Espectáculos

Haneke se adueñó de Cannes

El cineasta ganó su segunda Palma de Oro con un relato sobre el amor puro, que conmovió y que cuenta con eximios actores. Balance positivo para el cine latinoamericano en la 65º edición del festival europeo.


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Después de que el sábado pasado se proyectarán los últimos films, en la tarde del domingo el Festival de Cannes dio a conocer la lista de ganadores de su 65ª edición. En una ceremonia celebrada en el Gran Teatro Lumière del Palacio de Festivales de Cannes, el jurado presidido por el italiano Nanni Moretti, anunció que el cineasta austriaco Michael Haneke se alzó con su segunda Palma de Oro por Amor, un film sobrio y conmovedor sobre el ocaso de la vida.

El director de "Amour" con Jean Louis Trintignant y Emmanuele Riva

El cineasta, quien ya había sido galardonado con la Palma de Oro en 2009 por La cinta blanca, subió al escenario acompañado por los intérpretes de su film, los legendarios actores franceses Jean-Louis Trintignant y Emmanuele Riva. Los octogenarios actores franceses interpretan en Amor a un matrimonio lleno de amor y complicidades, que casi ni necesita palabras para entenderse. Pero un día todo esa vida se derrumba, por la enfermedad de ella.

Otro de los distinguidos por el emblemático festival  francés fue el mexicano Carlos Reygadas quien recibió el premio a mejor director por Post tenebras lux. La cinta de Reygadas –su cuarto largometraje– fue una de las que provocó más reacciones encontradas en este Festival de la Costa Azul francesa: Abucheado en las salas, el film fue defendido por algunos críticos, y por Thierry Frémaux, el responsable de la selección del certamen de Cannes.

Con su último film se entromete en la historia de Juan, un padre de familia joven, acomodado, obsesionado por el sexo y acostumbrado a mandar, que es asesinado por uno de sus empleados.

Post tenebras lux –cuyo título se refiere a un versículo bíblico en el libro de Job: Después de las tinieblas, espero la luz– desconcertó a los amantes de la obra de este realizador, que ganó en Cannes en 2007 el premio del Jurado con Luz silenciosa.

En su tarea como maestra de ceremonias la actriz Bérénice Bejo se unió a Audrey Tautou y Adrien Brody en el escenario del Grand Théâtre Lumière para entregar la Palma de Oro a la mejor de las 22 películas en competición.

El británico Ken Loach, de 75 años, fue coronado con el premio del Jurado por The angel’s share, una comedia sobre un joven ex delincuente que trata de rehacer su vida tras iniciarse al arte de catar whisky. Este es el quinto premio obtenido en Cannes por este cineasta partidario de un cine comprometido, que conquistó la Palma de Oro en 2006 con El viento que agita la cebada.

El Gran Premio fue para Reality, de Matteo Garrone, mientras que los de actor y actriz fueron para Mads Mikkelsen por el drama Jagten, de Thomas Vinterberg y  compartido para Cristina Flutur y Cosmina Stratan, las dos de la rumana Detrás de las colinas de Cristian Mungiu.

Al recibir el lauro de manos de la actriz singapurense Gong Li, Mikkelsen dijo: “Estoy muy emocionado y deseo compartir este premio con los amantes del cine y con todas las personas que participaron de una u otra forma en la película. Quisiera compartirlo también con Vinterberg”.

Detrás de las colinas, de Mungiu también recibió el lauro a mejor guión, convirtiéndose así en la única con dos reconocimientos del jurado de la sección oficial, que también reconoció con una Palma de Oro al corto Sessiz-be Deng (Silente), de Rezan Yesilbas.

La Cámara de Oro, fue para la estadounidense Beast of the Southern Wild, de Benh Zeitlin, presentada en la sección Una cierta mirada, donde resultó ganadora la mexicana Después de Lucía, de Michel Franco.

