Política

Rumbo a la urnas

Giustiniani: “Hay que amortiguar el peso de las tarifas a la gente”

"Mis diferencias son públicas con la actual conducción del partido socialista, fundamentalmente en la última etapa, con los tarifazos. Santa Fe acompañó sin fisuras la política del gobierno de Macri en materia de tarifas", señaló el diputado que busca renovar su banca en la Legislatura provincial


Foto Alejandro Guerrero

En su primera elección por fuera del socialismo, Rubén Giustiniani va por la renovación de su banca de diputado en la Legislatura provincial. Sus diferencias en temas sensibles como tarifas y endeudamiento, entre otros, hicieron que formara su propio bloque junto a la también socialista Silvia Augsburger y se escindiera del Frente Progresista. El hombre que fue presidente del partido y primer senador nacional por el socialismo decidió juntar sus avales y emprender su propia aventura electoral.

La propuesta de Igualdad y Participación lleva a Celeste Lepratti en Rosario como candidata a concejal y al ex concejal Miguel Zamarini como candidato a senador departamental. No tiene candidato a gobernador pero para las generales de junio debatirá el acompañamiento de la propuesta que mejor represente los ejes de campaña propios. Inicialmente pensó en una propuesta conjunta con Carlos del Frade, con quien forma un interbloque en la Legislatura, pero luego esta idea fracasó por diferencias en la estrategia electoral.

—Es el primer proceso electoral por fuera del socialismo, después de tanta historia en el partido. ¿Cómo lo lleva?
—Mis diferencias son públicas con la actual conducción del partido socialista, fundamentalmente en esta última etapa, con los tarifazos. Santa Fe lamentablemente acompañó sin fisuras la política del gobierno nacional en materia de tarifazos, luz y agua, con el endeudamiento de bonos en dólares, iniciando en la provincia de Santa Fe un endeudamiento resignando soberanía, porque podemos terminar el día de mañana con un juicio en Nueva York, con un juez de un barrio que defina los destinos de la provincia de Santa Fe, sin ninguna necesidad, porque Santa Fe terminó con superávit fiscal en 2018, y a partir de 2016 empezó a cobrar un 15% más de coparticipación. Fue ese grito de Macri con el que llamó a endeudarse a todas las provincias y todas acompañaron. Y en ese mismo sentido también tuve diferencias con la adhesión al Pacto Fiscal, que significó la regresión de las políticas más negativas de los últimos años, fundamentalmente en el tema de los jubilados, cuando esa firma significó un robo a los jubilados de más de 150.000 millones de pesos, con el cambio de la fórmula previsional. Esas fueron mis diferencias públicas y motivó que diéramos vuelta la página, consiguiéramos 14 mil adhesiones y constituyéramos este instrumento electoral que es Igualdad y Participación.

—¿Por qué cree que el gobierno no lo escuchó?
—Evidentemente que hubo un primer momento de acompañamiento de las políticas nacionales y hubo un manejo del poder del gobierno provincial y municipal, donde no escapa a la realidad de la etapa actual, donde hay una pérdida de protagonismo de los partidos y la política pasa a manejarse desde los órganos de poder, sea municipal, provincial, o nacional. Y eso determina muchas veces una visión mucho más pragmática y pérdida de posiciones históricas que tuvo el socialismo, como en el tema del blanqueo, donde la posición histórica del socialismo fue distinta a la que se tuvo desde el gobierno provincial.

