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Juez ordenó pericias y tomó declaración

Hay un policía sospechado de encargar a un preso el crimen de su novia.

El juez que investiga el intento de homicidio de Silvana G, una muchacha oriunda de Casilda a quien su amante policía habría mandado a matar porque no quería continuar con la relación, ordenó un entrecruzamiento de llamadas. Lo que el magistrado busca establecer es la relación entre el policía y un preso con salidas transitorias, Carlos V., que habría sido contratado para cometer el crimen.

Javier Beltramone, a cargo del Juzgado de Instrucción de la 3ª Nominación, se presentó ayer en  Casilda, en el lugar en el que ocurrió la agresión –a 650 metros de la ruta 33– el pasado 1º de enero. Además, el magistrado comparó y revisó todo el informe de los investigadores, inspeccionó el vehículo –un BMW modelo 80 tuneado– que transportaba a la víctima en el momento del ataque, y tomó declaración a los seis testigos que la vieron en diferentes momentos desde que la muchacha subió al auto, hasta que la encontraron y la atendieron en la ruta 33.

Otra de las medidas que dispuso Beltramone fue revisar la historia clínica de Silvana G. para determinar la gravedad y la intencionalidad de las lesiones infligidas tras el ataque.

Beltramone remarcó que realizó un detalle pormenorizado de las características de la zona, como pueden ser la altura de las cunetas, el ripio, los pastizales, la luminosidad entre otros factores que puedan demandar futuras actuaciones complementarias, así como también secuestró todo el material de los allanamientos que se hicieron. El último de estos procedimientos ocurrió el martes pasado, donde los efectivos de la Unidad Regional IV revisaron la casa de la concubina del preso, de donde secuestraron tres cuchillos de cocina de mango blanco y hoja fina. Estas armas poseen similitud con la que usó el agresor para asestarle las 17 puñaladas a la chica de 23 años.

En tanto, hasta el día de hoy la muchacha se encuentra en estado reservado en el Hospital Provincial de Rosario.

La brutal agresión ocurrió el 1º de enero pasado alrededor de la 1 de la madrugada, cuando Raúl V. un agente del Comando Radioeléctrico de Casilda pasó a buscar en su auto BMW a Silvana G. por la vivienda donde la chica trabajaba de empleada doméstica. Tras dar unas vueltas, el hombre comenzó a transitar un camino rural que conduce en la localidad de Fuentes. A mitad de camino y de la nada, apareció un desconocido, quien abrió la puerta del BMW del lado del acompañante y le pidió a ambos que entregaran sus pertenencias, simulando un robo. Luego, este hombre sacó a la mujer del vehículo, la ató, le tapó la boca con un trapo, le asestó 17 puñaladas y cuando creyó que estaba muerta, la dejó tirada en la cuneta, que estaba a unos 650 metros de la ruta 33.

En su desesperación, la víctima no se movió para que creyeran que estaba muerta y cuando el agresor y su cómplice –que era su pareja y el ideólogo de su asesinato– desaparecieron del lugar, comenzó a arrastrarse hasta la ruta.
Ya en el costado de la 33 y pasada una hora de la agresión, alrededor de las 2.30, un automovilista pudo verla y dio aviso a la Policía.

Una vez en el Hospital Provincial de Rosario, la muchacha se recuperó y pudo contar lo sucedido, por lo que la Justicia dispuso la inmediata detención del oficial, quien reconoció que le pagó 1.000 pesos al recluso Juan Carlos V. para “asustar” a su amante. Raúl V. argumentó la acción explicando que todo empezó cuando Silvana le dijo que iba a tener un hijo de él y que le iba a contar toda la historia a su esposa.

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