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Adelanto

Insólita usurpación de la identidad

La cineasta chilena Isidora Marras estrenó la coproducción con la Argentina “No soy Lorena”, en la que una actriz se ve envuelta en una situación absurda.


La cineasta chilena Isidora Marras estrenó esta semana en Buenos Aires la coproducción con la Argentina No soy Lorena, que tiene entre sus figuras centrales a su compatriota Loreto Aravena y al argentino Lautaro Delgado.

El film cuenta la historia de una actriz que, mientras intenta subir peldaños en su carrera, está preocupada hasta donde puede por su madre, afectada por una temprana senilidad: se la pasa yendo y viniendo de superficiales relaciones afectivas y, como si todo eso fuese poco, es víctima de una insólita usurpación de identidad.

Marras habló de cómo nació este proyecto en coproducción y de la forma en que encaró una historia tan ligada al mundo de las múltiples personalidades que pueden construir una sola en medio de la agitada vida urbana del presente.

Acerca de cómo se inició en la dirección, la cineasta expresó: “Estudié dirección audiovisual en la Universidad Católica de Chile, donde dirigí dos cortometrajes e hice un tercero en el marco de una beca en La Fémis, escuela de imagen y sonido de París. Al salir de la universidad comencé a escribir junto a Catalina Calcagni, guionista y ex-compañera, No soy Lorena, basado en una experiencia que me estaba ocurriendo en ese momento: me llamaban de empresas para cobrarme deudas de una mujer que no conocía. Eso derivó en varias situaciones muy absurdas y raras. Ahí decidimos escribirla y presentarla a un concurso de cine digital que ganamos. Luego nos asociamos con dos productoras: Don Quijote Films y Forastero. Junto a ella presentamos el proyecto al Fondo Audiovisual de Producción y lo ganamos”.

Respecto de la forma en que aparece la participación argentina en el proyecto, Marras deslizó: “La idea de la participación argentina nace cuando vi en Buenos Aires la versión del Zoo de Cristal de Romina Paula y allí vi por primera vez el trabajo de Esteban Lamothe y me gustó mucho. Le propusimos ser parte del proyecto y aceptó pero luego no calzamos por compromisos varios. Tras su aceptación inicial establecimos la idea de coproducir con Carrousel Films. Como Esteban ya no podía nos propusieron a Lautaro Delgado. Tras conocerlo, y ver su trabajo, no me cupo duda que él tenía que ser parte de este proyecto”.

Si se piensa en sintetizar la historia de este film, lo que surge es una mujer que está buscando su propia identidad. Marras apunta: “La película trata sobre la identidad en diferentes formas; nos invita a pensar en cómo nos paramos hoy como individuos en una sociedad en la que el consumismo nos ha llevado a estandarizarnos y convertirnos en números. La protagonista busca el equilibrio, que viene a través de su oficio: es actriz, por lo tanto tiene las herramientas para manejarse en los distintos escenarios en los que ella misma se pone. Se está poniendo a prueba y se lleva al límite. Y además la película está contada totalmente desde el punto de vista de la protagonista, por lo tanto su percepción de la realidad está inmersa en todo el relato”.

Sobre si eso implica una apuesta por la subjetividad, la realizadora señala: “Para mí el realismo objetivo no existe, la realidad de cada uno siempre está influenciada por nuestra psicología y lo que nos pasa. La protagonista se mueve en un mundo que se torna absurdo pero que es real y en el que va a descubrir que está metida en un lío más grande de lo que pensaba”.

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