El cadáver de un hombre de 61 años fue hallado ayer por la mañana en su departamento del barrio Unión y Progreso, en la zona sudoeste, y se estableció que había sido ultimado a puñaladas, dijeron voceros policiales y judiciales. Las mismas fuentes dijeron que la puerta no estaba forzada y que adentro había un gran desorden, por lo cual el móvil de robo es la principal hipótesis.
Poco después de las 8 de ayer personal del Comando Radioeléctrico concurrió a una vivienda ubicada en el primer piso de Lejarza 5675 convocado por una vecina, que había ido al lugar a visitar a Eduardo Martínez, de 61 años, dijeron fuentes de la pesquisa, que está en manos del fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta.
Según relató esta mujer, al llegar a la puerta de casa y observarla abierta ingresó y vio el cuerpo de Martínez tirado en medio de un charco de sangre y a su lado un cuchillo, además de gran desorden, lo que fue corroborado por los primeros uniformados en entrar a la vivienda, añadieron los portavoces.
Los mismos voceros dijeron que no se observaron aberturas violentadas, por lo que se estima que la víctima dejó entrar al victimario, al que pudo haber conocido. Y agregaron que pese al gran desorden existente en la vivienda no se habían observado objetos faltantes. Desde la Fiscalía, que encabeza la pesquisa con el auxilio del personal de la Policía de Investigaciones y la seccional 19ª, dijeron que había líneas de investigación en curso que no podían informarse, y que hasta ayer por la tarde evaluaban dos hipótesis principales: o bien el móvil del crimen fue el robo –se intentaba determinar si pudo haber dinero en el lugar que el homicida se llevó– o “un problema de antigua data”. En ambos casos, había una punta para dar con el sospechoso, según esta versión.
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