El Hincha

Superliga

Justicia penal: Newell’s ganó con tres penales y otra gran noche de Aguerre

Con tres tantos anotados desde los 12 pasos, el equipo de Héctor Bidoglio –sigue invicto en 7 presentaciones– goleó 3-0 a San Martín de San Juan y sube. Como ya es costumbre, el arquero volvió a mostrarse imbatible


Archivo Juan José García

El alivio se nota. El hincha festeja. Sufrió demasiado, pero la victoria necesaria llegó para Newell’s. No fue sencilla. El 3-0 engaña. Pero poco importa.

Alexis, el que cargó con el nueve, se va mano a mano y remata con potencia, pero encuentra a Ardente bien parado. Maxi pone un centro preciso, pero Insaurralde pifia de zurda de manera inexplicable; y enseguida tiene su revancha y saca un derechazo con destino de ángulo que caprichosamente toma otro destino en el aire.

El Gato encara, y cuando tira un enganche para quedar mano a mano, la pelota le rebota en el taco a Erpen. Maxi también prueba. Primero esboza una réplica de aquel gol icónico a México en 2006: pecho y zurdazo de volea que también se desvía. No conforme ejecuta de zurda ante un regalo de Pucheta y su remate pega en el cartel detrás de arco.

No hay caso. Llegar al gol es todo un problema para Newell’s. Llega al choque con los sanjuaninos con apenas 16 gritos, muy pocos para aspirar a crecer en la tabla. Ya no está Leal, pero poco cambia. Tal vez no sea un problema del nueve. Aunque el portugués hizo poco para seguir adentro…

Del otro lado, San Martín se anima. Ve que Newell’s sufre para convertir y busca un gol que traiga nervios al Parque. Pero aparece Aguerre para rechazar un disparo a quemarropa de Cristaldo. Y el travesaño entrega un guiño a la Lepra cuando Denning logra superar al imbatible arquero leproso.

De pronto, Maxi entiende que hay que hacer algo más. Intuye un pelotazo de Cacciabue y con inteligencia obliga al penal a Ardente. Formica asume la responsabilidad y patea esquinado. Ardente la roza, para crear suspenso, pero es gol. Y desahogo. Y explosión contenida en el Coloso.

El complemento no trae paz. La visita se anima por arriba y Newell’s sufre. La pelota da en la mano de Freytes, Chavarría no la ve. “Nos devolvieron la del gol de San Lorenzo”, justifican los plateístas. Y aparece Aguerre, una vez más. Vuela y se estira. Impide el empate dos veces. Y ya son tres en el partido.

Sufre Newell’s. Transpira. No encuentra la pelota. Imagina que lo pueden empatar, aunque tenga a Aguerre en modo muralla.

Newell’s debía ganar. Estaba escrito. Lo necesitaba para respaldar en números una campaña de Bidoglio interesante. Y el partido le entrega la chance de alivio.

Se desprende Nadalín y llega al área, Alexis pivotea y le hacen falta. Penal, aunque en la continuidad era gol del lateral. Hay que asegurar. Va Maxi. No siente presión. Abre el pie y pone el 2-0 mientras Ardente se revuelca engañado.

Pinta para goleada. Entra el pibe Moreno y se luce en el debut. Pero a Newell’s le cuesta horrores anotar. Falla Insaurralde, también Alexis, y otra vez Insaurralde. Y Torres tira una vaselina que injustamente el palo le niega. No importa. Hay un penal más. Sí, fueron tres. Y esta vez le toca a Figueroa. Y no falla. El invicto de Bidoglio resiste. Y los números mejoran. Porque no hay nueve, hay jerarquía y un arquero imbatible.

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