La presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su par de Bolivia Evo Morales inauguraron ayer el monumento a Juana Azurduy, emplazado detrás de la Casa de Gobierno, en el mismo lugar donde se encontraba la estatua de Cristóbal Colón, retirada en 2013.
La presidenta agradeció al Estado Plurinacional de Bolivia por el monumento de Juana Azurduy y también al alcalde de Sucre, quien hizo entrega de una réplica del sable de la heroína sudamericana, el cual se colocará en el Museo del Bicentenario.
La ceremonia se realizó detrás de la Casa Rosada, donde fue emplazada la obra del artista Andrés Zerneri, que mide 16 metros de alto y pesa 25 toneladas. Fue realizada en bronce y donada por el gobierno de Bolivia
A la inauguración asistieron integrantes del gabinete nacional, legisladores nacionales; el embajador de Bolivia, Liborio Flores Enríquez, e invitados especiales.
Durante el acto, que fue presenciado por una gran cantidad de público, además de los mandatarios de los dos países y distintas autoridades, se realizó un emotivo espectáculo del Ballet Folclórico Nacional de Bolivia.
Al inaugurar el monumento a la heroína latinoamericana, Evo Morales remarcó su “alegría por estar en Argentina y ver a una hermana, a una guerrillera de la independencia como Juana Azurduy”. Y destacó: “Esta es una forma de descolonizarnos”.
Heroína latinoamericana
Juana Azurduy nació en la región de Chuquisaca, entonces parte del Virreinato del Río de la Plata –actual Bolivia–. Guiada por su fervor revolucionario, su convicción libertaria y su acción guerrillera, esta mujer combatió por la independencia latinoamericana a principios del siglo XIX.
Hija de una indígena y un criollo, se crió entre campesinos. Su madre murió cuando ella era niña y años después perdió a su padre. Su familia la envió a un convento de monjas, de donde fue expulsada a los 17 años, porque no soportó el encierro.
Juana Azurduy combatió contra el colonialismo en la región del Alto Perú, donde tuvo un rol protagónico junto a jefes militares criollos como Manuel Belgrano, Martín de Güemes y el comandante Manuel Ascencio Padilla, su marido.
Azurduy murió en 1862 en Jujuy, en la pobreza, solitaria y olvidada, luego de haber peleado y perdido, en medio de la guerra contra los españoles, a cuatro de sus cinco hijos y a su pareja.
La heroína fue ascendida a generala 147 años después de su muerte, cuando en 2009 Cristina le confirió el grado de “Generala” del Ejército Argentino.
Acuerdos integradores
La presidenta Cristina Kirchner destacó ayer el proceso de integración regional junto al presidente de Bolivia Evo Morales, con quien firmó acuerdos bilaterales en la Casa de Gobierno.
“Los países latinoamericanos no sólo debemos vernos como clientes, sino como socios: es la clave de nuestro acercamiento y de nuestra integración”, aseguró la mandataria.
Cristina le propuso a Morales consolidar las relaciones comerciales “para que los recursos queden la región y retroalimenten a ambos países”.
Por su parte, Morales recordó el apoyo recibido por la Unasur, que “reunido de emergencia salvó a Bolivia de un golpe de Estado”, en 2008, al tiempo que agradeció el apoyo recibido de Cristina y del ex presidente Néstor Kirchner.
Casa colorida
La Casa de Gobierno se iluminó ayer con los colores de la bandera arco iris, que representa a los pueblos originarios y a la diversidad sexual, en homenaje a los cinco años de la sanción de la ley de Matrimonio Igualitario y a la inauguración del monumento a la heroína revolucionaria Juana Azurduy.
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