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Hallan una fosa común en un predio del Ejército

Se trata de al menos seis cuerpos enterrados en Campo San Pedro, cercano a la localidad de Laguna Paiva.

Hallazgo histórico en un campo del Ejército en Santa Fe: una fosa común con un número no determinado de restos humanos –posibles víctimas del terrorismo de Estado– fue descubierta por el Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf) en un predio militar de 100 hectáreas ubicado a 50 kilómetros de la capital provincial, en jurisdicción de la localidad de Laguna Paiva. Se trata del segundo enterramiento descubierto fuera de cementerios; el anterior había sido el Pozo de Arana, en la provincia de Buenos Aires. Y es la primera vez que se hallan restos en un predio del Ejército.

El hallazgo del Eaaf fue efectuado la semana pasada, luego de dos años de trabajo, pero recién se conoció ayer. Si bien hubo una primera investigación en la década del 80 –luego de que cesara legalmente el funcionamiento de la Conadep (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas)–, se abandonó tras la sanción de las leyes de impunidad: Punto Final y Obediencia Debida. Tras la derogación de las normas, se inició una nueva una causa judicial, a partir de una denuncia realizada el 19 de marzo de 2007 por la Casa de Derechos Humanos de Santa Fe.

La búsqueda estuvo a cargo de peritos del Eaaf, institución que ayer informó sobre el hallazgo de los restos humanos en el denominado “Campo San Pedro”, perteneciente al Ejército, ubicado a la vera del camino que une Campo Andino con Arroyo Aguiar, 15 kilómetros al este de Laguna Paiva. La causa está caratulada: “Integrantes de la Casa de Derechos Humanos S/Denuncia”, expediente 137/07, y es tramitada por el juzgado Federal número 2 de la ciudad de Santa Fe, a cargo de Francisco Miño.

Según el Eaaf, se realizaron trabajos de “prospección arqueológica” a los fines de localizar posibles inhumaciones clandestinas realizadas durante la último dictadura y, caso de hallarlas, “la posterior identificación de los restos humanos”. Esa es la etapa que comenzará ahora. “El miércoles 9 de junio se produjo el hallazgo de una fosa común, en cuyo interior se hallaron restos humanos de varias personas cubiertos con cal y evidencia balística asociada a los mismos”, dijeron desde el Eaaf en un comunicado de prensa difundido ayer.

Los voceros del equipo señalaron también: “Se han iniciado las tareas tendientes a lograr la identificación de los restos encontrados, sin perjuicio de lo cual cabe señalar que el hallazgo mencionado no da por terminadas las tareas de prospección y búsqueda, restando todavía explorar una gran superficie del terreno”. Para ello, deberán esperar que el Miño certifique el hallazgo como prueba de la causa que se tramita en su juzgado.

El Eaaf informó que para llegar a la fosa común se realizaron “diferentes excavaciones, relevamiento del terreno y análisis de distintas fuentes documentales, como resultado del plan de trabajo continuo y sistemático de exploración intensiva realizado en un predio de más de 100 hectáreas”. El primer hallazgo permite suponer que se trata de, al menos, seis cuerpos; también hay vainas de balas y los restos humanos estaban cubiertos de cal.

Uno de los dirigentes de la Casa de Derechos Humanos de Santa Fe, Jorge Castro, comentó a El Ciudadano que a pesar de las leyes de impunidad ellos siguieron investigando casos de desapariciones y los posibles destinos de los cuerpos. “A lo largo de veintipico de años se acumularon datos”, explicó Castro, que permitieron realizar una denuncia en 2007 ante la Justicia Federal.

Los integrantes de la Casa de Derechos Humanos  intentarán entrevistarse hoy con el juez Miño y, de momento y hasta tanto el magistrado no certifique las pruebas, no ampliarán en los medios la información que manejan. Su estrategia es preservar esos datos a los fines de contribuir al avance de las investigaciones. No obstante, Castro reveló que el hallazgo de los restos de al menos seis personas –posibles desaparecidos– es sólo el resultado de una primera excavación y aseguró que una vez que Miño resuelva tomar el descubrimiento como prueba se seguirá investigando el predio.

El hallazgo podría tener implicancias en las causas por delitos de lesa humanidad que se tramitan en el juzgado Federal de Santa Fe e incluso podría disparar nuevas denuncias, pero aún es prematuro darlo por hecho, según indicó el propio Castro. “Primero hay que ver a quiénes corresponden (los restos), después hay que ver los tiempos, a qué operación militar corresponden, y recién entonces se podrá saber quiénes fueron los responsables”, explicó.

Uno de los integrantes del Eaaf, Miguel Nieva, dijo ayer a la emisora LT10 que todavía no hay resultados ciertos y que deberán practicar los análisis correspondientes a los restos hallados, para determinar su identidad. “Forman parte de una fosa común porque eran varios los restos. No pudimos identificar de cuántos cuerpos estamos hablando”, aclaró el antropólogo.

El comunicado del Eaaf señala, en coincidencia con las sospechas que deslizó Castro: “Se han iniciado las tareas tendientes a lograr la identificación de los restos encontrados, sin perjuicio de lo cual cabe señalar que el hallazgo mencionado no dan por terminadas las tareas de prospección y búsqueda”.

El hallazgo es histórico: por primera vez se encuentran restos humanos en un predio del Ejército. Las anteriores inhumaciones de fosas comunes fueron siempre en cementerios, a excepción de un caso: un enterramiento masivo de cadáveres descubierto en el llamado “Pozo de Arana”, una caballeriza de la Policía de Buenos Aires, que formaba parte del circuito represivo en el que operaba Miguel Etchecolatz. El testimonio que permitió el descubrimiento fue el de Jorge Julio López, quien luego desapareció.

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