Espectáculos

Hernán Flores juega con su primer disco

El bajista de jazz fusión tocará el domingo en el Gran Salón de Plataforma Lavardén, presentando "La puerta del amarillo", registro en el que participan Luis Salinas, Chochi Duré y Palmo Addario, entre otros. Con Leonel Lúquez, Palmo Addario e invitados.


«Para mí el jazz es música hecha ahora mismo, tenés una melodía y te largás a improvisar, ahí empezás a jugar». La definición pertenece a Hernán Flores, músico rosarino que desde el bajo interpreta el jazz fusión como solista y en distintas formaciones. Hernán editó su primer álbum solista, “La Puerta del Amarillo” y lo presentará el próximo domingo a las 21:30 en el Gran Salón de Plataforma Lavardén, acompañado por Álvaro Manzanero, Leonel Lúquez, Javier Valderrama, Palmo Addario y músicos invitados.

Editado por Blueroom Producciones, el álbum del reconocido bajista rosarino cuenta con composiciones propias, y las colaboraciones de Luis Salinas, Jordi Bonell, Adrián Schinoff, Alejandro Luzardo y Palmo Addario como artistas invitados.

Hernán Flores nació en Rosario, dio sus primeros pasos en la música de manera autodidacta y acompañó a reconocidos artistas como Luis Salinas, Hamlet Lima Quintana, Luis Baetti, Chochi Duré y Néstor Basurto. Posteriormente se radicó en España donde participó en festivales de jazz junto a José Reinoso, Antonio Serrano, Joan Vinyals, Tchika, Jordi Bonell, y fue bajista de gira de José Luis Perales.

De regreso a Rosario formó su grupo de jazz-fusión además de ser productor de Curandera, el álbum de Evelina Sanzo nominado al premio Gardel.

“La puerta del amarillo” es el primer disco solista de Hernán Flores, lo que define como un “backup” de sus años de música: “Hice algunos especiales para la grabación pero son todos bosquejos porque en realidad siempre tuve que acompañar gente para ganarme la vida, por eso también me fui a tocar afuera y siempre había bosquejos de temas de la etapa en que tocaba con tal músico. Para el disco lo que hice fue cerrar todo eso. Digamos que es un «backup musical» para estar de nuevo en cero y que venga buena música”.

Contaste con algunas colaboraciones destacadas. ¿Cómo se lograron?

— Son músicos con los que me he cruzado, algunos son por relaciones de los 8 años que viví en España. Con Luis Salinas vino el contacto cuando él tocó por primera vez en Rosario (en el Festival de Jazz Santiago Grande Castelli), después del show nos quedamos zapando en el bar “La Puerta” hasta las 9 de la mañana y veíamos a los chicos ir a la escuela. Cada vez que Luis venía a Rosario yo tocaba con él y lo seguimos en España, en total son dos o tres shows al año.

Otra colaboración es la de Alejandro Luzardo, director musical del grupo uruguayo La Candombera, que produce una mezcla increíble entre el candombe y el jazz. Y Chochi Duré  es un acordeonista de Rosario que vive en Almería (España), mientras que Jordi Bonell es un gran guitarrista que ha tocado con Serrat. A ellos les mandé los temas y mandaron sus interpretaciones, así de simple y confiable, sin indicaciones porque yo ya sabía lo que iban a tocar en mis composiciones.

¿Integrar bandas de acompañamiento exige entrenamiento, como cuando tocaste con Perales?

—Yo creo que el entrenamiento lo tenés en las situaciones en las que tenés miedo por la responsabilidad. Con José Luis tocábamos un repertorio de los hits que se escuchaban en casa cuando era chico. No era una situación de riesgo porque él quiso salir de gira con un grupo de jazz y contrató al grupo en el que yo estaba, bajo la dirección del pianista uruguayo José Reinoso. En otra ocasión fue a tocar con Antonio Serrano (armoniquista de Paco de Lucía) y salíamos sin ensayo cuando llegabas a Canarias, eso era vértigo y alta responsabilidad.

— ¿El jazz es un género que tiene códigos universales?

— Digamos que se cree que el jazz es como un ritmo pero en realidad a mí me parece que es más un concepto, que es música hecha ahora mismo, en las condiciones que estemos. La improvisación es poder hacerlo en el momento, pero también es la conexión entre los músicos, saberse escuchar y poder dialogar. Te pasa en bandas de rock que el lenguaje de antemano está estipulado, un solo de ocho compases. Y en una Jam de jazz un solo puede ser de 32 compases si el instrumentista está inspirado….la música hecha en el momento es muy linda, está la melodía y a partir de ahí jugamos.

— Sos músico de jazz fusión. ¿Quiénes son los instrumentistas que te emocionan?

Jaco Pastorius, Marcus Miller, Gary Willis (que vive en Barcelona) y Richard Bona. Éste último si bien no es muy improvisador, es muy rítmico y me encanta ese concepto para tocar, con volumen chiquito, donde se notan las sutilezas.

— ¿Quiénes te van a acompañar en el concierto?

—  En el disco hay dos bajos porque soy de hacer base y melodía como solista, así que en el show estará Italo Giacometti (ex bajista de Lima Sur), Álvaro Manzanero (batería), Leonel Luquez (piano), Javier Valderrama (flauta traversa), Palmo Addario (guitarra eléctrica) y como invitados Agostina Bertozzi, Walter Pintos y Mauricio Renaut.

— ¿Y sin voces?

— Son 25 años acompañando cantantes, ahora toco yo.

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=lCdzE7hD8fA

 

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