El diputado nacional Carlos Heller realizó ayer un particular análisis sobre el desplome del sector inmobiliario, al considerar que la baja en las ventas de propiedades es “positiva” porque eso significa que los inversores no convalidan la imposición de precios dolarizados.
El Colegio de Escribanos porteño publicó recientemente los datos de las escrituras firmadas en el primer trimestre del año en la ciudad de Buenos Aires, que evidenciaron un desplome interanual del 41 por ciento.
“Que esté cayendo la actividad inmobiliaria en un 41 por ciento en el primer trimestre en Buenos Aires es un dato positivo, no preocupante: significa que hoy mucha gente no convalida que le quieran fijar los precios en dólar billete”, opinó el diputado.
Así, el legislador de Nuevo Encuentro y aliado del kirchnerismo en el Congreso dio una perspectiva muy diferente a la convencional, que habitualmente ve al menos como preocupante que se frene la actividad inmobiliaria.
“¿Qué locura es esta de querer cobrar las viviendas usadas en dólares, cuando el mercado de nuevos o en construcción se sigue manejando en pesos? Los obreros de la construcción cobran en pesos, los ladrillos y demás insumos también”, dijo el diputado en declaraciones a un matutino porteño.
Y agregó: “Si hay alguno importado, se paga al dólar oficial. Pretender vender las unidades en dólares, y al valor del negro e ilegal, obviamente es para que el mercado te deje afuera. ¿Cuál es la mala noticia?”.
El mercado inmobiliario atraviesa una “soberana crisis” porque “nadie quiere vender su casa en pesos” en un escenario donde el dólar “blue” parece no tener techo, advirtió recientemente el director de Inmobiliarias Bullrich, José Azpiroz Costa.
“El problema es que el mercado se encuentra dolarizado y eso no es un tema folklórico. Quien decide vender una propiedad busca dólares, por la sencilla razón de que entre el boleto de compra y el pago del resto del inmueble pasan entre 30 y 40 días. Y si esa operación se hace en pesos, el vendedor pierde alrededor del 2 por ciento mensual”, explicó el empresario.
En declaraciones radiales, Costa evaluó que “el derrumbe de las ventas se debe a que la persona que en su momento compró una propiedad como resguardo de sus ahorros, no accederá a vender su casa en pesos o en cualquier otra moneda que se licúe”.
Además, alertó que “cuando se terminen de escriturar los departamentos que fueron construidos entre 2010 y 2012, la caída de las operaciones inmobiliarias será más pronunciada que ahora”.
