Un militar retirado de 67 años fue imputado ayer por el crimen de Claudio Daniel Córdoba. El hecho se registró en enero de 2015 en barrio Empalme Graneros cuando tras una discusión por una mujer, el sospechoso, que se ganaba la vida como remisero, le asestó una puñalada al hermano de su contrincante, de 17 años, causándole la muerte para luego huir. Finalmente, el último jueves fue detenido en su casa tras casi dos años prófugo. Si bien el hombre asumió que tenía una faca encima, sostuvo que se defendió ante una agresión de la víctima y su hermano. El juez Hernán Postma aceptó la imputación planteada por la Fiscalía, que lo sindicó como autor de homicidio simple, y dictó la prisión preventiva en su contra por el plazo de ley.
Eduardo Oscar V. es personal retirado de la Armada y se ganaba la vida como remisero. Mantuvo una relación amorosa con Marisa, una mujer de 25 años, que terminó el vínculo y se fue de la casa. Según la teoría del caso esbozada por el fiscal Ademar Bianchini, la joven rehizo su vida y el sospechoso fue a buscarla a la casa de la actual pareja. Allí se generó una discusión entre la nueva pareja de la mujer, su hermano, Daniel Córdoba, y el remisero, que terminó cuando este último le asestó una puñalada a la víctima que le perforó el corazón. Hecho que encuadró en un homicidio simple.
Según el remisero, la relación con Marisa no había terminado, pero ella había regresado a la casa de sus padres. El hombre fue a buscarla y le dijeron que había salido por calle Magallanes unos minutos antes con sus dos hijos. Eduardo V. caminó hasta la altura catastral del 600 y ubicó a la mujer hablando con Córdoba y su hermano. La llamó y los hombres intervinieron. Se generó una discusión donde sus contrincantes lo golpearon y lo tiraron al piso, refirió, y en esa circunstancia y cuando intentó defenderse, Córdoba terminó apuñalado. El defensor oficial Pablo Tojo sostuvo que el hombre actuó en legítima defensa o en todo caso en un exceso de ella. Que no provocó la disputa y que se defendió cuando le pegaban, en el piso, entre dos personas.
Pero el juez Hernán Postma sostuvo que la evidencia que se presentó en la audiencia sostiene la teoría fiscal. Los testigos del hecho son coincidentes en que Eduardo V. fue el autor de la puñalada; incluso el mismo imputado admitió que tenía un cuchillo y se ubicó en el lugar del hecho, refirió. Para el magistrado, existió una provocación y no hay proporcionalidad en el medio empleado ya que el sospechoso fue lesionado a golpes de puño mientras la victima resultó atacada con un cuchillo. Ante ello, descartó en principio la legítima defensa y todos los planteos morigeratorios de la prisión preventiva planteados por la defensa. En definitiva, Postma dictó una medida cautelar en su contra por el plazo de ley, por lo que Eduardo V. permanecerá detenido por 60 días hasta una revisión de la prisión preventiva. Por su parte, la defensa adelantó que apelará la decisión del magistrado.
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