Economía

El negocio en casa

Ganadores: las distribuidoras de gas de los Caputo

El argumento oficial para los tarifazos es la necesidad de que las compañías tengan fondos para mejorar reservas e infraestructura y alcanzar la autonomía en la producción. En la realidad, las rentas extraordinarias que obtienen drenan hacia los bolsillos de los accionistas como dividendos

Nicolás y Luis, parte de los Caputo.

 

Nicolás Caputo es uno de propietarios de dos empresas de distribución de gas natural en la Argentina: Distribuidora Gas del Centro y Distribuidora de Gas Cuyana. En 2017, la primera registró ganancias por 770 millones de pesos, una mejora del 444 por ciento interanual. La segunda, por 588 millones, un salto de 331 por ciento. Entre las dos, 1.359 millones de renta. O sea, un avance de 388 por ciento. Al borde de quintuplicar sus utilidades netas libres de impuestos. Una rara avis de la economía nacional en retroceso, aunque poco sorprendente: las energéticas son una de las grandes favorecidas por las políticas públicas de Cambiemos, a costa de la industria y las familias ahogadas por los tarifazos que llenan las arcas del sector.

Los datos corresponden a una investigación del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (Oetec) y se basan en datos de las propias empresas.

Uno de los argumentos del gobierno para la saga de retiro de subsidios, dolarización de las tarifas y concesión de fuertes aumentos en el valor –en este caso– del gas en boca de pozo es que así las compañías tendrán resto para invertir en exploración e infraestructura y pegar un salto en la generación nacional de energía. El ejemplo de los Caputo contradice esa  justificación: la mayor parte de la renta extraordinaria fue a los bolsillo de los accionistas.

La pregunta es qué pasó con las ganancias de 1.359 millones de pesos de las distribuidoras en 2017. En abril, Cuyana pagó en dividendos su parte a los accionistas (mayormente, los Caputo). Gas del Centro se desconoce si lo hizo ya que no hay registros en la Comisión Nacional de Valores. Fue el mismo mes en el que se aplicó un nuevo ajuste de la tarifa.

Dividendos a los accionistas 1

En el caso de Gas del Centro, que opera en Córdoba, La Rioja y Catamarca, y tuvo una ganancia de 770 millones de pesos en 2017, se desprende de sus propios documentos corporativos: “Destinar a dividendos en efectivo el remanente de la utilidad del ejercicio menos el importe destinado a Reserva Legal”. El monto a repartir fue “$ 751.530.851,46”, de los cuales 33.000.000 se destinaron “al pago de dividendos en efectivo”. Si bien no figura información sobre la concreción del pago, en el caso de Gas Cuyana se efectuó en abril y es probable que Gas del Centro lo haya hecho por la misma fecha, estima la Oetec. La Memoria y Balance de Gas del Centro indica también que hay entre 7 y 11 directores titulares y la misma cantidad de suplentes. Cada uno cobra ” 1.102.500 pesos como Honorarios”. Y más: la compañía aclara que las inversiones de 2017 comprometidas ante el Eanrgas fueron sub-ejecutadas: 171 millones de 245 millones.

Dividendos a los accionistas 2

Gas de Cuyo opera en Mendoza, San Juan y San Luis y “participa en aproximadamente 7,83% del total de gas entregado por el conjunto de las distribuidoras de gas natural del país”. De sus Memorias, surge que “el resultado neto del ejercicio cerrado al 31/12/2017 es una ganancia de $ 588,5 millones, lo que implica alcanzar una diferencia –ganancia– de $ 451,9 millones con respecto a la ganancia registrada al 31/12/2016, que ascendió a $ 136,6 millones”.

El monto que se repartieron en dividendos los accionistas fue $ 559.061.906,16, de acuerdo a lo comunicado por la compañía el 28 de marzo de 2018 a la CNV. El pago (en pesos o dólares, pudiendo para quienes lo pidan el depósito en plaza de Nueva York) se efectuó el 11 de abril. Incluso, por un monto superior por acciones al originalmente establecido. Y, de nuevo, los honorarios para los directores fueron bastante generosos: 1.012.500 pesos a cada uno.

 

Los Caputo, entre Macri, los contratos con el Estado y los refugios fiscales

La familia Caputo es sinónimo del PRO. El más famoso de los que portan ese apellido es Nicolás, empresario amigo íntimo del presidente Mauricio Macri, a quien conoce desde la infancia. Es, entre otras cosas, cónsul honorario de Singapur en Argentina. Dirige el Grupo Caputo, que creció en la década de los 90 a partir de la construcción del Shopping Abasto porteño, el Casino Trillenium de Tigre y la planta impresora del diario La Nación. Los contratos de obra pública de la Ciudad de Buenos Aires bajo la gestión PRO lo catapultaron. Una constante del nombre: apareció en la lista de Panamá Papers por la empresa MB 2014 LLC, con sede en Miami.

El otro famoso es Luis Toto, ministro de Finanzas, mencionado en los Paradise Papers, la filtración de documentos sobre paraísos fiscales que llevó adelante el consorcio internacional de periodistas de Investigación. Un dato más: administró Noctua Partners, una gerenciadora de fondos de inversión con lazos en las cuevas fiscales de Delaware y las Islas Caimán.

Otro Caputo, menos famoso, es igualmente influyente: Claudio. Es hoy presidente del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires. Y un íntimo de José María Fernández Ferrari, el administrador del fideicomiso que gestiona los bienes del jefe del Estado Macri. También, es quien le puso la firma –como escribano– a la sociedad Axis, la inversora fundada por Toto.

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