Policiales

Violencia en San Lorenzo

Imputaron por una balacera fatal a una integrante de la banda de Brandon Bay

Yasmín, es pareja de uno de los cabecillas de la gavilla surgida en barrio Tiro Suizo, fue acusada de aportar logística para que dos tiratiros asesinaran al adolescente Brian Sánchez el pasado 28 de mayo en la localidad del Cordón Industrial


El crimen de Sánchez desató una manifestación en el barrio Norte de San Lorenzo.

Yasmín Abilén E., una joven de 19 años vecina de los monoblocks de Vuelta de Obligado al 5000, fue imputada este lunes por los delitos de homicidio y tentativa de homicidio y quedó presa por el plazo de ley, es decir al menos dos años previo a un posible juicio oral. Se trata del crimen de Brian “Runi” Sánchez, de 16 años, y las graves lesiones que sufrió su amigo Carlos S., a finales de mayo en San Lorenzo. La muerte de Brian se inscribe en la saga criminal atribuida a la banda de Brandon Bay, con asiento en barrio Tiro Suizo y Villa Gobernador Gálvez, que intentó imponerse con violencia letal en la localidad del Cordón Industrial. Bay daba órdenes desde su celda junto a su lugarteniente Federico “Polaco” I., pareja de Yasmín.

Tanto Bay como el Polaco fueron imputados por integrar una asociación ilícita el 11 de junio pasado en la sede San Lorenzo, junto a otros siete integrantes, en una extensa audiencia donde los funcionarios del Ministerio Público de la Acusación (MPA) desglosaron evidencia con escuchas sugerentes sobre el funcionamiento de la banda, cuyo objetivo era ganar el territorio del norte de San Lorenzo para la venta de drogas al menudeo, y en el camino, eliminar a la competencia que eran dos grupos de transeros que mantenían un delgado equilibrio en la distribución de las puestos de venta.

Bay se propuso desembarcar allí y “revolucionar todo”, según quedó plasmado en una escucha. Además, hay dos policías de la comisaría 7ª bajo sospecha de aportar cobertura a esta gavilla. Se trata del comisario de la seccional, Raúl Omar Alberto Fleitas y su sumariante, Marcelo Álvarez.

Yasmín está señalada en la causa como una pieza logística de la organización comandada por Bay. Estuvo prófuga unos 15 días, pero fue detenida el pasado viernes en San Martín y Lamadrid. Los investigadores le seguían el rastro para cerrar el círculo de imputaciones. Este lunes, fue acusada en la sede de San Lorenzo por los fiscales Luis Schiappa Pietra, Aquiles Balbis y Matías Edery.

Los funcionarios le atribuyeron el hecho de haber ocultado el 27 de mayo en un aguantadero de avenida Costanera en San Lorenzo, a los pistoleros Claudio Gustavo R. y Agustín S. “con el fin –dice la imputación– de que éstos puedan resguardarse hasta el momento en que había de cometer el ataque el 28 de mayo a las 17.52 en el cual dispararon en al menos 20 oportunidades contra Carlos Rodrigo S. y Runi Sánchez –ocasionándole la muerte a éste último– y contra el frente de una casa de Díaz Vélez 4152”.

Además Yasmín “recibió de parte de Claudio y Agustín la ametralladora calibre 9 milímetros Pam II para garantizar la impunidad de los autores”, dijo el equipo de fiscales.

“Avisale al Gordo que le dieron a uno. Está toda la gorra”, anotició Yasmín a su pareja. La víctima era Runi Sánchez, tenía 16 años y murió de un tiro en el pecho que recibió en la esquina de Mitre y Perú. Su amigo Carlos zafó por poco.

En la escena los peritos juntaron 21 vainas servidas. El homicidio rebasó el límite de hartazgo de los vecinos y desencadenó una suerte de pueblada en barrio Norte de San Lorenzo, que ya venía agitado por balaceras y una muerte previa.

“Dicen que al pibito que le pegaron no tenía nada que ver y le prendieron fuego el búnker después”, advirtió Yasmín en una escucha citada como evidencia. Del otro lado, el Polaco respondió lacónico: “Bueno, amor, mala suerte”.

Hay escuchas en la imputación que señalan la ansiedad de Bay por conocer la repercusión del ataque minutos después de ocurrido. En un diálogo con otro de los imputados, Raúl “Capote” T., Bay preguntó: “¿Pero con qué dijeron que le dieron, con una tartamuda? Uno cayó seguro y estaban todos cueteados. Un plumerío de gallina dicen que es esa esquina”.

Para los fiscales la colaboración de Yasmín en ese ataque fue suficiente para atribuirle la calificación de homicidio agravado –concretado y en tentativa–, portación de armas y amenazas calificadas.

La evidencia citada bastó para que el juez de primera instancia Juan José Tutau tuviera por formalizada la audiencia y dictara prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para Yasmín.

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