En un hecho insólito, un grupo de jóvenes ladrones que había robado durante el último fin de semana en la escuela San Pablo equipos tecnológicos de alto valor decidieron devolverlos ganados por el arrepentimiento. Desde la institución educativa ubicada en Bolivia 2049, en barrio Belgrano, perteneciente a la Iglesia Evangelista, no dudaron en asegurar que fueron escuchados sus rezos y que “la mano de Dios” ayudó para que esto terminase ocurriendo. Sea cual fuere la causa, es realmente poco común una situación de estas características, más teniendo en cuenta que se habían llevado, entre otras cosas, computadoras, notebooks, proyectores y elementos de sonido, lo que significó un botín nada desdeñable desde el punto de vista económico.
La representante legal de la escuela, Laura Pavón, contó que se dieron cuenta del robo el último lunes cuando ingresaron a primera hora de la mañana. “A las 7.30 descubrimos que habían ingresado a la oficina principal de la escuela y que se habían llevado equipos que habían sido adquiridos con mucho esfuerzo”, resaltó.
Hasta allí, la historia no fue muy diferente a muchas otras en las que centros educativos son blanco de robos que terminan causando serios perjuicios económicos. El punto es que, según palabras de la propia Pavón, “pasó algo de no creer”.
“Nosotros somos una institución religiosa que pertenece a la obra del pastor Norberto Carlini, de la Iglesia Santuario de Fe, que es una entidad que trabaja con lo que es la labor social dentro de nuestra comunidad desde hace más de 40 años”, señaló.
“Cuando nos enteramos del robo nos entregamos a nuestra fe y nuestra convicción y le pedimos a Dios que por favor nos restituyan lo robado, todos y cada uno de los equipos, lo publicamos por Facebook, por todos los medios. Siguió avanzando la jornada, hicimos las denuncias pertinentes y estando en una reunión nos llaman por teléfono que unos chicos que estaban internados en una fundación de rehabilitación de adicciones, movidos por Dios porque no fue que alguien los incitó, que confesaran ni nada, se arrepintieron y confesaron que habían ingresado a un colegio, que habían robado y que tenían escondido en el techo de esa institución todo lo robado y que estaban dispuestos a entregarlo y a entregarse ellos a las autoridades”, añadió.
La representante legal contó que ingresaron a la escuela desde un tapial, tras cortar un alambrado. “Luego forzaron una ventana, ingresaron y pudieron sustraer todo. Nosotros hicimos denuncia policial, todo como corresponde. Estos chicos entregaron todo lo sustraído, nos presentamos en la comisaría y nos hicieron la devolución de todo, de cada cable, cada enchufe, todo completo sin que faltase nada”, siguió.
“Ya tenemos todo en nuestra escuela, de hecho ayer (por anteayer) estuvimos con la directora de la escuela en la comisaría impartiendo la bendición que Dios nos da para la vida de estos jovencitos que estaban arrepentidos y quebrantados”, remarcó.
“Los chicos no son de la zona, no son ex alumnos, no pertenecen a nuestra institución, son chicos que habían ingresado el lunes de la semana pasada al centro de rehabilitación derivados por un juzgado de menores. El chico con el que tuvimos contacto tiene 17 años”, concluyó.
La escuela San Pablo Nº 3066 tiene orientación en Economía y Ciencias Naturales y propone “un dedicado nivel de enseñanza secundaria integral con un sólido plan de estudio académico, articulado con un enfoque de formación alineado a fundamentos inspirados en la fe en Jesucristo”, según destacan. Cuenta con una matrícula cercana a los 300 estudiantes que asisten al turno mañana.
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