El resto de los lauros de Una cierta mirada fueron para la francesa Le grand soir de Benoit Delepine y Gustave Kerver, que se llevó el Premio Especial del Jurado.

Los lauros de Una cierta mirada se completan con la francesa Le grand soir de Benoit Delepine y Gustave Kerver, que se llevó el premio especial del jurado; Suzanne Clement de la canadiense Laurence Anyways, y Emilie Dequenne de la belga A perdre la raison, ex aequo el de mejor actriz.

El jurado entregó una distinción especial a Niño de Sarajevo de Aida Begic, mientras que en Cinefondation los premios fueron, primero para la rusa Doroga Na de Taisia Igumentseva, segundo para la estadounidense Abigail, de Matthew James Reilly y la coproduccón entre Cuba y Perú Los anfitriones, de Miguel Ángel Moulet.

Al finalizar la premiación, se proyectó Thérèse Desqueyroux, film póstumo de Claude Miller, con Audrey Tatou, Gilles Lellouche y Anaïs Demoustier.

El festival cierra con cifras importantes respecto a ediciones anteriores y un crecimiento en las ventas internacionales, con 1.528 proyecciones de mercado, la participación de 1.743 compradores y la presencia de 650 programadores de festivales.

 Latinoamérica entre la conquista y la expectativa

Pasaje del film argentino "Los salvajes".

El 65º Festival de Cine de Cannes dejó un balance positivo para el cine latinoamericano que usó el encuentro para posicionarse, conquistar importantes premios, y abrir el apetito del mercado mundial por su cinematografía.

El film Los salvajes, del argentino Alejandro Fadel, ganó el premio otorgado conjuntamente por la Asociación del Cine Independiente y la Caja Central de Actividades Sociales en el marco de la Semana de la Crítica, sección paralela de este Festival. La película cuenta la historia de cinco jóvenes marginales que huyen de toda autoridad y van desapareciendo en medio de una suntuosa naturaleza.

Por su parte el film Después de Lucía, del director mexicano Michel Franco, un retrato dramático de la juventud mexicana, obtuvo el premio Una cierta Mirada, sección oficial del Festival de cine de Cannes. La película que se centra en el acoso y las humillaciones que sufre la joven protagonista, Alejandra, en el colegio, se inspira en hechos reales, señaló el realizador mexicano de 33 años, en rueda de prensa.

También la película No, de Pablo Larraín –la historia del plebiscito que perdió en 1988 el dictador Augusto Pinochet– fue galardonada en Cannes, conquistando el viernes el premio de la Confederación Internacional de Cines de Arte y Ensayo en la Quincena de realizadores. El premio ayudará a la difusión de esta película, que se vendió a todo el mundo, y fue comprada por la multinacional Sony Pictures Classics, la empresa que está detrás de cinco de los últimos seis ganadores del Oscar para el mejor film extranjero.

Aquí y allá, del español Antonio Méndez Esparza, sobre un emigrante mexicano, recibió el jueves el Gran Premio de la Semana de la Crítica, otorgado por votación de la prensa internacional acreditada en el Festival.

Presencias latinas con gran futuro

El cine nacional también tuvo fuerte presencia en Cannes con el film de Pablo Trapero, Elefante blanco, presente en Una cierta mirada, y con Infancia clandestina de Benjamín Ávila en la Quincena de Realizadores. Otro argentino, Gonzalo Tobal, presentó Villegas fuera de concurso en la sección oficial.

Brasil –invitado de honor de esta edición–, así como México, Uruguay y Colombia dejaron también una clara huella en Cannes, lo que augura que ninguno de los grandes festivales de cine internacionales podrá prescindir de su presencia.

La presencia de La Sirga, del colombiano William Vega, y de La Playa, de su compatriota Juan Andrés Arango, en el certamen oficial, revelaron que “Colombia es una fuerza emergente en el panorama del cine mundial”, indicó el productor francés Thiery Lenouvel.

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