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Zona sur

Investigan si la bala que mató a un vecino era policial

Jonatan Herrera tenía 23 años y murió al quedar en medio de un enfrentamiento entre uniformados y un ladrón.


El fiscal que investiga la balacera desatada la tarde del domingo durante la persecución policial de un presunto asaltante que terminó con la vida de un vecino que lavaba el auto en la puerta de su casa, de zona sur, brindó ayer nuevos datos de la causa. Entre ellos que el joven de 23 años que resultó muerto tenía tres impactos de bala (en la cabeza, la ingle y un pie) y que de su cuerpo extrajeron un plomo calibre 9 milímetros, que ahora será peritado con las nueves armas reglamentarias secuestradas a los uniformados que dispararon, ninguno de los cuales está detenido. En ese sentido, aclaró que una cámara de seguridad registró la secuencia, donde se observa la aparición de un colectivo de línea lleno de efectivos de la Policía de Acción Táctica (TAC), cuatro de los cuales descienden para participar del enfrentamiento con fatal desenlace.

El crimen de Jonatan Ezequiel Herrera ocurrió pasadas las 15 del domingo en la puerta de su casa, ubicada en Pasaje Pilar y Ayacucho. El joven de 23 años, que hacía menos de dos meses había sido papá, lavaba el auto en la vereda cuando apareció corriendo por bulevar Seguí un menor, de 17 años, que huía a los tiros de dos móviles del Comando Radioeléctrico, que lo seguían detrás. La persecución se había iniciado momentos antes tras el robo de una juguetería de San Martín y Saavedra pero en la huída el menor había descartado los juguetes, y al llegar a calle Alem también dejó su motocicleta, una Zanella 50 cilindradas, para continuar la fuga al trote. Al llegar a calle Ayacucho se detuvo un colectivo de línea cuyos pasajeros eran todos efectivos de la TAC, cuatro de los cuales descendieron para sumarse a la detención del fugitivo, que cayó con disparos en la pierna y el brazo derecho. Las balas también hirieron a un agente en la pantorrilla.

A un costado de la aprehensión del menor y casi desapercibido, quedó el cuerpo de Jonatan que agonizó más de media hora y murió momentos después de llegar al hospital.

El fiscal Adrián Spelta informó ayer que en principio habrían sido nueve los policías que abrieron fuego durante el enfrentamiento con el menor. Cinco que brindan servicios en el Comando Radioeléctrico y cuatro de la TAC que descendieron del ómnibus que ocasionalmente pasó por el lugar. Las nueve armas reglamentarias quedaron secuestradas para peritar, dijo el fiscal, tras agregar que la víctima fatal tenía tres impactos de bala, dos de los cuales fueron letales. Asimismo explicó que sólo se extrajo un plomo de su cuerpo, en la zona pélvica que le afectó la arteria hipogástrica, que será sometido a una pericia balística para determinar de qué arma salió. También confirmó que se incautó un revólver calibre 22 en poder del joven de 17 años que tenía una bala servida y cuatro vainas intactas, por lo que no descartó, en virtud de testimonios de vecinos que dijeron que al menos disparó nueve veces, que podría haber tenido otra arma de fuego. Además confirmó que las cámaras de vigilancia tomaron la escena del tiroteo.

En relación al hecho de robo que motivó la persecución policial, Spelta dijo que en ningún momento se mencionó a dos ladrones, sólo al joven que está detenido, quien quedó a disposición de la Justicia de Menores.

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