Quince años pasaron ya de aquellos primeros pasos, de esos lejanos recitales para público reducido en los que comenzaron a tejer un repertorio que poco a poco y tras algunos virajes sonoros, fue dando como resultado una identidad y ganando un lugar privilegiado en la escena local. Fluido surgió en 2000 y nunca se detuvo. En bateas ingresaron por primera vez con un disco homónimo en 2002, le siguieron Estímulo (2005), Complementos (2006), En Órbita (2010) y el último Desde el aire (2014). Un repertorio repleto de matices que será repasado, cronológicamente, este viernes, cuando a partir de las 21, en Vorterix (Salta 3519) la agrupación rosarina festeje sus 15 años de escenarios. “Lo particular de este show es que vamos a ir un poco más al comienzo, vamos a tocar temas de Fluido, nuestro primer disco, que hacía mucho que no tocábamos, junto a otros que nunca fueron grabados pero que, sin embargo, forman parte de nuestra historia y que nuestro público conoce muy bien”, adelantó Leonardo Lolo Luciani, vocalista de Fluido, a El Ciudadano.
Los inicios de Fluido tienen que ver con un rock potente, más ligado al metal y distante del que puede escucharse en sus últimas placas en las que se volvieron “más cancioneros”, como define Luciani; es por eso que, después de tantos años, reencontrarse con aquellas canciones fue “una experiencia muy fuerte”. “Lo más loco es que estamos en plena etapa de composición y reconectarnos con todas esas canciones viró un poco la tendencia e hizo que, probablemente, el nuevo disco nos lleve, no al extremo del metal como estábamos en ese momento, pero sí nos dio muchas ganas de rockear y hacer temas fuertes”, adelantó sobre el material en el que están trabajando, un disco que, aún sin título, espera salir a la venta el próximo año.
Un fluir desde el aire
Para delinear Desde el aire, su último disco, la banda que también integran Javier Vega, en bajo; Pablo Mariani, en batería; y Rodrigo Prado, en guitarra, planteó desde el principio un rumbo musicalmente diferente, algo que la agrupación rosarina intenta realizar en cada una de sus placas. “En Desde el aire nos dejamos llevar por la canción sin importar si era larga o si los solos o las intros superaban el tiempo esperado; no le hicimos mucho caso a las restricciones del mundo comercial de la música. Es el disco en el que menos respetamos esas reglas. Por eso elegimos la canción «Desde el aire» como título, para representar ese no tener los pies sobre la tierra”, apuntó Luciani quien remitió las causas de ese planteo al cambio de formación: “Estábamos en una época de inminente cambio de baterista, que hizo que la banda componga más desde la guitarra y la voz que desde la banda completa. La composición tuvo un formato más íntimo que dio esa posibilidad”.
“Ahora estamos en un período de banda estable, con Pablo Mariani que es un baterista que pega muy fuerte y retomamos ese formato de composición de banda que tuvimos en algún momento”, agregó.
Aquella forma de componer “desde el aire” fue tomando forma en una exhaustiva producción que comenzó en Traslasierra donde fueron grabadas las voces. Un proceso que fue acompañado por Carlos Altolaguirre, que dirige BlueRoom. Fue él quien propuso realizar “una especie de retiro musical” en el que las voces fueran grabadas en un contexto de “pleno ligue con lo que estábamos haciendo”.
Si bien no es una sorpresa, ya que como indica Luciani “siempre estuvo muy vinculado con Fluido”, el disco cuenta con la participación del armoniquista Franco Luciani, hermano del vocalista. “Siempre está participando y cuando grabamos este disco decidimos que sea parte oficial. Hace poco grabamos unas versiones acústicas del disco en la terraza de la Plataforma Lavardén en las que él también participa”. Un material que, además de contar con nuevas versiones de algunos temas de Desde el aire tendrá una reversión de “Un año más”, tema del primer disco de Fluido.
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