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Panorama Político

Furia de titanes radicales

Cebado por el olor a sangre, Jorge Boasso cometió la imprudencia de llevar al corazón del Concejo Municipal un problema que hasta ese momento era exclusivo del gobierno de Mónica Fein y el sector radical al que pertenece el ex coordinador de Gabinete José Néstor Trigueros.

Cebado por el olor a sangre, Jorge Boasso cometió la imprudencia de llevar al corazón del Concejo Municipal un problema que hasta ese momento era exclusivo del gobierno de Mónica Fein y el sector radical al que pertenece el ex coordinador de Gabinete José Néstor Trigueros.

A Boasso no le alcanzó con que Trigueros haya tenido que dejar el cargo tras la detención de su hijo David como partícipe de una red de facilitamiento y promoción de la prostitución. No supo escuchar el prudente silencio de peronistas, cavalleristas y el resto de los radicales. Salió hacha en mano dispuesto a hacer leña del árbol caído para provecho propio en la interna radical.

En los días posteriores a la detención, machacó sobre Trigueros padre (que no está implicado personalmente en la causa). Incluso con éste ya caído en desgracia, le propinó una retahíla de descalificaciones que hizo extensiva al Movimiento de Acción Radical del cual es parte.

El correctivo

El diputado Julián Galdeano le devolvió el baldazo de barro. Dijo que era vox populi que David actualizaba la página supergatitas.com, hoy bajo investigación judicial, desde las oficinas que usaban Trigueros y Boasso cuando compartían bloque en el Concejo.

Boasso ardió de furia. Cual volcán en erupción, derramó un alud de insultos contra Galdeano, al que descalificó de “ignoto diputado”, “lacra”, “mercenario de la política” y le reprochó haberse “iniciado en la UCeDe”. Para completar el show, se dio por ofendido y clamó que irá a la Justicia con la ligereza de las famosas que animan los programas de chismes de TV.

El contraataque de Galdeano tuvo dos consecuencias. La primera es que el pobre Miguel Zamarini, presidente del Concejo Municipal, tuvo que recurrir a todo su oficio político para evitar que la pelea entre los titanes radicales convierta al Palacio Vasallo, como en 2001, en la comidilla de la ciudad por las visitas a páginas porno en horario de trabajo. O más aún, que se reflote otro antiguo debate sobre los mecanismos de contratación de personal y asesores que utilizan todos los bloques.

Chicana va, chicana viene, al lector debe quedarle claro que a esta altura de la pelea radical no es de vital importancia conocer si David Trigueros manipulaba gatitas desde el Concejo o no. La esencia de la respuesta de Galdeano, más que si Boasso toleró que operen una página porno desde su oficina, fue recordarle que fue aliado y hasta constituyó bloque con quien ahora señala como ñoqui, lacra y demás. Galdeano le refrescó a Boasso que tiene una historia, que en los 23 años que lleva de concejal algunas veces consiguió los votos por mérito propio, pero en la mayoría de las oportunidades lo hizo en alianza con los que antes o después convirtió en sus enemigos: se abrazó a los socialistas, compartió listas con Daniela León y se convirtió en un francotirador de todo aquel que participe del gobierno.

Yo, Boasso

Boasso equivoca cuando enfoca con agravios personales lo que deberían ser debates políticos. Ese temperamento lo corre de eje y se le vuelve como bumerán. Cuando descalifica a sus correligionarios porque participan del gobierno y se les paga por esa función, expone a sus propios aliados que hoy cobran como concejales pero el día que dejen la banca volverán al generoso sueldo municipal que empezaron a percibir cuando eran “ñoquis del socialismo” según sus parámetros.

Boasso es una personalidad central de la política rosarina del último cuarto de siglo. Su mérito: haber conseguido la reelección en seis oportunidades. Su debilidad: el capital de votos que consolidó en tantos años sólo fue útil para sus ambiciones personales.

Ninguna de las alianzas que hizo se tradujo en una construcción duradera. Algunas incluso se esfumaron entre la noche de la elección y el día de asumir la banca. Su soledad en la bizarra pelea que entabló con Galdeano y Trigueros exhibe su particular forma de hacer política.

Ahora sangre más joven y renovadora viene a disputarle el lugar. ¿Tendrá Pablo Javkin que someterse a la ardiente lava verbal del concejal, ejecutor de la Afip, abogado y docente universitario?

Javkin, radical de origen y hoy presidente de la CC-ARI nacional, será precandidato a intendente en 2015 por el Frente. Todavía no está definido con qué apoyos, aunque tejió sólidos contactos con el mismo sector de la Universidad de Rosario aliado a Boasso que en la política de la ciudad tiene como referentes a la concejala María Eugenia Schmuck y a Sebastián Chale.

Javkin ya avisó a Mario Barletta que si van a hacer un acuerdo electoral entre el grupo Escarapela (Santa Fe capital), la CC-ARI y el grupo de la UNR para competir en primarias, Boasso no debería ser otra vez candidato a intendente. El planteo es que si ambos se postulan dividirían votos del mismo segmento electoral, cuando lo óptimo sería fortalecer una candidatura para competir con Mónica Fein.

¿Lo aceptará Boasso? ¿O dará el portazo definitivo a la UCR? ¿Tiene chances ciertas de que el PRO o Sergio Massa le abran sus listas? ¿Está en condiciones Pablo Javkin de reunificar el voto radical en Rosario y perforar los techos que alcanzó Boasso?

Dos espacios

Las conversaciones van y vienen. El socialismo ya hizo su jugada inicial con la que marcó la cancha. Definió a Miguel Lifschitz como candidato a gobernador y espera ver qué se arma enfrente. En el mientras tanto se blinda, como hizo esta semana al constituir su propio foro de intendentes y presidentes comunales (unos 40 gobiernos locales), una herramienta modesta pero suficiente para terciar en un terreno donde sólo se hacían oír voces de radicales y peronistas.

El sector mayoritario de la UCR también movió su ficha principal al parar enfrente a Mario Barletta. Ahora la misión del ex intendente de Santa Fe es convencer a sus correligionarios de que pueden darle pelea a la primacía socialista desde una identidad exclusivamente radical sin arriesgar lo que cada uno de ellos tiene hoy.

El resto del Frente Progresista se irá ordenando en función de esos dos grandes espacios que llevan a Lifschitz y Barletta. Rubén Giustiniani no desistió de postularse a gobernador, aunque la ambigüedad de sus primeros mensajes publicitarios sugiere la posibilidad de ir por otras categorías electorales.

Por lo demás, el GEN, el SI, y Pares están cerca de Lifschitz; y la CC-ARI de Barletta.

Pelloni y los mellizos

Para el final, una mención sobre el caso de los mellizos desaparecidos en Zavalla y la estridente intervención de la hermana Martha Pelloni. Amparada en sus hábitos y el blindaje de nobleza que le dio el caso María Soledad la hermana no se priva de disparar, ensuciar y acusar a todos, por más que incurra en equívocos básicos, denuncias sin la más mínima prueba, conspiraciones inverosímiles y ensaladas de nombres.

Es evidente que ella cree que así presiona al poder político y judicial para que redoblen esfuerzos y a los imputados para que aporten datos sobre las criaturas. El método es más que polémico. Y sólo una persona con las prerrogativas de la monja puede recurrir a él sin tener luego que responder una chorrera de demandas en su contra.

No es lo que va a ocurrir, porque excepto evidencia en contrario, se da por descontada la buena intención de la religiosa y que el objetivo que persigue es la aparición de los hijos que Liliana Montenegro denunció que le robaron.

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