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Humo y niebla, un cóctel fatal que hace estragos en las rutas

El problema se repite cada año con las bajas temperaturas, y ha sido la causa principal de algunos de los peores siniestros de la región.


La quema de residuos en basurales situados a la vera de las rutas que conectan con Rosario es un fenómeno de mucho riesgo y larga data que no cesa. Ese hecho, en combinación con días y noches frías y húmedas que son una característica usual para esta época del año en la región, no deja de conformar un cóctel letal en los últimos años.

Al menos tres personas murieron en los últimos cuatro meses producto de distintos siniestros en las autopistas a Córdoba, a Santa Fe y a Buenos Aires como consecuencia de la escasa visibilidad que generan el humo y niebla. En tanto, en las últimas horas también hubo varias denuncias sobre situaciones riesgosas en el acceso a la ciudad desde Capital Federal por autopista, en cercanías del arroyo Saladillo, en el límite con Villa Gobernador Gálvez.

El antecedente más trágico en la historia de la provincia causado por la conjunción de niebla y humo producto de la quema de basurales –reduciendo la visibilidad al mínimo- se dio en julio de 1998. Por entonces, ocho muertos y 44 heridos fue el saldo que dejó el choque en cadena en el kilómetro 3,5 de la autopista Rosario-Santa Fe que involucró a cinco micros de larga distancia, ocho camiones y autos particulares que completaron un total de 27 vehículos participando del mismo siniestro.

La colisión inicial ocurrió a las 5.30 de la mañana. Durante los siguientes veinte minutos, cada auto, micro o camión que pasaba impactaba indefectiblemente con los vehículos que habían chocado y estaban detenidos. El caso se recuerda al día de hoy entre otros que conmocionaron al país, dada su magnitud.

Han pasado casi 16 años y nada parece haber cambiado. Los recaudos que deberían tomarse no aparecen. En los últimos meses y en el marco del húmedo otoño e invierno que transita la región la situación volvió a repetirse y el combo resultó otra vez fatal: en mayo de este año, el chofer de un camión murió luego de un triple choque en la autopista Rosario-Córdoba en el kilómetro 662. El humo provenía de la quema de un basural habilitado.

Algo similar ocurrió un mes antes, en abril, en la conexión a Buenos Aires a la altura de Baradero. Allí dos personas murieron en dos choques en cadena que se produjeron en forma simultánea en ambos carriles.

En ese caso, el incendio también se produjo en un basural estatal. El agravante fue que el fuego se había iniciado dos días antes. La causa judicial se caratuló como “doble homicidio culposo” y las responsabilidades civiles que le pueden caber al municipio de Baradero son graves.

Según voceros de Vialidad Nacional consultados, la concesionaria de la autopista a Capital Federal, Cincovial, realizó en 2014 repetidas gestiones judiciales y ante municipios que están sobre la traza solicitando el traslado de los basurales, ya que los incendios en ellos y la llegada del humo a la ruta son hechos habituales. Sin embargo, la contratista –siempre según esa fuente– no obtuvo respuesta.

Los consultados explican que en general el fuego suele ser provocado por vecinos o personas que se acercan a recoger residuos y los encienden con el fin de quemar el material desintegrable y hallar luego (entre otras cosas) metales para llevárselos.

Desde la Agencia de Seguridad Vial santafesina también señalaron que la existencia de puntos de deposición de residuos a cielo abierto al costado de las rutas provinciales es una constante y admitieron que no es sencillo controlarlos.

“Es algo que cualquiera puede ver cuando viaja. El fenómeno se mantiene en el tiempo y sigue existiendo. Es una complejidad que no se presenta sólo en la provincia, sino en todo el país”, dijo el titular de esa repartición, Jorge Tarquini.

En la zona

En tanto, en las últimas horas surgieron varias denuncias por la existencia de reiteradas situaciones de riesgo en el entorno de un basural que se fue conformando también en la autopista a Buenos Aires a la altura del arroyo Saladillo, en el límite de Rosario con Villa Gobernador Gálvez.

“Es el que está en cercanías del casino y barrio Las Flores. Desconozco puntualmente cómo es la situación en este caso, pero suelen ser los mismos vecinos los que prenden allí el fuego”, explicó el funcionario.

Tarquini dijo que en ese sector es Gendarmería la que tiene a cargo habitualmente el control de la seguridad. Y que corre por cuenta de Vialidad Nacional el manejo de situaciones conflictivas a los costados de la arteria. Sin embargo, explicó que, de igual modo, hay un vacío que nadie cubre.

“Allí hay un asunto y es que desde la ruta A012 hasta el ingreso a Rosario la autopista ya no está más concesionada. El mantenimiento y la presencia de Cincovial concluyen en el peaje. Por eso de la A012 hasta el acceso a la ciudad es tierra de nadie. Nosotros actuamos en cualquier tipo de operativo cuando nos llama el concesionario, que es el que interviene ante un siniestro en primer término. Pero en este caso nunca nos van llamar porque ya no tienen actuación en la zona”, señaló.

Precisamente en la A012, en el kilómetro 14, donde el enlace se cruza con vías férreas también ocurrió un grave incidente, producto de un invernal cóctel de humo y niebla. A las 5.30 del 2 de julio de 1998, un camión cargado impactó contra un tren de carga que desplazaba 32 vagones. El camión se prendió y el chofer pereció en el incendio.

En ese marco, otro escenario complicado suele darse –según el titular de la APSV– con el humo que emanan los hornos de barro que se utilizan para cocer ladrillos, por ejemplo a la altura de Arroyo Seco. Pero Tarquini puntualizó que esa situación se ha ido controlando y resolviendo. “Han aplicado un nuevo sistema que ha hecho que el panorama cambie para bien”, concluyó.

De las islas a la Corte Suprema de Justicia

La quema de residuos en basurales cercanos a rutas es un hecho que contribuye a aumentar las cifras de muertes en siniestros viales. Pero otra arista sumamente grave la constituyeron las quemas de pastizales en las islas de Victoria.

“Nosotros observamos que el humo generaba daños en la salud de la población y zona de influencia de Rosario, accidentes y además ha empeorado la calidad de vida”, advirtió en junio de 2008 el entonces decano de la Facultad de Derecho de la UNR, Ricardo Silberstein, al informar, junto a toda la plana mayor de la casa de estudios, la decisión de hacer una presentación contra la provincia de Entre Ríos en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La acción, un amparo, fue elaborada y fundamentada en forma conjunta entre las facultades de Derecho, Medicina, Ingeniería y Bioquímica.

El máximo tribunal del país se expidió el pasado 11 de diciembre, marcando que la UNR no tenía “legitimación activa” para llevar adelante la acción judicial, entendiendo que no es “por sí misma un poder en sentido institucional”. Pero en los seis años que el pleito estuvo en manos de la Justicia, los gobiernos de Santa Fe y Entre Ríos y las municipalidades de Rosario y Victoria fueron acordando estrategias comunes, en particular cuando el humo de las islas, que había causado choques múltiples, además llegó a provincia de Buenos Aires y a Capital Federal, con lo que el tema cobró trascendencia nacional.

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