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Humala asumió la presidencia en Perú

El nuevo mandatario propuso mantener el modelo de crecimiento económico, pero dotándolo de inclusión social.

Ollanta Humala asumió hoy la Presidencia de Perú, ratificó que se propone mantener el modelo de crecimiento económico y a la vez dotarlo de inclusión social, anunció un inmediato aumento del salario mínimo, y provocó una polémica al jurar por “el espíritu, los principios y los valores” de la Constitución de 1979 y no mencionar la de 1993, que es la que está vigente.

En su primer mensaje al país, de poco menos de una hora, el flamante mandatario confirmó las señales que había emitido desde su consagración electoral, con repetidas menciones al diálogo y la concertación, e incluso a líderes históricos peruanos con los que no se lo identifica ideológicamente, como el socialista José Carlos Mariátegui y el aprista Víctor Raúl Haya de la Torre.

“Aspiro a sentar las bases para que borremos definitivamente de nuestra historia el lacerante rostro de la pobreza y la exclusión, construyendo un Perú para todos”, subrayó Humala, quien abogó por “que la expresión misma de la exclusión social se borre para siempre del lenguaje y de la realidad” del país.

El mandatario indicó que pretende “construir un modelo peruano de democracia con crecimiento e inclusión social” a través de “una economía nacional de mercado abierta al mundo”.

“Mantendremos y consolidaremos un crecimiento sano de la economía y los estándares macroeconómicos”, incluidos los contratos para la construcción de obras de infraestructura “grandes y pequeñas”, así como “honraremos los acuerdos con países y bloques amigos”, manifestó.

Volvió a mencionar su idea de aplicar un impuesto sobre “las ganancias extraordinarias de las empresas mineras”, de las que dijo que “deben contribuir” al combate a la pobreza y sobre las que subrayó que “los contratos serán respetados”.

Asimismo, señaló que el gas que produce el Lote 88 del yacimiento Camisea, cuya explotación está a cargo de un consorcio liderado por la petrolera privada argentina Pluspetrol, “será orientado prioritariamente hacia el consumo interno”.

Humala se inclinó por modificar la matriz energética de Perú “a favor del gas y las energías renovables”, y aseguró que se propone “bajar el precio” de la garrafa de gas licuado de petróleo y, “masificar” el uso del gas natural vehicular “como combustible barato y accesible para todos”, sin que ello signifique “incluir distorsiones en el mercado ni fomentar el contrabando”.

También dijo que promoverá la construcción de más hidroeléctricas y aeropuertos, en este último caso para “fomento del turismo”, así como continuará “la ejecución de obras viales” y se apoyará “la elaboración y la construcción de proyectos ferroviarios”.

Remarcó que adoptará “las medidas necesarias para que Perú tenga su línea aérea de bandera y que el mercado aéreo comercial sea más abierto y de mayor competencia”.

El mandatario reiteró su intención de poner en marcha rápidamente programas sociales para asistir a niños de hasta dos años de edad, personas mayores de 65 y estudiantes, todos en situación de pobreza.

No obstante, la única medida concreta que anunció en ese sentido fue el aumento del salario mínimo en dos etapas de 75 soles cada una (en agosto próximo y en 2012) para llevarlo al nivel prometido en la campaña de 750 soles, equivalentes a unos 274 dólares.

También anunció la creación de dos consejos que presidirá él mismo. Uno, económico y social, integrado también por el jefe del gabinete y “empresarios, trabajadores y representantes de la sociedad civil”, con el fin de “elaborar estudios para la implementación de políticas públicas”.

El otro será “de seguridad ciudadana y políticas de lucha contra la criminalidad”, un tema sobre el que se explayó porque, señaló, se trata de “uno de los principales problemas que provoca temor y frustración en las personas” y “se arrastran 30 años de fracasos” en la materia.

Resaltó que llevará adelante una política antidrogas que “será soberana y reclamará que la responsabilidad sea compartida con los países consumidores”, que incluirá la reconversión de los productores de cultivos ilegales y la convocatoria a “una cumbre regional antidroga, con la participación de los países productores y consumidores”.

“Afirmo que acataremos el fallo del tribunal de La Haya” sobre el diferendo limítrofe con Chile “y estoy convencido de que Chile hará lo mismo”, dijo en otro pasaje de su discurso, lo que fue respondido con aplausos y gestos de asentimiento con la cabeza por parte de su colega chileno, Sebastián Piñera.

Antes del mensaje hubo un pequeño incidente generado por la decisión de Humala de jurar por “el espíritu, los principios y los valores” de la Constitución de 1979 y no mencionar la carta magna de 1993, que es la que está vigente, en un gesto que luego repitieron los dos vicepresidentes, Marisol Espinoza y Omar Chehade.

El hecho fue rechazado a viva voz por varios legisladores, entre ellos los integrantes de Fuerza 2011, el partido que responde al ex presidente preso Alberto Fujimori, bajo cuyo mandato se sancionó la Constitución vigente, y durante algunos minutos fueron vanos los esfuerzos del titular del Congreso, Daniel Abugattás, para restaurar el orden en el recinto.

Chehade explicó más tarde que se trató de reivindicar el texto constitucional que en 1992 fue vulnerado por Fujimori, al cerrar el Congreso e instalar una “dictadura”, y que a esa mención en los juramentos “hay que tomarla como algo simbólico y principista, y nada más”.

Ante la presencia de más de 650 invitados, fue el propio Abugattás quien, después de tomarle el juramento, le impuso a Humala los atributos del mando, pues el presidente saliente, Alan García, no asistió a la ceremonia por temor a que lo abuchearan, tal como había anunciado días atrás.

Tras su mensaje en el Congreso, Humala se trasladó al Palacio de Gobierno, donde tomó juramento a sus ministros y tenía previsto luego almorzar con los jefes de Estado que asistieron a su asunción y participar por la tarde de la cumbre extraordinaria de la Unasur.

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