Por Daniela Barreiro 
Cuando los músicos se juntan a tocar e improvisar sobre el escenario surgen nuevas e innovadoras fórmulas que acrecientan los repertorios y dan resultados irrepetibles por la espontaneidad del encuentro. En una experiencia de esa índole se embarcó la cubana Yusa, en un ciclo que se conoció como “Descarga con amigos”, una serie de presentaciones en las que la cantante y algunos músicos argentinos se reunieron a aunar repertorios en una combinación de la que se desprende el disco Vivo.
Esta noche, a partir de las 22, en Mano a Mano (Lagos 790) los rosarinos tendrán la oportunidad de escuchar los temas de ese material en un show que la artista definió como “una puesta totalmente teatral, un monólogo musical”, haciendo referencia a la falta de compañía con la que la multiinstrumentista llevará adelante el recital.
Yusa, una fiel representante de la nueva ola de músicos cubanos que condensan la tradición de su país con los sonidos del resto del mundo, llegó a la Argentina y recorrió de la mano de su último disco Haiku las principales ciudades del país.
“Cuando comenzamos con los ciclos en Buenos Aires, recién salía a la venta Heiko, el primer disco que se conoció en la Argentina. Eso desencadenó en que, haciendo la gira, decidiera tocar los temas de mis discos anteriores que no llegaron al país, además de mostrar algunas cosas de mis coterráneos que es algo que me interesa mucho difundir. Vivo contiene temas que hicimos en un ciclo que se llamó «Descarga con Amigos», de la necesidad de que quedaran registrados esos momentos que normalmente pasan y que sólo quedan en la memoria de las personas que están presentes en ese momento”, contó Yusa.
El ciclo contaba con la participación de reconocidos artistas como Raly Barrionuevo, Kelvis Ochoa y Verónica Condomí, voces que pueden reconocerse en el material. “Cuando empezamos con este ciclo comencé a estudiar los repertorios de mis invitados y a hacerme de ellos, estoy viviendo una nueva etapa en la que estoy componiendo y recibiendo mucho de este país”, describió la cantante.
“Grabar en vivo es maravilloso porque suceden muchas cosas que tienen que ver con la predisposición o la cantidad de ensayos, algo efímero que pasa sólo una vez y en una situación en la que puede suceder cualquier cosa”, aseguró, al tiempo que adelantó estar armando un nuevo ciclo en el que, en oposición al anterior, contará con batería, bajos y guitarras eléctricas. “Estamos armando otro ciclo que viene más eléctrico, que va a tener algo del repertorio de Elmer Ferrer, un maestro de la guitarra, y algo de Ana Prada. Es un formato maravilloso en el que vamos a hacer cambios de roles en el escenario haciendo que los instrumentos vayan tomando otra importancia en el trascurso del show”, graficó.
Acerca de las modificaciones que sufrieron las canciones de sus primeros discos al ser incorporadas a este último, Yusa dijo: “Las canciones se van revelando a sí mismas porque más allá de que uno tenga la conciencia de traducir un estado de ánimo en texto o en melodía, creo que los temas salen por una necesidad y luego te das cuenta de que separándolos del contexto en el que fueron hechos distan mucho del estímulo que los creó. «Conga Pasajera» por ejemplo fue un tema que hice en el agua: estaba en el mar y pasó una mariposa por delante mío en aquel hermoso azul que tiene el mar de Cuba, ese mar inquieto, frío, lindo, pasó una mariposa amarilla y escribí: «Todo lo que pasa roza mi nariz como si fuera cosa pasajera / mariposa que voló vestida de mar sobre la marea». Pero esas sensaciones, una vez que las exponés en contextos completamente diferentes, modifican su punto de partida”.
“Tengo en mi tradición la música latinoamericana, que tiene que ver con la música que yo escuchaba en mi adolescencia como Mercedes Sosa, Charly García, Soda Stereo y Spinetta. Con mi estadía en Argentina pude ponerle rostro a eso que yo escuchaba pero que venía desde otro lugar. Por ejemplo había un grupo de universitarios en Cuba que hacían chamamé, cuando llegué aquí llegué a Formosa, estuve en Corrientes y pasé por Resistencia donde estaban haciendo la fiesta del chamamé. Cuando vi la gente tocando y cantando en las plazas fue como que se aunaron esas dos partes de mi vida y ubiqué de dónde venía eso que había escuchado durante largo tiempo” afirmó.
“En este momento estoy fuera de Cuba haciendo música con artistas argentinos y eso sin duda me modifica, me aporta lo que cada uno de ellos lleva. Yo tenía chacareras en mi repertorio pero como no existen exponentes de ese género en Cuba hice un estilo en el que la chacarera se hermana con la música cubana. A partir de ahí pude hacer con los músicos de acá sonidos que son más de esta tierra, en lo que respecta a la sonoridad de los instrumentos, y unirlos con cosas de la modernidad. Ahora estoy abriéndome totalmente a nuevas sonoridades porque en el próximo ciclo vamos a tener ¡hasta guitarra eléctrica!”, concluyó Yusa.
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