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La comunidad científica local pide continuidad y confianza

Desde los 13 institutos del Conicet y las universidades en Rosario renovaron el alerta por recorte en el presupuesto 2017.


Un doctor en ciencia no crece en los árboles. Es fruto de al menos cinco años de formación. En promedio, las investigaciones de alto nivel superan la década. Un hallazgo científico, como una patente para un medicamento, por ejemplo, mucho más. Esto lo saben las mil personas que trabajan en los 13 institutos de ciencia del Conicet y las universidades en Rosario. Muchos participan de más de una investigación a la vez. La ciudad suma 10 mil metros cuadrados y millones de pesos en marcha cada día para la ciencia. Con estos números la comunidad científica salió ayer por la mañana a protestar por la reducción del presupuesto para el 2017. Recibieron apoyo de legisladores locales y nacionales en cercanías al Centro Científico Tecnológico (CCT), donde funcionan gran parte de los institutos, a metros de la Ciudad Universitaria. “La ciencia es continuidad. El último gobierno (por el kirchnerismo) le dio un apoyo importante y se tomó conciencia de que la ciencia debe ser un bien del pueblo y servir a la soberanía e independencia de un país”, explicó el director del CCT, Roberto Rivarola. El investigador estimó que el recorte que se baraja a nivel nacional puede alcanzar los 400 millones de dólares, y agregó: “Hoy no es tan fácil conseguir trabajo en el exterior, pero existe siempre el riesgo de una fuga de cerebros”.

El banderazo

Bajo la consigna “No importa a quién votaste, defendamos la ciencia argentina”, ayer por la mañana docentes, investigadores, funcionarios universitarios, concejales y diputados nacionales volvieron a mostrar el malestar por el anuncio de Cambiemos de recortar el presupuesto en ciencia. El ex vicerrector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y actual diputado nacional Eduardo Seminara explicó: “Estamos recogiendo las demandas de todos los sectores de la ciencia y la tecnología, más las universidades y el directorio del Conicet. Es importante tomar la ciencia como una política de Estado, y que no esté atada a los vaivenes que tiene la democracia con el sistema de alternancia (de signo político)”. Lo de ayer fue la continuidad de una cruzada federal bajo la consigna “Defendamos la ciencia argentina” y que el jueves pasado llevó a múltiples protestas. En Rosario, fue en la esquina de Corrientes y Córdoba. Docentes y científicos vestidos para trabajar, con las batas blancas, mostraron algunas de las innovaciones que desarrollan más el instrumental: todo lo que está en riesgo.

En números

La ciencia en Argentina se sostiene sobre un trípode: El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT); el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, más conocido como Conicet; y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT).

Según el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas, el presupuesto en dólares del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT) se incrementó de forma gradual hasta 2014. Hace dos años empezó a caer. En 2016 la baja lo volvió a niveles de 2012 y, siempre según la información oficial, si se concreta el presupuesto del 2017, será más bajo que en 2011. El vicedirector del Centro de Investigaciones en Bionanociencias (Cibion) del Conicet, Fernando Stefani, opinó que el cambio pone en riesgo la continuidad de los programas científicos. Todos requieren de varios años. “Esto se contradice con cualquier política científica de Estado y los objetivos de desarrollo de una economía basada en el conocimiento”, señaló el científico. Stefani enfatizó que se desperdiciará la inversión realizada desde 2007 cuando tomó grado ministerial. Antes era secretaría. Desde entonces el CCT en Rosario creció hasta sumar 13 institutos y rellenar los edificios detrás de la Siberia que fueron levantados entre 1960 y 1970. Oficinas e instrumental lo volvió un polo científico. El último en sumarse al armado del CCT es el Instituto de Estudios Críticos en Humanidades (Iech).

Sobre el Conicet hace tiempo que los becarios reclaman por mejoras salariales. El sueldo promedio es de 19.500 pesos. “El presupuesto 2017 no permite ninguna recuperación de poder adquisitivo. Esto repercute en la calidad y desempeño de su personal e impulsa una nueva fuga de cerebros”, explicó Stefani y agregó: “Es importante comprender que el mercado laboral de los científicos es global. Si el mercado laboral local no ofrece posibilidades, es simple para los científicos encontrar oportunidades interesantes en el extranjero”. Según el doctor, Alemania y Estados Unidos basan su productividad en los científicos jóvenes que traen.

La tercera pata es la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT), más ligada a la innovación y por la que llegan los créditos internacionales. “El presupuesto 2017 plantea una reducción aún mayor, lo cual significa la interrupción y cancelación de programas científicos”, señaló Stefani, profesor de Física Experimental en la Universidad de Buenos Aires.

Cuidar a los animales

Desde las 16 en el aula 15 de la Facultad de Derecho de la UNR (Córdoba 2020) se realizará una jornada de derecho animal. Organizada por la Secretaría de Extensión Universitaria, la actividad serás abierta e incluirá diferentes temáticas. Entre el programa figuran: Ética animal: perspectivas teóricas de fundamentación de los derechos de los animales no humanos; la legislación del Derecho Animal; el maltrato en los medios de producción; y murciélagos de la Facultad de Derecho: situación y conservación. Para más información comunicarse al 4802634 interno 151 o124. También pueden escribir al correo electrónico mariaemilia.barberis@fder.unr.edu.ar.

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