—¿Cuál es su balance en sus tres años como diputado provincial y cuáles son las cosas que se propone lograr si renueva la banca?
—Yo me propuse hace tres años y medio que Santa Fe saliera de esta vergüenza que es no tener una ley provincial de Educación. La única provincia del país que no la tiene. Me tocó como como senador nacional trabajar mucho en el año 2006 para reemplazar aquella ley federal de educación menemista por una ley nacional que logramos concretar. Y en la Legislatura el primer proyecto que presenté fue la ley de educación provincial. Después se presentaron distintos proyectos de los distintos bloques y logramos articular con el proyecto que mandó el Poder Ejecutivo provincial. Y demostramos que en un tema como la educación en Santa Fe no hay grieta, porque consensuamos una media sanción votada por unanimidad. Lo considero un logro importante y espero que en el Senado la conviertan en ley. Y el segundo gran tema es el tarifazo, después de dos años y medio de trabajo logramos que el marco regulatorio de los servicios públicos garantizaran audiencias públicas vinculantes, entes de control con participación de los usuarios, tarifas justas y razonables que acompañen aumento de salarios y jubilaciones. Considero que fueron logros de 3 años de trabajo y en una nueva etapa intentaremos alcanzar que una nueva ley de educación sea una política de Estado en Santa Fe, más allá de quien gane las elecciones, que garantice un presupuesto educativo que vaya creciendo año por año, con sueldos docentes justos, con jornada extendida, infraestructura escolar, con jardines. Hoy de cada diez chicos, 5 no terminan la secundaria y ese es un poco el eje de trabajo que pienso para la próxima etapa si la gente me acompaña con su voto.

—¿Cree que un legislador provincial puede intervenir en el medio de una crisis económica como la actual?
—Si, claro. Santa Fe no escapa al país, donde existe un modelo de ajuste estructural de la economía que castiga a la inmensa mayoría de la población, pero que tiene algunos ganadores importantes, como son los bancos, las petroleras, las cerealeras, las mineras. Este modelo tomó de entrada medidas que beneficiaron a todos esos sectores. El disparate del punto de vista económico como la regulación de las naftas, hoy vemos que las petroleras hacen pingües ganancias, como lo hacen en Vaca Muerta con el gas, garantizándole un pago del triple de lo que vale a nivel internacional.

—Lo petrolero arrancó con Chevron, una pelea suya en la Justicia
—Yo le gané un juicio a Chevron e hice público el contrato, que desde ahí viene esa garantía con empresas off shore de paraísos fiscales para triangular el dinero que entra y que sale de los beneficios del petróleo y el gas no convencional. Por otra parte, una actividad absolutamente contaminante. Las ganancias las pagamos con las facturas de gas que pagamos todos los meses.

—Santa Fe puede escapar a este modelo
—Santa Fe tiene espalda como para mostrar otra cosa, diferente a lo que está pasando en el país. Somos una provincia donde tenemos que lograr que las cerealeras paguen impuestos, tenemos que lograr que podemos constituir un fondo que no desfinancie las empresas del Estado, como EPE y Assa, pero que amortigüe el peso de las tarifas a la gente, y demostrarle al país que en Santa Fe, de manera real, se está haciendo otra cosa, no sólo en el discurso. Y ese es un tema clave, el tema de los tarifazos, porque no es casual que los índices de inflación santafesinos estén incluso por encima de lo que está dando a nivel nacional.

Creo que viene una etapa desafiante en la próxima Legislatura para debatir todos estos temas y creo que se puede lograr políticas de Estado, porque hay una mayoría que tiene una visión que entiende que las políticas públicas tienen que estar orientadas al servicio de las mayorías, no al servicio de los pequeños grupos.

—¿Cómo interpreta que podrían avanzar los proyectos que están trabados en el Senado?
—Los proyectos van a avanzar, a pesar de las presiones, porque son derechos que la gente asumió como propios, como el tema de la paridad, donde Silvia Augsburger es una de las militantes para que las mujeres tengan un lugar en la vida pública como lo tiene el varón. El derecho a lo que significa la paternidad responsable, para que si hay un nacimiento puedan ser partícipes la mujer y el hombre del cuidado de ese chico. EL derecho a la educación sexual integral es un derecho de la gente y un deber del Estado, además de lo que significa toda la lucha por el Ni una Menos y la violencia de género, son todos temas que se avanzaron en la Cámara de Diputados y están esperando su tratamiento en el Senado. No tengo duda de que van a tener que tratarse porque ese derecho de la gente cada vez se impone más y cajonear estos temas forma parte del pasado.

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