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G20: inician el debate con la crisis europea de fondo

Para la presidenta Cristina Fernández la cumbre estará signada por las diferencias entre EE.UU. y Europa.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner consideró ayer que la cumbre del G20, que se desarrollará formalmente durante la jornada de hoy, “va a estar signada por las diferencias entre Estados Unidos y Europa respecto de cómo enfrentar la crisis global”. En este contexto, la mandataria advirtió que “los resultados deberán verse en la próxima cumbre de Seúl”. Por otra parte, adelantó que “con humildad y sin creer de tener la fórmula mágica, va a reiterar la necesidad de seguir adoptando medidas contracíclicas  y de estímulos para poder paliar los efectos de la crisis” y añadió: “Como ha quedado demostrado que lo hemos podido hacer en la Argentina”.

La presidenta argentina formuló declaraciones al concluir su almuerzo con empresarios mineros en el hotel Westing Harbour de la ciudad canadiense de Toronto, en donde confirmó que planteará en el G20 “la necesaria reformulación de los organismos multilaterales de crédito” y además “la finalización de los paraísos fiscales”.

“La Argentina ha demostrado que hay otras recetas para  salir de la crisis”, sostuvo Cristina, y en ese sentido evaluó que “no es el ajuste como está ocurriendo en Europa la forma para superar los  inconvenientes derivados de la crisis”.

Al respecto de la debacle europea y la crisis global, marcó las diferencias en la visión de las fórmulas para enfrentar la crisis, que se evidencian entre los Estados Unidos y Europa.

Es que el encuentro del Grupo de los 20  países llega precedido por distintas posturas entre sus líderes sobre si es la continuidad de las políticas expansivas del gasto público o el ajuste fiscal la mejor manera de garantizar la recuperación, así como los debates alrededor a la imposición de un impuesto global a los bancos.

En ese marco, el presidente estadounidense, Barack Obama, expresó días atrás su preocupación ante la rapidez con que países europeos, en especial Alemania, comenzaron a dar marcha atrás con el aumento del gasto y la fuerte intervención estatal en la economía instrumentadas el año pasado tras el colapso financiero mundial.

Muchos países emergentes, entre ellos Argentina, Brasil, China e India, se inclinan más por la posición estadounidense que por la europea y creen que la austeridad fiscal debería esperar a que la economía mundial vuelva a pisar terreno firme.

El Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón lanzaron todos severos planes de ajuste para contener sus déficit. Canadá, el anfitrión de la cumbre, quiere que se acuerden metas concretas de disminución del déficit para restaurar la confianza de los inversores luego del alboroto por la crisis de deuda de Grecia.

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