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Italia: arrancó ola de huelgas

Los principales sindicatos comenzaron una serie de medidas que se extenderán durante toda la semana contra el plan de ajustes del nuevo gobierno. Paró la automotriz Fiat y hasta el teatro La Scala de Milán.

Los tres mayores sindicatos de Italia comenzaron ayer una semana de huelgas y protestas nacionales contra las medidas de ajuste del gobierno del premier interino Mario Monti, en medio de un agravamiento del nerviosismo de los mercados financieros respecto del futuro del país.

Empleados portuarios, viales y transportistas pararon durante tres horas, varias plantas de la automotriz Fiat cesaron sus actividades durante ocho horas y el teatro de óperaLa Scalade Milán suspendió las actuaciones al inicio del primero de los días de paros, retenciones de tareas y manifestaciones.

En la primera acción sindical contra el gobierno de Monti desde su asunción, el mes pasado, operadores de impresión pararon un turno completo y muchos de lo diarios no saldrán a la calle hoy, que será una de las pocas jornadas sin alguna muestra organizada de descontento social.

El transporte público tiene previsto realizar una huelga mañana y pasado mañana, los empleados bancarios lo harán ese mismo día por la tarde y la administración pública hará una jornada entera de paro el próximo lunes, según informaron dirigentes sindicales.

Por primera vez en seis años de división, los líderes de los tres principales sindicatos del país compartieron ayer un escenario al hablar ante huelguistas frente al Parlamento. “No nos rendimos con la idea de que el paquete de austeridad debe cambiarse”, dijo Susanna Camusso, secretaria general del mayor gremio italiano, Cgil, a la multitud. “Perjudica a los trabajadores, jubilados y al país en su conjunto”, agregó, según la agencia de noticias Europa Press.

Monti, quien fracasó antenoche en su intento por convencer a los sindicatos de no hacer la huelga, asumió el mes pasado al frente de un gobierno de tecnócratas no electos formado bajo presión de los mercados para que Italia apruebe un ajuste que ahuyente temores de un default que agrave la crisis dela Eurozona.

El plan prevé un recorte de 5.000 millones de euros e incluye una reforma previsional con aumento de la edad jubilatoria y una suba de impuestos.

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