En medio del secreto de sumario impuesto la semana pasada por el Juzgado de Instrucción de la 10ª Nominación, la magistrada Irma Bilotta ordenó una serie de medidas tendientes a dar con el paradero de Juan Domingo Ramírez –el presunto lugarteniente de Los Monos que se escapó de la Jefatura de la URII el 15 de enero pasado– y a determinar las responsabilidades de la fuga. Por el hecho fueron apresados los dos policías que estaban a cargo de la custodia del detenido el día de la evasión, quienes el viernes último prestaron declaración indagatoria. En este contexto, esta semana se le tomó declaración informativa a todos los uniformados que estaban cerca de la oficina en la que estaba apresado Ramírez.
Según fuentes judiciales, a comienzos de esta semana se realizó un allanamiento en la casa de la mujer de Ramírez. El objetivo era intentar detener al hombre que se encuentra prófugo desde hace casi dos semanas, pero el procedimiento arrojó resultados negativos. Sin embargo, en el lugar se secuestraron teléfonos celulares que serán peritados.
Los voceros aclararon que la vivienda donde se realizó el allanamiento no es la misma en la que Ramírez fue detenido (Roma al 600 bis). De acuerdo con la investigación, en ese lugar vivía el padre del prófugo.
Otra de las medidas ordenadas por el Juzgado de Instrucción de la 10ª Nominación está orientada a determinar la mecánica de la fuga y las responsabilidades de los dos policías detenidos –imputados de cohecho y facilitamiento de fuga– y de otros posibles implicados en el hecho.
Fue el fiscal Enrique Paz quien requirió a la jueza Bilotta que se le tome declaración informativa a los uniformados que hayan estado en las oficinas cercanas a la de la División Judicial –que funciona dentro del predio de Jefatura en Ovidio Lagos al 5200–.
La medida está orientada a saber, entre otras cosas, cómo se enteraron de la fuga de Ramírez y qué escucharon en el momento en que estaba ocurriendo la evasión. Es que, según declaró Rubén Z. –el policía detenido por el hecho junto a su colega, Luciana H.–, Ramírez consiguió evadirse luego de propinarle dos golpes al uniformado, uno en el ojo izquierdo y otro en el mentón, por lo que no pudo haber sido una huída silenciosa.
Ramírez, de 48 años, había sido detenido la noche del pasado 14 de enero a metros de su vivienda, ubicada en zona sur, en el marco de la megacausa Monos y se fugó a ochos horas de su aprehensión del edificio de la Jefatura de la Unidad Regional II, de Ovidio Lagos 5250. El evadido está sospechado en la causa que investiga el juez Juan Carlos Vienna como uno de los lugartenientes del clan Cantero y también está señalado como autor material del crimen del adolescente Luciano Cáceres, ocurrido a finales de abril del año pasado en Chacabuco al 3700.
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