Esteban Fernando “Chuchu” Cuenca murió bajo una lluvia de balas que tenían como destinatario a un adolescente involucrado en la venta callejera de drogas, indicó este lunes el fiscal Adrián Spelta. El crimen, que enlutó a barrio Ludueña, fue cometido a las 19.30 del sábado en Vélez Sársfield al 5900 y tuvo una antesala inaudita, como si fuera un presagio de la muerte. Horas antes habían atentado contra el mismo pibe inmerso en el narcomenudeo, pero el arma de los gatilleros se trabó luego de la primera detonación, aseguró el investigador de la Unidad de Homicidios.
Spelta, a cargo de investigar el homicidio de Cuenca y de otros dos crímenes que lo precedieron, dijo que estos hechos se enmarcan en una pelea territorial por la venta de drogas. Y refrendó la versión barrial de que esta última víctima nada tenía que ver con el submundo delincuencial de tiratiros.
“Cuando nos hicimos presentes en el lugar pudimos constatar que la víctima era ajena al ataque en sí; se trataba de un grupo de personas que estaba realizando tareas para recaudar fondos para un partido de fútbol y nada tenía que ver con el ambiente delictual”, indicó.
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El fiscal aseguró que los disparos que mataron a Cuenca, que era jugador de fútbol del Club Defensores Unidos y tenía una hija pequeña, estuvieron dirigidos a un adolescente que vende drogas en una plazoleta ubicada en Vélez Sarsfield y pasaje 1528, que hasta hace unos años era un basural a cielo abierto.
Allí, este adolescente que mencionó el fiscal vendería drogas al menudeo con total desempacho. Según Spelta “todos los vecinos manifestaron su preocupación por la venta de estupefacientes en esa plaza; este menor vendía en la esquina e incluso se juntaba gente para la transacción”.
En ese contexto, luego de un intento fallido en horas de la tarde, atentaron contra el adolescente. “En la huida se cruza con estos chicos que eran ajenos al hecho y recibieron los impactos”. El resultado: la muerte de Cuenca y cinco heridos, todos en las extremidades inferiores, entre ellos un chico de 9 años y una nena de 12.
El barrio estalló de bronca y según el fiscal Spelta, las grabaciones que se viralizaron donde se ven corridas y se escuchan disparos corresponden a los momentos posteriores del crimen y corresponden a las reacciones de vecinos que enardecidos con personal policial. “Los videos posteriores nada tienen que ver con el hecho en sí del homicidio.
“Estamos en plena tarea investigativa para la individualización de los autores. Desde el jueves al sábado hubo tres hechos de homicidios y una tentativa en menos de 500 metros a la redonda de este hecho. Creemos que están ligados entre sí”, valoró Spelta. El contexto de los hechos, según el fiscal, fue la lucha territorial por la venta de estupefacientes.
Unas seis cuadras al sur de donde mataron a Cuenca, el viernes por la tarde, en Tupac Amaru al 5900, a metros de Solís y la vía, fue asesinado Jonatan Emanuel Cabaña, de 31 años. En el mismo ataque, Joana, una mujer de 29, sufrió un tiro en una pierna.
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No muy lejos, en Bielsa al 6400 –siete cuadras al norte de Vélez Sársfield al 5900–, el miércoles por la noche un atentado a balazos contra una vivienda devino en homicidio. Julio Sosa, un hombre de 59 años, fue alcanzado por múltiples disparos y murió cuando fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.
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