Política

Reunión en Carlos Paz

“Hay que volver al Impuesto a las Ganancias como era; ahora está totalmente desvirtuado y degradado”

Contadores de todo el país denunciaron la situación de "inequidad" entre trabajadores autónomos y trabajadores en relación de dependencia en torno al Impuesto a las Ganancias. Sergio Roldán, del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Santa Fe, explica cómo se distorsionó el sistema


Roldán participó como representante santafesino e la reunión de la Federación de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas en Córdoba.

Contadores de todo el país piden una solución ante la “inequidad” que sufren trabajadores autónomos respecto de trabajadores en relación de dependencia frente al Impuesto a las Ganancias, una situación que se profundizó con la supresión de la cuarta categoría –los autónomos quedaron afuera de ese beneficio– y que pone en riesgo especial a monotributistas. Así lo hicieron saber representantes de los 24 Consejos Profesionales de Ciencias Económicas que mantuvieron recientemente la última reunión ordinaria de 2023 en Villa Carlos Paz, y emitieron un comunicado en el que describen la situación prácticamente como una violación constitucional, ya que difumina el precepto de igualdad ante la ley. El Ciudadano buscó la palabra experta de Sergio Roldán, ex presidente del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Rosario (CPCE) y actual consejero en la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas (FACPCE).

¿Cómo es la problemática que se consideró en la reunión de los Consejos?

—Está referido específicamente a la problemática del Impuestos a las Ganancias. Vamos al origen: históricamente se tributaba aplicándoles alícuotas progresivas, es decir que a mayores ganancias mayor alícuota, y las menores ganancias, tenían menor alícuota. Los sectores de más bajos ingresos pagaban un 5% de impuesto sobre las “ganancias netas” (esto es ingresos menos gastos) y un máximo que siempre históricamente estuvo en el 35%, para ganancias muy importantes. Esto ocurre en todo el mundo, o sea todos los países que le llaman el impuesto de las ganancias o a las rentas, tributan de esta manera: es un tema de equidad. Pero qué pasa: en la década del 90, durante la convertibilidad, esta escala estuvo siempre fija porque no había inflación. Pero a partir del año 2002 empezó una etapa inflacionaria. Y la escala quedó fija, con el mismo valor, hasta 2016. Es decir que de 2001 a 2016 nunca se actualizó esa escala. Esto implicó una aumento de la alícuota que alcanzaba a todos los contribuyentes, a mi juicio de manera ilegal, porque no había ley nueva que aumentara el impuesto, pero se aumentaba en los hechos; no porque las personas crecieran en poder adquisitivo sino porque había inflación.

 

¿Esto es que ingresos que nunca habían estado incluidos en el impuesto comenzaron a pagarlo, y que ingresos que sí tributaban pasaban a pagar más sin que en los hechos tuvieran mayores ganancias?

—Exactamente. Para tomar una referencia, el dólar Banco Nación en diciembre de 2016 estaba a 16 pesos. Es decir que desde 2001 había pasado de 1 peso a 16 pesos, pero a la escala de Ganancias no la habían tocado, seguía siendo la misma. Esto representaba una distorsión importante, porque mucha cantidad de contribuyentes empezaron a pagar el 35% cuando en realidad, si se hubiera ido actualizando, no debían pagar esa alícuota. Siguiendo ese hilo, en el año 2017 se saca una nueva ley que sí actualiza los montos de las escalas, pero lo hace de una manera demasiado pobre, con lo cual la inflación a partir de 2018 y sobre todo en los últimos años, que ha sido muy alta, dejó a esa actualización totalmente desfasada. Así llegamos al último trimestre de 2023, en el cual el gobierno exime a los empleados en relación de dependencia cuando tienen ingresos mensuales hasta 1.980,000 pesos. Con esto tratan de solucionar la situación de muchos empleados en relación de dependencia que estaban pagando el 35% (o el 20, o el 25, cuando en realidad se trataba de ingresos no están altos) y los eximen. Es una exención bastante alta, casi exagerada, pero el problema es que esta medida que hicieron para empleados en relación de dependencia en los autónomos no tocaron nada, con lo cual siguen pagando de la misma forma que antes. Y esta situación generó un tratamiento desigual que se diría ya una cuestión de violación constitucional, porque en 2023 ante iguales ingresos hay sujetos que podrían haber pagado cero en el caso de empleados de dependencia (durante todo el año hubo exenciones de montos que terminaron en la cifra de 1.980.000 pesos) y autónomos que pagaron un 24%. Con la misma renta, con lo cual hay una injusticia que motivó que tomáramos el tema. Además hay otra ley, que tiene vigencia a partir del año 2024, que eleva el monto: estaríamos hablando de unos 2.300.000 pesos. Y los autónomos, nada.

