La Justicia de Familia de Rosario otorgó la adopción plena de un niño de tres años a una pareja con la que el chico convivía desde los quince días de vida. Este miércoles se dio a conocer la resolución y el juez Marcelo Molina del Tribunal de Familia Nº 5 explicó en diálogo con El Ciudadano que es un caso particular, una excepción, pero no la única. Han existido otros casos ya que “la vida va más allá de las normas”, sostuvo.
El cuidado del bebé les había sido confiado a la joven pareja por la mamá biológica ante funcionarios del hospital donde nació. “La madre no lo podía cuidar y se los otorgó a la pareja por cuestiones de amistad y vecindad. Son gente muy humilde, acá no hay otras razones de fondo”, explicó el juez a este medio. Ese acto, además, contó con el aval de la Dirección Provincial de Niñez de Santa Fe.
Si bien el nuevo Código Civil y Comercial prohíbe tanto las entregas directas de niños como las guardas de hecho, judiciales o administrativas, el juez del Tribunal de Familia Nº 5, Marcelo Molina, remarcó que esta guarda fue anterior a la vigencia del Código y que no hubo ilícito alguno.
“Al principio la pareja tenía la guarda del pequeño, con el paso de los años se fueron afianzando los vínculos y primó el interés del niño”, señaló. El magistrado tomó la decisión luego de corroborar la existencia de un sólido vínculo del niño con la pareja conviviente. Los padres biológicos, a su vez, prestaron su conformidad con la adopción plena.
El juez Molina dictó el fallo junto con una declaración de inconstitucionalidad de tres artículos del nuevo Código Civil y Comercial que contrarían su decisión.
El magistrado describe en su resolución la entrevista que mantuvo con el niño: resalta que permaneció en silencio sentado sobre la falda de su cuidadora. Que en un principio, la pareja de la cuidadora se encontraba fuera del despacho del juez, y que cuando entró el niño, que había permanecido en silencio y un tanto ausente, giró su cabeza y dijo la palabra “papá” con dulzura. Para el magistrado, ello demuestra quién es el padre para el niño.
Molina aclaró que no es el único caso, aunque sí se trata de una medida excepcional: en noviembre del año pasado, se le otorgó la adopción de un niño de 11 años a una maestra y en los Tribunales de Familia Nº 3, 4 y 7 también se dictaron resoluciones similares.
El magistrado destacó que, pese a ser un caso singular, la resolución de adopción plena está basada en el marco legal y prioriza el interés del pequeño. Aclaró que la nueva legislación prohíbe en general pedir la adopción cuando se tiene la guarda transitoria de un niño o niña.
Molina se excusó de dar precisiones sobre la identidad de los padres biológicos, los adoptantes y el niño por obvias razones de protección de su privacidad.
