Espectáculos

Herbert Marcuse, crítico de la sociedad contemporánea

El pensador legó herramientas para elaborar pensamientos alternativos y accionar en sentido emancipatorio en el mundo actual. Los ensayos sociológicos y filosóficos todavía hoy ofrecen claves para entender el tiempo que nos toca vivir.


Sus libros anticipan fenómenos como la relación entre los objetos-mercancías y las personas al poseerlos y exhibirlos.
Sus libros anticipan fenómenos como la relación entre los objetos-mercancías y las personas al poseerlos y exhibirlos.

Por Carlos Solero

Herbert Marcuse, filósofo social, uno de los representantes de la Teoría Crítica o Escuela de Frankfurt, elaboró una serie de ensayos sociológicos y filosóficos que aún hoy pueden brindarnos algunas claves para comprender la sociedad contemporánea.
En efecto, libros como El hombre unidimensional, publicado en 1964, mantienen su vigor y potencia de lenguaje a pesar de las transformaciones operadas en las últimas décadas del pasado siglo XX y en los albores de este nuevo milenio.
Si bien el sistema del capital-mercancía ha experimentado algunas mutaciones, han emergido nuevas potencias mundiales o bloques continentales a disputar la hegemonía norteamericana, es posible observar que los pilares que sustentan las sociedades contemporáneas a veces con apariencia liberal o democrática en realidad encubren el trasfondo totalitario de las mismas. Esta tendencia hacia la unidimensionalidad es lo que hoy denominaríamos “pensamiento único”, ése que la ideología neoliberal no proclama abiertamente pero pone en práctica.
La emergencia de nuevos actores antisistema en las mismas entrañas de las sociedades opulentas es la expresión de la resistencia de quienes buscan abrir brecha en la telaraña de estas sociedades que al decir de Michel Foucault aún conservan rasgos de disciplinarias y también de lo que Gilles Deleuze describía como “sociedades de control”.
Marcuse tiene aún bastante para decirnos desde las páginas de sus libros que anticipan fenómenos como la relación libidinal (erótica) que se establece entre los objetos-mercancías y las personas al poseerlos y exhibirlos ante los demás.
El dilema planteado por Erich Fromm conserva su vigencia: ¿Tener o ser?

Vida y obras

Herbert Marcuse nació en la ciudad de Berlín (Alemania) el 19 de julio de 1898, en el seno de una familia judía.
Dos años después del nacimiento del futuro filósofo y sociólogo, Sigmund Freud dio a conocer su célebre obra La interpretación de los sueños, que irrumpiría en el escenario intelectual de su época con la potencia de un rayo por la multiplicidad de debates y las polémicas y diatribas que generaría.
En 1909, Vladimir Lenin publicó Materialismo y empiriocriticismo. En 1917 estalló la Revolución en Rusia, primera experiencia obrera de tendencia socialista.
Hacemos estas referencias pues Marcuse sería un receptor de algunos de estos días: influirían en él tanto los ensayos de Freud como las ideas socialistas, expresando a su vez críticas desde una singular perspectiva a ambas corrientes de pensamiento y acción.
En el año 1918, finalizó la Primera Guerra Mundial y en diciembre se inició en Alemania el levantamiento espartaquista, con la experiencia de los consejos obreros en Baviera y otras ciudades. En enero de 1919 fueron asesinados por los esbirros socialdemócratas de Nozke los dirigentes socialistas revolucionarios Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht y el anarquista Gustav Landauer, además de Kurt Eisner. Se proclama en la nación germana la efímera República de Weimar, a cuya caída ascendería al poder el nazismo hitleriano.
En 1922, Marcuse tomó cursos con el filósofo Martin Heidegger, finalizando ese año sus estudios en la Universidad de Friburgo de Brisgovia.
En el año 1923 se creó en la ciudad de Frankfurt el Instituto para Investigación Social, donde participaron, entre otros, Max Horkheimer y Theodor W. Adorno, y al que se incorporó Marcuse.
Con la llegada de Adolf Hitler al poder en 1933, los miembros del Instituto, más como Escuela de Frankfurt se vieron forzados a partir al exilio, Marcuse viviría inicialmente en Suiza y luego en Francia. Luego, ya en el año 1934, habiéndose instalado en Estados Unidos, impartió clases en la Universidad de Columbia.
En 1936 Marcuse participó del volumen colectivo publicado por los miembros de la Escuela de Frankfurt ya instalados en América del Norte titulado Estudios sobre autoridad y familia, donde hay trabajos de Horkheimer, Adorno y Erich Fromm.
En 1941 Marcuse publicó su libro Razón y revolución, un ensayo crítico sobre Hegel y Marx, y ese mismo año apareció también el trabajo de Erich Fromm El miedo a la libertad.
En 1951, Marcuse retomó su actividad como profesor en la Universidad de Columbia, y dos años después, en 1953, dio a conocer una de sus obras fundamentales: Eros y civilización, una lectura crítica del ensayo de Sigmund Freud El malestar en la cultura en la que realiza un cruce de paradigmas entre marxismo y psicoanálisis retomando algunas de las tesis de Wilhem Reich.
En el año 1958 Marcuse publicó El marxismo soviético, donde formuló una contundente crítica del régimen estalinista y la tecno-burocracia instaurada en la URSS.
En 1964 apareció su libro El hombre unidimensional, subtitulado como Ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada.
Este trabajo es quizá su obra más importante, ya que allí expuso cómo el capitalismo en sus diversas versiones: libre concurrencia de mercado o estatismo, enuncia la libertad de las personas pero impone la amenaza de la guerra nuclear como “garantía de la paz mundial”, y afirma que la alienación social se da no sólo en el proceso de trabajo sino también en el consumo.
Explica en ese trabajo cómo son manipuladas las masas por la propaganda, que no busca solamente vender mercancías sino que coopta a los sujetos potencialmente revolucionarios, los trabajadores, “vendiéndoles un estilo de vida”, imponiéndoles falsas necesidades y neutralizando toda disidencia con los sistemas establecidos.
Para Marcuse, el cambio social sólo podrán llevarlo adelante quienes rechacen integralmente al capitalismo.
En 1965, este pensador fue profesor en la Universidad de California en San Diego y apoyó activamente la lucha de los jóvenes estudiantes contra el racismo. En 1967 pronunció conferencias en la Universidad Libre de Berlín y apoyó la revuelta del Mayo Francés de 1968, en la que confluyeron obreros y estudiantes, debatiendo con sus principales impulsores como Daniel Cohn Bendit, Alan Geismar y Rudy Dutschke.
En 1969, Marcuse publicó los ensayos Para una teoría crítica de la sociedad, y en 1972, Contrarrevolución y revuelta.
Herbert Marcuse murió en la ciudad de Starnberg, República Federal Alemana, el 29 de julio de 1979, dejando como legado una multiplicidad de obras que son verdaderas cajas de herramientas para elaborar pensamientos críticos y accionar en sentido emancipatorio en la sociedad contemporánea.

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