En Villa Carlos Paz se celebró la última reunión de 2023 de los 24 Consejos Profesionales de Ciencias Económicas del país.

 

¿A qué atribuye esa diferenciación?

—No lo sé. Suponemos que trataron de alcanzar a los empleados en relación de dependencia, donde hay sindicatos quejándose, y no tocaron autónomos. Es un tratamiento desigual al que no le encontramos fundamento.

¿Los Consejos de Ciencias Económicas y la Federación elevaron alguna propuesta?

—La idea de la FACPCE es elevar a las autoridades que entraron en funciones este domingo información sobre esta situación para que la conozcan y la tengan en cuenta. La Federación sacó un comunicado de prensa como conclusión de la reunión que mantuvimos en Carlos Paz. Y los tributaristas y especialistas de todo el país han ido marcando esta situación en forma permanente y a través de distintos medios, pero hasta ahora no han tenido eco, pese a que el tema del Impuesto a las Ganancias quedó más en evidencia a partir del tratamiento desigual que existe. Los gremios lo han venido trabajando durante mucho tiempo desde que afiliados que nunca habían pagado Ganancias comenzaron a pagar, y era una situación que estaba en efervescencia.

¿Cómo impacta esta situación en los monotributistas?

—Los afecta de otra manera. Ocurre que las escalas del monotributo se han ido actualizando en mayor medida que las escalas de los autónomos. Pero de igual modo se han actualizado menos que la inflación, y el problema es cuando se excede la máxima escala del monotributo y pasa al régimen general de autónomos: le impacta una alícuota muy alta, del 20, 25 por ciento. Eso no correspondería que ocurra, porque cuando nació el monotributo, el que se salia por superar los montos, pasaba a pagar Impuesto a las Ganancias algo mayor que el monotributo, pero no una cosa absurda como ocurre ahora. Por poner una cifra, si con monotributo pagaba u nos 20.000 pesos por mes, en el régimen general pasaba a pagar unos 24.000 pesos, un 10, un 15 por ciento más. Pero ahora pasa a pagar un 25% sobre sus ingresos, lo cual es una locura: nadie quiere salirse del monotributo, porque entra en una zona oscura, un régimen que tiene una presión fiscal irrazonable.

¿Y siempre sobre montos que en el caso de trabajadores en relación de dependencia pagarían cero?

—Exactamente. Para dar una idea, esta escala de alícuotas progresivas –que las tienen todos los países– en Estados Unidos, en 2023, en cifras anuales, quedan alcanzados por el 35% quienes ganen más de 231.250 dólares. De ganancia neta. Y en el caso nuestro, en la Argentina los autónomos pagan el 35% cuando su ganancia exceda 2.781.000 pesos. Si lo queremos poner en dólares en la cotización del Banco Nación, son 7.000 dólares. Si lo ponemos en dólar MEP o contado con liquidación, son 2.800 dólares al año. Son menos de 3 mil, contra 231 mil dólares.

¿Cómo se soluciona esta situación?

—Nuestra propuesta desde la Federación ha sido que se tiene que volver al Impuesto a las Ganancias como fue en toda la historia. Que grava las rentas netas, las grava con una alícuota progresiva en función de que esas rentas van creciendo, y en valores razonables. Eso ocurrió siempre la historia argentina, y habría que volver ese esquema. Con simplemente establecer un mínimo no imponible adecuado y una escala de alícuotas con niveles de ingresos adecuados, se soluciona el problema: no hay que hacer exenciones para empleados en relación de dependencia; los monotributistas que se salgan de la escala no tendrían ningún problema, porque empezarían a pagar algo más, pero algo razonable, y se soluciona todo. Hay que volver al Impuesto a las Ganancias como era, y no como ahora que está totalmente desvirtuado y degradado.

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