Edición Impresa

Hora de un sacudón

Sánchez Prette podría aportar una cuota de fútbol que hoy sólo entrega Formica y de paso ayudar a Boghossian.

José Odisio

El empate frente a Lanús generó bronca en los hinchas y también en el seno del plantel y el cuerpo técnico rojinegro, y si bien no todo está perdido, ya que la Lepra aún puede prenderse en el torneo, lo cierto es que el funcionamiento del equipo está lejos de ser el mejor y si no hay un cimbronazo rápido, la Lepra corre el riesgo de tener un torneo para el olvido.

El primer punto que se debería resaltar es que no todo es culpa de Sensini. El entrenador ha tenido desaciertos, algunos más decisivos que otros, pero tampoco es culpable del flojo rendimiento de muchos de los jugadores que fueron muy importantes en el torneo pasado.

Nadie puede condenar al DT por el pobre rendimiento de Franco Dolci, Jorge Achucarro o Hugo Barrientos. Tampoco tiene la culpa Sensini de que Insaurralde muestre un nivel de B Nacional o que Vangioni no aparezca, o que Boghossian no la meta.

Obviamente Boquita sí tiene ciertas responsabilidades y tampoco parece correcto exonerarlo, ya que el técnico también aportó lo suyo para este momento irregular.

El primer reclamo que debería recaer sobre Sensini es su excesivo respaldo hacia algunos jugadores que no justifican de ninguna manera su permanencia dentro de los once. Una cosa es bancar a Boghossian, Insaurralde o el propio Vangioni, jugadores que en algún momento deberían recuperar su nivel. Pero apostar continuamente a Dolci, Roselli o al propio Achucarro ya parece exagerado. 

Por decantación el primer nombre que aparece en la lista es Franco Dolci, que le ganó la pulseada a Roselli (otro muy flojo) por su buena pegada en la pelota parada, aunque ante Lanús sólo ejecutó un tiro de esquina por lo cual el DT no tuvo más remedio que sacarlo en el entretiempo y de paso salvarlo de la reprobación de la gente.

Otro que hace poco para mantenerse como titular es Jorge Achucarro, quien ante Lanús estaba a punto de salir cuando justo anotó de cabeza, pero luego despilfarró tres chances para que la Lepra se quedara con los tres puntos.

A favor de Sensini se puede decir que cuando les tocó jugar a los suplentes, como en el partido ante Huracán, hicieron poco para justificar su presencia. De todas maneras a esta altura resulta difícil sostener a Dolci o Barrientos y no darle una chance a Sánchez Prette, quien tiene mejor pegada que el ex Chacarita y al menos intenta aportarle algo de fútbol a un equipo que depende demasiado de Mauro Formica.

El entrenador se aferra al esquema 3-4-1-2, el mismo que en el Apertura pasado le sirvió para dar un golpe de timón en un momento difícil (lo implementó en la 5ª fecha justamente ante Lanús) y después lo llevó a pelear el torneo.

Ahora se vienen tres partidos donde la realidad reclama jugársela un poco más y buscar alguna variante para salir de este estado soporífero. Y la ausencia de Barrientos por haber llegado a la quinta amarilla tal vez sea la llave que tenga Sensini para probar algo distinto.

Sánchez Prette como doble cinco es una alternativa que le puede dar más juego al equipo. Sperduti o Estigarribia podrían ser otras variantes en lugar del apático Dolci. Sensini tiene la palabra. Todavía hay tiempo para salir de la modorra y animarse a pelear arriba. Pero algo hay que hacer.

Comentarios

10