Criticado por los jugadores, el balón del Mundial de fútbol –la Jabulani– se convirtió en objeto de estudio por parte de los científicos que tratan de entender su trayectoria “flotante e imprevisible” tal vez ligada a un exceso de perfección, pues la pelota es “demasiado redonda”.
“Jabulani” es un vocablo que en zulú significa “celebrar”, algo que no precisamente los futbolistas que participan del Mundial parecen compartir.
Citados por varios sitios especializados, los científicos japoneses Kazuya Seo, de la Universidad de Yamagata, y Takeshi Asai, de la Universidad de Tsukuba, hicieron algunas pruebas para constatar el inconveniente que enloquece a los futbolistas.
Los expertos concluyeron que pese a su sistema “gripngroove”, superficie rugosa para facilitar su toma por parte de los arqueros, Jabulani tenía características aerodinámicas parecidas a una esfera perfecta. Podría salir disparada con más velocidad pero ir más lenta brutalmente.
Eric Berton, director adjunto del Instituto de Ciencias del Movimiento, una unidad de investigación mixta del CNRS en Marsella, especializado en ciencias del deporte, también piensa en esa dirección.
“Las costuras de la Jabulani son internas; el balón parece entonces una esfera perfecta”, afirma.
Esto es una evolución inversa en relación a otros deportes. En tenis y en béisbol, hay irregularidades en la pelota precisamente para que pueda tener una trayectoria más estable y más controlable.
El golpe de corte en el tenis o el spin en el béisbol dan el efecto a la bola y permiten al tirador hacer trayectorias curvas.
“A causa de la forma de la Jabulani, el tiempo de contacto con el pie es menor. En consecuencia, prácticamente no gira más. El balón irá un poco más cerca, tendrá una trayectoria más flotante e imprevisible, ya sea para el pateador como para el arquero”, explica Eric Berton.
Además, las constataciones informáticas del profesor Derek Leinweber de la Universidad de Adelaida, en Australia, van en el mismo sentido: “Este balón va más rápido y sus trayectorias son menos previsibles que aquellos precedentes”.
La firma Adidas, fabricante de la pelota del Mundial 2010, por el contrario reivindica la forma esférica perfecta del balón.
Según Andy Harland, ingeniero especializado británico que participó en la elaboración del balón, “Jabulani no tiene las imperfecciones de los anteriores fabricados a mano. Ofrece una precisión inédita a los atacantes”.
El experto salió en defensa de su “bebé” en la prensa británica explicando que este balón es conocido por “reaccionar de manera uniforme con el fin de dejar en evidencia las cualidades técnicas de los jugadores”.
Eric Berton explica que la presión de aire, más débil en terrenos en altitud, como ocurre en Sudáfrica en ciertos sitios, tiene consecuencias sobre los remates pero “menores”, de todos modos, en relación a las de la forma del balón.
No obstante, el científico estima que a fuerza de entrenarse los jugadores podrán adaptarse a estos cambios. “Si la tecnología de balones perfectamente redondos perdura, los guardametas aprenderán a prever las trayectorias y los goleadores a controlar mejor sus tiros”, concluyó.