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FMI y Europa vigilan a Italia

En la reunión del G20 trascendió que pedirán a Berlusconi que acepte las supervisiones de las cuentas. Desde el gobierno italiano se atajaron y sugirieron que sólo aceptarán “consejos” de las instituciones.

El FMI y la Comisión Europea pondrán bajo vigilancia a Italia, en un intento de impedir que la crisis griega se propague a este peso pesado de la Eurozona, atendiendo a las exigencias de los otros países reunidos en la cumbre del G20 de Cannes, Francia.

En la segunda y última jornada de la reunión de países desarrollados y emergentes, dominada por la crisis de la deuda en la Eurozona, Italia aceptó ayer que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (ejecutivo de la Unión Europea, UE) supervisen sus cuentas, según explicaron fuentes coincidentes, que pidieron el anonimato, según la agencia AFP.

Las autoridades italianas desmintieron haber aceptado una “vigilancia” del Fondo, aunque se declararon dispuestas a pedir consejos a la institución financiera internacional, según una fuente gubernamental.

Italia se encuentra sometida a crecientes presiones del mercado, agravadas en los últimos días por la confusión política en Grecia, donde se barajó convocar a un referéndum sobre el paquete de rescate acordado el 27 de octubre pasado por la Eurozona para salvar de la quiebra a ese país.

Ese proyecto fue prácticamente abandonado, pero las miradas seguían puestas ayer en Atenas, donde el primer ministro Giorgos Papandreu, debilitado por discrepancias en la mayoría socialista, enfrentaba una moción de confianza en el Parlamento.

Estados Unidos, así como China y los demás países emergentes, acentuaron en Cannes las presiones para que los europeos tomen medidas que eviten el contagio de la crisis griega y el hundimiento de la economía mundial en una nueva recesión.

Los europeos tratan de poner a punto rápidamente el Fondo de Estabilización Financiera (Feef), capaz de responder a urgencias y de poner un cortafuegos al contagio de la crisis a pesos pesados como Italia o España. Y esperan que grandes países emergentes como China o Brasil se asocien a los dispositivos de rescate.

Antes del inicio de la reunión de Cannes, Francia y Alemania habían convocado al primer ministro griego, Giorgos Papandreu, para plantearle que su país debía decidir si quería permanecer en la Eurozona. Entre tanto, la UE y el FMI suspendieron la entrega de 8.000 millones de euros, correspondientes al último tramo de un paquete de 110.000 millones acordado en 2010.

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