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Gas: Fonavis en la mira

Litoral Gas cortó el suministro en el monoblock II de Lagos y Rueda y los vecinos, reunidos en consorcio, no pueden afrontar los costos de reparación de dos reguladores por 24 mil pesos.


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El horno de Mabel Restifo tiene gas y se prepara para cocinar una gran cantidad de empanadas. El destino propuesto por la mujer es sumarlas a otros platos que serán parte de una venta que girará durante este fin de semana por su barrio donde se levanta el Fonavi de Ovidio Lagos y Rueda. Lo recaudado irá a parar a un fondo para que las familias de los 45 departamentos del monoblock II puedan acercarse a los 12 mil pesos de anticipo para que un gasista matriculado cambie los reguladores del edificio. Una semana atrás, y fruto de una presentación mancomunada de los vecinos en Litoral Gas preocupados por las pérdidas que percibían en la estructura, la empresa colocó un cepo (cortó el suministro) y entregó la constancia de obras a realizar, presupuestadas en 24 mil pesos. A esto se le suman los arreglos que cada departamento deberá hacer para estar en regla: colocación de rejillas de ventilación, tarea tasada en 800 pesos. En total, son números que pondrían en aprieto a varios consorcios y más, como en este caso, a uno constituido por 120 familias que deben abonar una tarifa social de entre 30 y 60 pesos a título de expensas. “Y algunas veces ni llegan a pagar eso. Los fonavis son viviendas sociales para personas que no cuentan con esos recursos”, dijo la ex concejala (1991-1995) y hasta el año pasado habitante del monoblock en cuestión, Silvia Fernández León. La preocupación se extendió, a través del concejal del Partido Socialista Auténtico, Alberto Cortés, al resto de la veintena de barrios fonavis de Rosario. Sobre estos, propuso pedir desde el Concejo Municipal al municipio un relevamiento de las instalaciones de gas. Y en caso de ser necesarias obras de refacción que excedan la capacidad económica de los vecinos, se habilite una línea de créditos en instituciones bancarias ligadas a los gobiernos municipal y provincial.

Los vecinos del monoblock, como otros tantos en distintos puntos de la ciudad tras la explosión de Salta al 2100, llamaron a un gasista matriculado días después de la tragedia. Varios, según explicó a El Ciudadano Mabel, venían sintiendo olor a gas. Luego de una prueba de hermeticidad, el gasista constató pérdidas en cinco departamentos a los que les cortó preventivamente el suministro. Aún contra lo probable –que Litoral Gas cortara el suministro y encomendara obras cuyo costo sería más que difícil de afrontar por los vecinos–, reunieron firmas y el viernes pasado presentaron un escrito en las oficinas de la empresa de servicios. Lo probable sucedió y la revisión de los técnicos de Litoral Gas dio que dos de los reguladores del edificio tienen pérdidas. Para Mabel, los vecinos prefirieron las complicaciones de vivir sin gas y afrontar los costos al miedo. Según Fernández León, quien vivió 26 años en el edificio y llevó durante muchos años los registros contables del consorcio, el problema con la conexión se extiende por todo el esqueleto del edificio. “Cuando se hicieron era Gas del Estado y pusieron caños galvanizados sin revestimiento. De baja calidad, hoy no permitido en las instalaciones. Le sumás problemas de humedad a la pared, la falta de mantenimiento y tenés fugas”, explicó. Otro problema que se suma, según indicó Cortés, es la  falta de escrituras de las viviendas. El papel es un requisito necesario para que los consorcios constituidos puedan gozar de todas las facultades que otorga la legislación vigente.

Para encarar la reparación, los vecinos mencionaron un fondo destinado a fonavis de 10 millones de pesos en el presupuesto provincial 2013 que podría ser utilizado para esta emergencia.

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