.

Esta historia parece un deja vú para su familia, que en 2022 vivió una situación similar con otro de sus integrantes, en este caso Néstor Andrés Arduvino, de 18 años y hermano de Josué.

Esa noche una moto se acercó a un patrullero en 27 de Febrero y Necochea. Iban tres personas en el rodado, una de ellas estaba herida. Era un primo de Néstor con un tiro en la pierna. Lo llevaron hasta el hospital Provincial, a donde también ingresó Néstor con una herida en la zona intercostal que le generó una lesión hepática y renal. Lo operaron pero no pudo recuperarse y falleció el jueves siguiente tras luchar por su vida.

El crimen se produjo cuando varios integrantes de la familia Arduvino y otros vecinos se aprestaban a jugar un picadito en una cancha de fútbol 5 del barrio y apareció una moto que disparó contra el grupo. Néstor se llevó la peor parte y pagó con su vida.

Una saga interminable

Varios miembros de esta familia fueron protagonistas de historias policiales, algunos como imputados; dos hermanos de la víctima estuvieron vinculados con investigaciones por delitos contra la propiedad, y otros como víctimas.

Uno de los hechos más cruentos ocurrió en marzo de 2010, cuando Emiliano Cristian Arduvino fue asesinado en un pasillo de Medici al 4600. Por este hecho fue condenada una sindicada dealer de la zona junto a su pareja. El hijo de esta mujer, Alejandro, de 15 años, fue asesinado el último día del 2011 en Necochea y Doctor Riva.

Mientras que Andrés “Lepe” Arduvino también fue asesinado en un confuso episodio que ocurrió en el departamento de un abogado en Montevideo al 1600. El hecho se produjo durante la madrugada del 8 de abril 2012 y hubo dos versiones.

La de la pareja del Lepe, quíen contó que Andrés le dijo que lo esperara en la esquina de Montevideo al 1600 porque tenía que pasar por un estudio. Minutos después, la joven dijo que escuchó ruidos y, cuando se acercó, oyó a su pareja gritar “me están matando”, y luego que la persona que lo tenía reducido se “lo tiró” por la ventana.

La versión del abogado fue oscura. El letrado terminó imputado por el hecho luego de varias irregularidades como: no dejar entrar a la policía, desaparecer 48 horas y tener que devolver algunas cosas que sacó de su departamento como un computadora y unas zapatillas aduciendo que no sabía que no podía entrar a su casa. Este hombre dijo que escuchó un ruido, y se topó con un extraño que portaba un cuchillo dentro de su casa. El abogado dijo que logró sacarle el cuchillo y defenderse, para luego tirarlo por la ventana que según sus dichos, había sido violentada por el extraño. El arma blanca nunca apareció en la escena del crimen.

Arduvino tenía alrededor de nueve cortes en distintas partes del cuerpo, dos de ellos en los testículos, –según la autopsia– y los médicos sólo lograron mantenerlo con vida dos minutos. El abogado logró un falta de mérito y con el tiempo quedó desvinculado del caso.

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