Ciudad

Fontanarrosa ya hizo escuela

Está ubicada en Superí al 1200, concurren más de 300 alumnos y fueron ellos los que eligieron homenajear al escritor, al que habían entrevistado antes de su enfermedad, y ponerle su nombre al centro educativo.

Por: Laura Hintze

Después de un año de trabajo, de encuentros, de elecciones, de organización, la Escuela de Enseñanza Media (EEM) Nº 408 –ubicada en Superí al 1200– festejó el viernes dejar de ser “la 408” para ser “la Roberto Fontanarrosa”, volviéndose la identidad una realidad concreta. En un marco festivo, que incluyó música, feria y teatro, la comunidad educativa del barrio Unión y Parque Casas, en la zona norte de la ciudad, dio por resuelta una de sus mayores inquietudes: tener un nombre que los represente.

“Mirá el clima que hay: de fiesta, de compañerismo, de integración”, señalaba, contentísima, la profesora de Lengua y Literatura, Mabel Maldonado. Tener un nombre que identifique con el espacio en el que día a día se trabaja, es motivo de festejo. Y ellos lo han dejado bien claro: guirnaldas, feria de artesanías hechas por los chicos y que aluden a Fontanarrosa, teatralización de sus cuentos, afiches coloridos con dibujos e información sobre su vida, gaseosa fresca para pasar la jornada calurosa… todo listo y preparado para el final de una etapa, y el feliz comienzo de otra.

La movida nació a partir de un proyecto estratégico con jóvenes, cuya finalidad era, y se cumplió, que los chicos elaboren un proyecto que salga a la comunidad, invitando al barrio a que conozca la escuela y afianzando su identidad. Coordinado por cuatro docentes, el proceso de identificación de la escuela empezó el año pasado, primero eligiendo a quién homenajearía la institución. Fueron a elecciones, entre otros: Pocho Lepratti, Antonio Berni, Molina Campos y Roberto Fontanarrosa, quien resultó electo en mayo de 2009 por mayoría de alumnos, docentes y vecinos. El escritor y dibujante de la ciudad ya había trabajado con los chicos, lo que ayudó a que el nombre sea propuesto enseguida. Alumnos de la escuela le hicieron una entrevista antes de su enfermedad, a lo que él respondió con una visita a la escuela y un dibujo de regalo.

Pero el nombre no alcanzó para afianzar la identidad de la escuela. Por eso, se consultó con los estudiantes y se decidió hacer algo que los represente y que ayude a que el nombre y la escuela se reconozcan en la comunidad. Por eso la fiesta, la música, la alegría: para mostrar que ahí están y quiénes son.

La EEM Nº 408 Roberto Fontanarrosa, de orientación en comunicación, arte y diseño, nació en 1992, y funcionaba en el club Alberdi. “Empezamos con dos cursos, primer año A y B, después, de a poco, se fueron sumando. Pero después nos mudamos, y tuvimos que empezar con el proceso de identificación con el espacio: crear y afianzar la identidad”, recuerda y cuenta la docente Gladis Moreta, una de las impulsoras del proyecto.

Hoy son 380 los alumnos de la escuela Roberto Fontanarrosa: producto de una fusión entre la 408 y el EGB 3 de la escuela 825. “Quiero destacar eso”, dice Mabel. “Porque eso fue a principios del año pasado y todos éramos desconocidos. Empezar a buscar nombre fue lo que nos ayudó a unirnos, conocernos y poder festejar juntos”.

La profesora, además, resalta que el trabajo que conlleva forjar la identidad del espacio produjo un cambio total, y favorable, en los estudiantes, más de una vez denominados “adolescentes complejos”. “El cambio es total. Todo lo que sea indisciplina se suavizó. Los chicos se interesaron, se organizaron, salieron al barrio. Esta escuela no tenía una imagen agradable fuera de las paredes, pero este último tiempo recibieron el apoyo de los vecinos, y en sí, ellos se preocuparon y motivaron todo lo necesario para hacer partícipe a la comunidad”.

Este proceso, que concluyó el viernes al mediodía, tuvo una serie de actividades pasadas; pero también continúa con otra serie de proyectos a futuro. Así como antes el curso de Mabel hizo el taller “Cuatro Lenguajes”, que fusionaba literatura y cuerpo; ahora la escuela quiere abrir una biblioteca de Fontanarrosa y llevar a cabo un proyecto para la sala de computación: abrirla al barrio para que los alumnos enseñen a sus vecinos.

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