Un joven de 18 años, internado en el hospital Centenario por un tratamiento oncológico, fue imputado por el homicidio de José Ramón Casco, de 50 años, asesinado el 20 de octubre pasado frente a su vivienda de barrio La Granada. Al muchacho se le dictó 55 días de prisión preventiva, los cuales los pasará internado debido a su delicado estado de salud. Por el homicidio, continúan prófugos un muchacho de 20 años conocido como Ranita y un menor de edad.
La noche del martes 20 de octubre José Ramón Casco, su hijo y ocho de sus nietos estaban en la puerta de su casa de Moreno al 6400 cuando tres muchachos pasaron en una moto y lo balearon debajo de la axila. Casco fue trasladado al hospital Roque Sáenz Peña pero falleció mientras lo operaban. “Tiraron el Bola y el Ranita, de Las Flores (barrio que está a pocas cuadras al sur, cruzando Circunvalación). Quieren armar quilombo con los dueños de la zona”, señaló un testigo, quien aclaró que Casco nunca tuvo que ver con las históricas bandas del barrio y logró mantenerse al margen de las disputas.
Al día siguiente, las balas continuaron en La Granada. Tres allegados a la víctima fatal que volvían del velatorio fueron atacados por dos muchachos, en la esquina de San Martín y Platón. Diego R., de 24 años, recibió un tiro en el omóplato izquierdo y un adolescente, de 15, que lo acompañaba sufrió una herida en el glúteo derecho y otro muchacho de la misma edad una bala en el abdomen. Cuando los baleados fueron entrevistados por los pesquisas, aseguraron que los tiradores habían sido los mismos del martes a la noche: Ranita y Bola. “Nos siguieron en dos motos. El Bola tenía un arma en cada mano y nos bajó los cargadores”, contó una de las personas que fue a despedir al hombre asesinado un día antes.
Algunos investigadores deslizaron que esta saga está relacionada con el balazo en el muslo que recibió el imputado, Agustín “Bola” Gonzalo A., de 18 años, el 7 octubre pasado por parte de los ocupantes de un auto en la puerta de casa de pasaje 517 al 1700.
Bola fue detenido el 3 de noviembre por el Cuerpo de Infantería en el hospital Centenario donde estaba por hacerse un tratamiento oncológico. Debido a su estado de salud, el joven de 18 años continuó internado con custodia policial.
La audiencia imputativa que se realizó ayer fue presidida por la jueza Irma Bilotta y estuvieron presentes por la Unidad de Homicidios Dolosos, el fiscal Pablo Pinto y por la defensa, los abogados José Ferrara y Antonela Travesaro. La acusación para Bola fue homicidio agravado por la participación de un menor, por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de guerra. Además, se le dictó 55 días de prisión preventiva, los cuales –por el diagnóstico sobre el delicado estado de salud que brindó la médica del joven– los transitará internado en el Centenario.
“En el transcurso de la medida cautelar vamos a terminar de recolectar las pruebas que demostrarán que nuestro defendido no participó del crimen. Solicitamos las filmaciones de las cámaras de seguridad del Casino y también presentaremos a testigos que aseguran que el muchacho no se movió de su casa por el hecho de que su estado de salud no se lo permite”, describió Travesaro.
A su vez, la defensora explicó que el material probatorio que presentarán y el delicado estado de salud de su cliente servirán para contrarrestar la única prueba, que fue la declaración de un testigo presencial que presentaron los investigadores. También, los letrados hicieron hincapié en la prisión domiciliaria dictada por el juzgado de Menores contra Bolita por una causa anterior.
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