En medio del dolor y la angustia, al menos un centenar de familiares y amigos esperan que aparezcan Hilario S. Nerina, de 52 años, y su nieto Brian, de 7. Ambos cayeron al arroyo Saladillo el viernes a la tarde debajo del puente ubicado a la altura del kilómetro 286 de la autopista Rosario-Buenos Aires. La tía del niño, Verónica Aliendro, contó que la familia tiene un criadero de chanchos y, a causa del temporal desatado el mismo día de la tragedia, los animales escaparon y el pequeño salió en su búsqueda, resbaló y terminó en el agua. Un testigo del incidente dijo que el abuelo se tiró para salvarlo. Luego, vio cómo se los llevaba a ambos la corriente.
Hasta el cierre de esta edición, Brian e Hilario eran intensamente buscados por cinco dotaciones de Bomberos Voluntarios y Zapadores de Rosario, Villa Gobernador Gálvez, Arroyo Seco, Villa Constitución, Acebal, Carcarañá y Correa, personal de Prefectura Naval Argentina y unidades caninas de rescate de Alcorta y Villa Constitución. Sin embargo, la familia de las víctimas no se mostraba conforme con el trabajo de los rescatistas. Es por ello que, tanto el padre como el tío del niño, recorrían la zona a bordo de una canoa de pesca.
“Cada minuto que pasa es crucial para poder encontrarlos. Esto pasó el viernes y recién ayer (por el sábado) vinieron los de Prefectura y sin buzos”, dijeron indignados los tíos del niño, aunque serenos y visiblemente preocupados por la situación. Cerca de las 18, ante la falta de novedades sobre el paradero del menor y su abuelo, sus allegados hicieron un corte de ruta con quema de cubiertas a la altura del lugar del hecho. Pero poco después levantaron el corte y acompañaron a los equipos de rescate que se trasladaron desde la zona del puente hacia la Cascada del Saladillo. El operativo de rastrillaje por parte de las delegaciones oficiales culminó ayer al caer el sol, pero se retomará hoy a partir de las siete.
Aldo Fabucci, director provincial de Protección Civil zona sur, explicó a El Ciudadano que las tareas de rescate en este tipo de situaciones son complejas y requieren de un proceso de logística especial. “No estamos hablando de un espacio físico estático sino en continuo dinamismo, como es el río, lo que nos obliga a cambiar las estrategias durante el desarrollo”, indicó. Además, aseguró que “no trabajamos para el circo, sino que lo hacemos en base a una planificación específica y eso es lo que trato de hacerle entender a la familia, que está atravesando un momento terrible”.
Respecto a la organización de las tareas de rastrillaje, el funcionario explicó que tomaron un área de nueve kilómetros a la redonda de donde ocurrió el hecho. “A partir de allí se diagramó un trabajo que consta de tres fases: la primera parte del lugar donde cayeron hasta la altura de calle Ayacucho; la segunda que va desde Ayacucho hasta la Cascada del Saladillo, y la última desde la cascada hasta la entrada del río”. Y destacó el apoyo recibido por parte de una guardería privada que les cedió el lugar para que ubicaran las embarcaciones.
Buzos tácticos
Desde ayer a la mañana trabajan también para encontrar a Hilario y su nieto dos buzos tácticos especializados que llegaron desde la ciudad de Santa Fe. El jefe de la mencionada unidad, Carlos Moyano, manifestó que “si bien son agentes experimentados en este tipo de rescates, la casi nula visibilidad que tienen bajo el agua no ayuda demasiado para la búsqueda”, aunque reconoció que su presencia les da algo de tranquilidad a los familiares de la víctimas.
Por su parte, el jefe de Bomberos Zapadores, Raúl Mansilla, aseguró que desde el primer día de ocurrida la tragedia hay cinco dotaciones de bomberos voluntarios y zapadores de diferentes localidades de la provincia, embarcaciones y personal de Prefectura.
Comentarios