Ya está el rival del miércoles. Holanda superó a Costa Rica por 4-3 en la definición por penales y de esa manera enfrentará a Argentina el 9 de julio para buscar uno de los finalistas del Mundial.
Pero para llegar a esa instancia mucho tuvo que ver el técnico naranja, Louis Van Gaal, quien decidió cambiar a su arquero en una exitosa apuesta.
Tras la igualdad sin tantos en el tiempo reglamentario y la prórroga del partido jugado en el Arena Fonte Nova de Salvador, el entrenador holandés decidió sacar a Jasper Cillessen y colocar a Tim Krul, de 1,93 metros sobre el final del segundo tiempo suplementario y que resultó clave al tapar los remates de Bryan Ruiz y Michael Umana.
Holanda, con un esquema táctico de 3-4-3, fue el claro dominador del desarrollo del juego, pues tuvo mayoritariamente la posesión, aunque dependió mucho de lo que pudiera generar Arjen Robben. Abusó del toque intrascendente y sólo mostró vértigo y fue para adelante cuando el zurdo agarró el balón.
Por su lado, Costa Rica, con un 5-2-3 bien definido, se dedicó a esperar, cerró todas sus líneas, y simplemente se encargó de despejar el balón lo más lejos posible con la ilusión de que alguno de los tres de arriba, Christian Bolaños, Bryan Ruiz o Joel Campbell, pudiese sorprender al fondo rival.
Los europeos no modificaron nunca su estilo a pesar de que les costó mostrar ideas en la ofensiva. Sneijder no supo darle verticalidad al equipo, no desniveló Memphis Depay y Van Persie fue neutralizado por la ferrea defensa de los ticos.
En cambio, los dirigidos por el colombiano Jorge Luis Pinto hicieron a la perfección su trabajo y mantuvieron el cero en su arco en el tiempo reglamentario y en la prórroga, gracias también a la actuación de la figura del partido, el arquero Keylor Navas.
Después, en los penales, esta vez no fue una lotería porque Van Gaal hizo una jugada de ajedrez, sacó a Cillessen y decidió el ingreso de Krul, quien les dio la clasificación y el triunfo en un partido mucho más complicado de lo que parecía en los papeles.
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