Ciudad

Fontanarrosa y mucho más…

Por Luciana Sosa.- El cambio de denominación del Centro Cultural Bernardino Rivadavia llegará acompañado de una transformación integral, no sólo en el edificio sino en toda la zona aledaña a la plaza Montenegro con el objetivo de “darle más vida”.


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El Centro Cultural Bernardino Rivadavia cerrará sus puertas en enero para reabrir el 1º de febrero con miras a su renovación. La idea es que para entonces, el lugar abandone de una vez por todas su actual denominación y sea reemplazada por la de Roberto Fontanarrosa, tal como aprobó el Concejo Municipal. Pero habrá más cambios, algunos de ellos saltarán a la vista: el edificio será pintado con diversos colores que prometen convertirlo en ícono como sucedió con los silos donde funciona el Museo de Arte Contemporáneo (Macro). Esa misma intervención se piensa expandir hacia las construcciones de los alrededores de la plaza Montenegro, para romper con el gris cemento que domina el lugar.

Nueva etapa

Rafael Ielpi, periodista, historiador y director del por ahora Bernardino Rivadavia, comentó a El Ciudadano que “este año se cierra con una larga lista de proyectos, de cara a una transformación que se dará durante 2013. Es por eso que al volver a la actividad, en febrero, los cambios se irán concretando de a poco; será cerrar una etapa de 30 años de este lugar para comenzar una nueva, totalmente diferente y con un vigor mucho más fuerte”.

Claro está que el edificio fue abierto como centro cultural hace poco más de 30 años, durante la última dictadura militar, tras ser utilizado como centro de prensa en el Mundial 78. “El espacio es gris, la plaza también, era la concepción que se tenía por entonces. Pero ahora habrá mucho más color, se lanzará un concurso para cambiar el logotipo del centro cultural y transformar este edificio en un ícono de color, como pasó con el Macro, que se destaque, que le dé mayor vida a la zona”, mencionó el director.

Todas estas modificaciones implicarán también renovar la papelería del espacio cultural y demás trámites que conlleva el cambio de nombre, modificación que aún espera la reglamentación del Ejecutivo municipal. “Esto puede llevar un tiempito, y organizarnos entre los concursos y la nueva papelería un par de meses, pero en 2013 tendremos una nueva identidad”, dijo Ielpi.

Por su parte, Horacio Ríos, titular de la Secretaría de Cultura y Educación municipal, le confirmó a El Ciudadano que tanto desde su repartición como desde Obras Públicas y Planeamiento están “trabajando por la remodelación del centro cultural con el fin de obtener un espacio más amigable, con participación cultural más activa para con la ciudad y sus mismos vecinos”.

Con el nombre de Roberto Fontanarrosa se busca que el edificio no sólo rinda homenaje al dibujante rosarino, reconocido a nivel internacional, sino también despegar de la historia con el que fue concebido. “Vamos a recuperar la zona, esto va a tener mucha más vida”, prometió Ielpi.

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