El juez a cargo de la causa, Javier Beltramone, ordenó un entrecruzamiento de las llamadas entre los implicados Raúl V. de 28 años, un policía de Casilda, y un preso, Juan Carlos V., al que el agente le pagó 1000 pesos para que asesinara a la pareja del primero, Silvana G. de 23 años. El motivo: el policía no quería continuar con la relación.
A su vez, Beltramone, a cargo del Juzgado de Instrucción de la 3ª Nominación, se presentó ayer en el lugar del hecho ocurrido el pasado 1º de enero, cerca de la ruta 33. Tras comparar y revisar el informe de los investigadores, el magistrado inspeccionó el vehículo –un BMW modelo 80 tuneado– que transportaba a la víctima en el momento del ataque y tomó declaración a los seis testigos que la vieron en diferentes momentos desde que la muchacha la subió al auto hasta que la encontraron y la atendieron en la ruta 33.
Por otro lado, el juez llamó a revisar la historia clínica de Silvana G. para determinar la gravedad y la intencionalidad de las lesiones infligidas tras el ataque.
Por último, se realizó un detalle pormenorizado de las características de la zona (a altura de las cunetas, el ripio, los pastizales, la luminosidad) y se secuestró todo el material de los allanamientos realizados hasta el momento. En el último de estos procedimientos del martes pasado, los efectivos de la Unidad Regional IV, encontraron tres cuchillos de cocina de mango blanco y hoja fina en la casa de la concubina del preso. Las armas coinciden con las que usó el agresor cuando apuñaló a la joven de 23 años.
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