Edición Impresa

La ayuda y su efecto contagio

Por Luciana Sosa. El grupo Rosario Solidaria emprendió una semana de ayuda al otro inspirado en la madre Teresa de Calcuta, quien hubiese cumplido años este 26. Trabajan en conjunto con otras ONG de la ciudad.

La madre Teresa de Calcuta es un emblema de la solidaridad en el mundo entero y un grupo rosarino se hace eco de gran parte de su mensaje. Es por eso que con motivo del que es un aniversario más del nacimiento de la religiosa, símbolo de paz, se conmemora la semana de la solidaridad en torno del 26 de agosto, fecha en que cumpliría años la mujer. Rosario Solidaria emprendió, una vez más, la campaña más abierta de todas: ayudar al otro, conocido o no, cercano o no, desde los pequeños gestos hasta los grandes movimientos de ayuda. La iniciativa es trabajar con este objetivo hasta el domingo.

María Jorgelina Moroni, una de las integrantes de Rosario Solidaria, explicó a este medio: “El 26 de agosto, el día nacional de la solidaridad se conmemora con el nacimiento de la madre Teresa y nuestra labor es, justamente, exaltar la virtud humana que es la solidaridad que la caracterizaba. Por eso nos ponemos a trabajar nuevamente por las acciones solidarias, grandes o pequeños gestos que cambian el día del otro, y de a poquito vamos teniendo un mundo con más sonrisas, más calorcito humano”.

Es posible que desde lo individual veamos cómo manifestar esas ganas de ver sonreír al otro, de hacer algo por el otro, lo conozcamos o no. La solidaridad es contagiosa, una sonrisa lo es, y es bueno que podamos dale una mano a quien lo necesite”, añadió.

A su vez, la mujer detalló a El Ciudadano que en esta campaña no sólo se habla de donaciones de gran porte para paliar la situación crítica de una familia, una entidad, un barrio, sino también de un simple abrazo, un llamado o una visita a un familiar o amigo a quien hace mucho no se ve.

“La sensibilidad que ha tenido la madre Teresa a lo largo de su vida es un ejemplo que podemos seguir desde nuestro lugar”, dijo Moroni y agregó: “Es importante saber cómo podemos ir contagiando el espíritu de solidaridad, como pasó con la película Cadena de favores donde se termina armando una red de cosas buenas en el marco de un día muy especial. Se puede donar sangre, ayudar a una anciana a cruzar la calle, llamar a un familiar o un amigo que tenemos medio olvidado, hacerse un ratito para compartir. Por otro lado, sabemos que la sala de oncología del hospital Centenario necesita cambiar un poco su cara, necesita un poco de decoración, qué mejor que un grupito de amigos que se presenten con un poco de pintura o algunos cuadritos y la decoren. También se pueden sumar a las recorridas nocturnas de Red Solidaria con un termo de agua caliente y galletitas para los que duermen en la calle, o llevar una bolsa de caramelos a algún hogarcito o un paquete de pañales a una maternidad. Todo suma y todo hace que el mundo esté un poquito mejor”.

Moroni lleva meses en esta locura y a su vez, obra tan noble como es buscar que desde pequeños gestos la solidaridad se disipe. Rosario Solidaria comenzó con su accionar meses atrás con la recolección de cuadraditos tejidos para armar mantas y donarlas a quienes las necesiten. Luego siguió la campaña Dibuja una Sonrisa y la de Pequeños Gestos, siempre con el mismo fin.

Por otro lado comentó con alegría que en cada iniciativa del grupo la gente dio una muy buena respuesta, lo cual incentivó a este grupo de personas “sin carteles, sólo personas que quieren que todos estemos mejor”, como han declarado a este medio campañas atrás.

¿Dónde y cómo ayudar?

A modo de “disparador de ideas”, los integrantes de Rosario Solidaria expusieron una lista sobre algunas cosas que se pueden hacer en nombre de la solidaridad.

En el trabajo: reciclar el papel que no se utilice en beneficio de alguna entidad; organizarse para realizar entre compañeros de trabajo alguna actividad social voluntaria; fomentar y comprometerse con proyectos de Responsabilidad Social Empresaria y brindar de manera gratuita el servicio profesional en beneficio de quienes más lo necesitan; o hacerse eco de las ONG.

En casa: donar ropa en desuso limpia y en buenas condiciones; reciclar la basura (se puede donar tapitas a la fundación del hospital de Niños Víctor J. Vilela); donar alimentos a través de la parroquia o templo, a un comedor comunitario; donar implementos de cocina; donar juguetes o útiles escolares.

En el colegio: escribir cartas a chicos de otros colegios más humildes y así ganar nuevos amigos; armar en talleres de manualidades materiales didácticos para donar a colegios con menos recursos (hacer por ejemplo cartulinas con todas las letras para que aprendan el abecedario, o los números); organizar una colecta de útiles y libros.

Sumándose a una ONG: donar sangre y anotarse como donante de médula ósea; ofrecer nuestro tiempo, talento, trabajo o dinero para ayudar en una ONG; sumarse como voluntario para un proyecto puntual en alguna organización social.

En el club: organizar una colecta de ropa deportiva (buzos, zapatillas); compartir una jornada deportiva con alguna institución de menor recurso; donar artículos deportivos (pelotas, aros, sogas).

Rosario Solidaria

Este grupo ha sido conformado por “personas que preocupadas por la situación actual, nos propusimos ser puente entre las personas que tienen una necesidad con los que quieren y pueden brindar una ayuda”, explicaron.

A su vez, compartieron la cita que define la que fuera la misión dela Madre Teresay la que ellos emprenden en la ciudad: “La solidaridad no es un sentimiento superficial, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, es decir, el bien de todos y cada uno para que todos seamos realmente responsables de todos”.

Moroni comentó que en este tiempo no sólo se ayudó a mucha gente, sino también muchos otros se sumaron a estas actividades solidarias y otros tantos se incorporaron a su vida en calidad de amigos. Fue así también como destacó el papel que han cumplido las redes sociales en este tipo de campañas.

“Las redes sociales han abierto un campo inmenso de comunicación que nos ayudó muchísimo a contactar a personas de toda la ciudad y del interior del país para que nos ayuden a ayudar. También sabemos que muchos se han contagiado de estas ideas, y eso nos enorgullece como grupo, como personas, como seres humanos”, expresó Morini, emocionada.

A su vez, señaló un detalle cotidiano que tiene que ver con el trato que se brinda al otro: “En una charla entre todos, ¿qué mejor que responder bien al otro? Si contestamos mal, si hablamos a los gritos, vamos a provocar una sensación muy fea en quien nos escucha y esta persona también verá afectado su humor para con el otro. Fijate con qué poquito podemos mejorar un momento, o empeorarlo. Si agrandamos una buena acción el resultado será diez veces mayor”.

Comentarios

10