Desde ayer, personal de la Brigada de Investigaciones puso la lupa en el arrebato de un bolso con más de 200 mil pesos, que un hombre había retirado un rato antes de una agencia de cambio ubicada sobre peatonal Córdoba al 1400, según la denuncia presentada por la víctima en Tribunales. Dijo que una persona armada lo abordó cuando estaba llegando hasta la playa de estacionamiento donde había dejado su auto y con el bolso con su poder, el ladrón huyó junto a un cómplice en moto.
Fuentes judiciales mencionaron que en la mañana de ayer, junto a un abogado, ingresó un empresario –cuyos datos no trascendieron– para denunciar que la tarde anterior había sido asaltado en calle Paraguay al 800.
Siempre según la versión dada por la víctima, alrededor de las 15 del martes salió de una casa de cambio ubicada sobre peatonal Córdoba al 1400 con un bolso que contenía cerca de 210 mil pesos y algunos objetos personales. Este hombre estaba acompañado por otra persona, y se dirigió hasta el lugar donde había dejado su auto.
Cuando estaban caminando de norte a sur por calle Paraguay y a punto de llegar a la playa de estacionamiento donde había dejado su auto, fue abordado por un joven que, tras amenazarlo de muerte con un arma de fuego, le sustrajo el bolso con el jugoso botín. En esos momentos apareció otra persona en escena, que llegó en una moto a la cual se subió el ladrón y ambos se dieron a la fuga, confió una fuente judicial.
Los voceros indicaron que una de las primeras medidas que van a tomar es solicitar la presencia de testigos, ya que por el horario del robo se estima que había numerosos transeúntes en la zona del hecho.
En relación con la mecánica del arrebato, los investigadores prefirieron no descartar ninguna hipótesis, aunque por el alto monto de dinero sustraído se baraja que se trató de una “entrega” y no un robo al azar. Además, las fuentes mencionaron que le pedirán a la víctima que acredite el monto sustraído y la procedencia del mismo.
La investigación recayó en el Juzgado de Instrucción de la 13ª Nominación, a cargo de Gustavo Pérez de Urrechu, y de la fiscalía 10ª, que está bajo la órbita de Aníbal Vescovo. El magistrado ordenó que las actuaciones sean seguidas por la Brigada de Investigaciones de la UR II, que colaborará en intentar esclarecer el hecho.
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